Su Exc. Rev. Mons. Carlos Enrique Herrera, Obispo de la Diócesis de Jinotega, reflexionó en su homilía de  este domingo XX del tiempo ordinario que ““La cruz significa esa adversidad contra el que es siempre el reino de Dios tiene su adversario satanás, el demonio, el  mundo, la carne; todos son los adversarios del reino, y esa cruz, es la que como Jesús la llevó, también, tanto para librarnos del pecado, como también en esa lucha contra satanás y el mundo, verdad, así también nosotros tenemos que asumir esa cruz, esa cruz que libera, esa cruz que nos libera de toda nuestra atadura, comprender, y no quedarnos murmurando, a veces, tenemos problemas en nuestro hogar, en la vida social, en todo; pero la fe es nuestra nos llevan a que el final, va a vencer el amor, va a vencer la esperanza, va a vencer el bien, y el mal por sí solo, cae”, manifestó.

 

“Que nada ni nadie, nos pueda apartar del proyecto de Dios, del amor de Dios, Jeremías es un ejemplo, lo tiraron el pozo porque les decía la verdad, pero habían algunos buenos, los sacaron, pero al final ellos hicieron,  la voluntad  de sus intereses personales, y entonces aquel pueblo volvió a sufrir por que se apartó de Dios”

“Tenemos que asumir esa cruz, diciéndoles, hasta donde nosotros podamos, con caridad, con perseverancia, con la oración, con el sacrificio, entonces, eso también es el camino que Jesús nos dice,  por eso él llevó la cruz, por nosotros, en nosotros también tenemos que llevar la cruz por nuestras debilidades; pero también por los demás, aceptar esas maneras diferentes de pensar y de actuar; pero nosotros mantengámonos firmes en el camino del Señor, en el camino del amor, camino de la fe inquebrantable”, animó  el prelado.

 

Quien quiere caminar por la verdad, por la justicia, por la paz, por el bien de todo, y otros que no. Caminar  en su ego, en su soberbia, en sus vicios, y eso es la división. Por eso Jesús ha dicho -He venido a prender fuego -, el fuego es, ante todo, el fuego de la verdad, de la vida, que es el Espíritu Santo, ese fuego que Él recibió del bautismo, para denunciar el pecado y anunciar su reino”

 

“Mirábamos los que seguían a Jesús, y los que no lo seguían, fariseos, los legrados y los demás que no eran  ignorantes en aquel tiempo de Jesús; entonces, eso; entonces ante esa realidad, Jesús hoy explica, por qué esa división”, mencionó el Jerarca.

 

“Ya en varias ocasiones el señor explicaba esta división; el trigo y la cizaña, pero que el trigo, como el trigo, pues, al final se tiene que cosechar,  en medio de la cizaña, hay que permanecer y cuidar ese trigo, ese trigo es símbolo de la verdad, de la vida, de los frutos buenos, y la cizaña irá a la quema, es un ejemplo también que Jesús nos hace en su predicación, así tantos ejemplo que Jesús nos da para explicarnos que cómo nosotros tenemos que proceder”

Al hacer alusión al pasaje de la carta proclamada de Sn Pablo dijo que   “  – la fe  es la forma de proceder, nuestros antepasados pidieron pruebas de fe, dejemos todo lo que nos estorba, ya, el pecado, la calumnia, la maldad, libéranos del pecado que nos ata, para correr con perseverancia la carrera que tenemos por delante -. El nos anima a fijar  la mirada en Jesús autor y consumador de nuestra fe, Él en vista del gozo que se le proponía, aceptó la cruz”, sostuvo.

Seamos perseverante en la fe

El eclesiástico insto a ser perseverantes, pacientes con fe y en la caridad “En la confianza en el Señor que al final vamos a vencer porque Cristo está con nosotros, porque vamos detrás de Jesús; el humilde, el pobre, el que deja liberar de todo aquellos apegos muy fuertes, a la vida, eso, tenemos que hacer ese camino para poder, de veras, vencer el mal”

“Y eso no le echemos la culpa a nadie, en la familia es siempre como decíamos, divisiones; pero nosotros, a veces, el pecado, el pecado está en que vamos acogiendo consciente o inconscientemente el mal del otro, para no tener pleito, para no tener divisiones: bueno que haga lo que él quiere; no, eso no. Esto, entonces, he ahí, nosotros tenemos que hacer, orar por aquella persona aconsejar, corregir, que hoy, estamos en una crisis”, advirtió Mons. Herrera.

“No decimos nada al hermano, ni al otro porque tenemos miedo, verdad, que se enoje con nosotros, no le decimos nada, ya, y eso nos pasa todos los que estamos guiando, dirigiendo, siendo jefe de una familia, de un de una comunidad también, entonces, este… que no nos diga como en otro momento nos dice el señor,  aquel que está responsable de una familia, de una comunidad, de un hermano y lo deja que se caiga en el pozo de la maldad, en el charco de la maldad, de los vicios,  y no le decimos nada, somos responsables”

“Que Dios nos conceda la sabiduría, la perseverancia, las vivencias en esos grandes mandamiento del Señor, verdad, el amor a Dios con todo el corazón, con toda nuestra mente, y el amor entre nosotros como hermanos”, instó el eclesiástico.