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Como llegó a Nicaragua

Varias Son las leyendas que se han tejido en torno a la forma en que llego a nuestro país la primera imagen de la Santísima Virgen María. Transcribimos las más difundidas:

PRIMERA: LA VIRGEN DE EL VIEJO O NUESTRA SEÑORA DEL TRONO, ESTABA DESTINADA A LA CIUDAD DE LEÓN SEGÚN LA SIGUIENTE HISTORIA:

A mediados del siglo XVI, Teresa de Jesús (Santa), celebre religiosa y escritora Española, doctora de la iglesia, encomendó a su hermano Rodrigo Sánchez Cepeda, Dávila y Ahumada llevar al nuevo mundo dos imágenes de la Virgen María, Una con Destino al Perú y la otra a León de Nicaragua, capital de la provincia.

Habiendo entregado en Perú una de las imágenes, Don Rodrigo se dirigió a Nicaragua y desembarco en el Realejo que en esa época era el puerto más importante del Pacifico. Ahí le proporcionaron una bestia para transportarse el y su preciosa carga. Prosigue su viaje y al llegar al poblado de San Antonio se dispuso a descansar. Al día siguiente quiso reanudar su marcha pero la bestia no pudo dar paso, por lo que se vio a buscar otro animal para poder continuar su viaje y concluir con la misión que le había encomendado Teresa de Jesús, pero al colocar la imagen sobre el animal este se resistió a caminar. Probo don Rodrigo con varias bestias y ninguna era capaz de dar el paso y el viajero no podía salir de San Antonio. Ante tal situación fue a visitar al párroco del pueblo a quien le narro lo sucedido. El sacerdote interpreto el hecho como una señal de que la Virgen quería quedarse en el pueblito de San Antonio. Don Rodrigo acato esta disposición y llevo a la Virgen a la iglesia de dicho pueblo. Los moradores del lugar celebraron el acontecimiento con alegría y para referirse a la imagen decían: La Virgen del Viejo (Aludiendo a la edad de Don Rodrigo) y así al transcurrir el tiempo nadie volvió a llamar al pueblito San Antonio que se transformó en “EL VIEJO”, nombre con el cual figura en la geografía de Nicaragua.

SEGUNDA:

Esta versión pone como protagonista de la leyenda no a Don Rodrigo, sino a don Alonzo Cepeda de Humada, también hermano de Santa Teresa, que realizaba frecuentes viajes entre España y América los primeros años del siglo XVI. En su último viaje Santa Teresa le obsequio la imagen de la virgen para que lo acompañara y lo protegiera.

El viajero desembarco en el puerto de El Realejo y llego a un poblado indígena del actual departamento de Chinandega, cargando sobre sus espaldas a la Virgen dentro de un nicho. En un punto del camino se sentó a descansar bajo la sombra de un árbol. Al proseguir su viaje, sintió que el nicho pesaba menos y se detuvo a comprobar si la imagen de la Virgen permanecía en su sitio; grande fue su sorpresa al constatar que no estaba y se regresó por el mismo camino pensando que se le había caído cuando se sentó a descansar. Volvió al árbol y ahí encontró a La Virgen, la tomó y la acomodo en el nicho para que no se volviera a caer. Siguió su camino pero al poco tiempo se percató de que el nicho no pesaba, lo examino de nuevo y noto que la imagen no estaba. Regreso al árbol y encontró ahí a La Virgen. Y cuantas veces intento continuar su viaje, le ocurrió lo mismo: La imagen volvía al árbol bajo el cual él había descansado. Don Alonso interpretó aquel hecho como el deseo de La Virgen de quedarse allí y decidió erigirle una iglesia en ese sitio. Como era un hombre de avanzada edad, los vecinos del lugar lo apodaron “El Viejo” y llamaban a La Virgen Nuestra Señora de El Viejo.

Poco tiempo después el anciano enfermo y murió, dejando a La Virgen en ese poblado “El Viejo”, nombre con el cual es conocido hasta esta fecha.

TERCERA:

Existe otra versión, sustentada por un serio trabajo de investigación realizado por el Dr. Heriberto Carrillo, originario de El Viejo, que aporta algunos datos históricos y detalles interesantes que parecen confirmar la creencia tan difundida de que realmente fue un pariente de Santa Teresa, esta vez su hermano Pedro de Cepeda y Ahumada quien dejo en Nicaragua la imagen de La Virgen, hoy conocida como La Virgen del trono. Según este relato Don Pedro de Ahumada llego al pueblo que hoy se conoce como “El Viejo”, el 2 de agosto de 1562.

Todos los relatos ponen de manifiesto el deseo de Sta. Teresa de que La Virgen acompañara y protegiera a sus familiares en sus viajes al nuevo mundo, así como la voluntad de Nuestra Señora de sentar un trono en Nicaragua. Los caminos del Señor son imponderables y leyenda o historias, lo cierto es que la santísima Virgen, en el misterio de la inmaculada Concepción escogió el pueblito de “El Viejo” para empezar a “conquistar” el corazón de los Nicas y de ahí se extendió a todos.

Patronazgo Oficial

Todos los nicas sabemos desde temprana edad, que la “Purísima” es la patrona de nuestra tierra. Pero ese patronazgo debía plasmarse en la imagen más antigua y venerada y por tanto la iniciadora del culto mariano en Nicaragua se oficializó hasta en marzo del 2001, cuando la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) plasmó en el blanco y negro la declaración formal de nuestra señora de El Viejo como patrona Nacional.

Su origen se encuentra en las reiteradas peticiones que la feligresía vino presentando ante las autoridades eclesiásticas desde mediados del siglo pasado, habiéndoselo solicitado en primera instancia a Monseñor Isidro Augusto Oviedo y Reyes, obispo de la diócesis de León y más tarde a Mons. Manuel Salazar y Espinoza. También Obispo de esa sede episcopal.

Según reseñas en el periódico “La Luz”, decano de la empresa católica en el occidente del país, que en 1971 dirigía don José María Tijerino, y bajo el título de “El Patronato Nacional de La Virgen de El Viejo” en diciembre de ese año se reclamaba el reconocimiento eclesiástico para dicho patronazgo, reclamo que no se cansaba de repetir en cuenta ocasión se le presentaba.

Mons. Rodrigo Urbina Vivas (Párroco de la Basílica de el Viejo) señala entre otros hechos que sentaran las bases para lograr el Patronazgo, la Peregrinación Nacional dispuesta por el Episcopado Nicaragüense en homenaje a S.S. Pio XII en sus bodas de plata episcopales, en diciembre de 1942 y fue presidida por el obispo de Managua, Excmo. Mons. José Antonio Lezcano y Ortega, que celebró la misa la Misa campal ante la venerada imagen, y finalizo con la lectura de la constitución de la confederación de congregaciones marianas y la congregación de esta a María Inmaculada. Bajo la dirección espiritual del P. Pinedo (de la Compañía de Jesús).

Llegamos al 8 de Octubre de 1995, al decreto de nombrar oficialmente La parroquia de El Viejo como santuario Mariano Nacional, siendo Obispo de esta Diócesis, Mons. Bosco Vivas y Robelo y por gestiones del mismo ante la santa sede, en diciembre de ese mismo año, Juan Pablo Segundo eleva el santuario Nacional a la Dignidad de Basílica Menor, lo cual corrobora personalmente, en su segunda visita a Nicaragua el 7 de febrero de 1996 al finalizar la eucaristía en Managua.

Y es hasta en los albores del tercer milenio, a cuatrocientos treinta y nueve años de su providencial llegada al pueblito de El Viejo, el 12 de marzo del 2001 que la conferencia episcopal de Nicaragua (CEN), después de recibir de Mons. Bosco Vivas Robelo formal petición de declarar Patrona Nacional a Nuestra Señora de la Concepción de El Viejo, aprueba dicha solicitud y se fija el 13 de mayo del 2001 para la Celebración Nacional.

Una vigilia de Jesús Sacramentado en la noche del 12 de Mayo inicio el magno acontecimiento, serenatas a la Virgen y quemas de pólvoras reflejaban el regocijo de multitudes que asistieron a la Misa campal del 13, que fue presidida por S.E. Cardenal Miguel Obando y Bravo así que también asistió el entonces presidente de la Republica, Dr. Arnoldo Alemán. La homilía estuvo a cargo de Mons. Bosco Vivas Robelo y leyó el decreto Mons. Juan Abelardo Mata.( Secretario de la CEN).

Decreto

JUAN PABLO SEGUNDO PARA PERPETUA MEMORIA

Entre las imágenes sagradas de la querida Nación Nicaragüense, sobresale el templo a la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, el cual se encuentra en la ciudad de El Viejo, En el territorio de la Diócesis de León en Nicaragua y que es considerado desde la antigüedad como Santuario Nacional.

A este Santuario llegan fieles cristianos de diversas regiones para venerar la milagrosa imagen de la madre de Dios invocada con este título, como refiere la historia fue traída en el año 1562 por el hermano de Santa Teresa de Ávila, llamado Rodrigo y que en el año 1747 fue coronada con solemne júbilo del pueblo fiel.

Por esto, el venerable hermano Bosco M. Vivas Robelo, Obispo de esta antigua Diócesis, en carta del año de 1994, a nombre de su clero, de su feligresía y en su nombre pidió que el templo de la Inmaculada Concepción de El Viejo fuera honrado por nosotros con la dignidad de Basílica menor, juzgamos ser convenientes a ceder a tal petición con particular benevolencia y solicitud de pastor.

Así pues habiendo cumplido sus requisitos que la congregación del culto divino y disciplina de los sacramentos piden estos casos, con las facultades que nos le hemos dado, con la suprema autoridad apostólica y en virtud de estas letras y a perpetuidad elevamos al Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción de El Viejo, a la digna de Basílica Menor con todos los derechos y concesiones litúrgicas que competen a los sagrados templos de esta dignidad, observando, no obstante, todo lo que establece el decreto “Del Título de Basílica Menor” del 9 de Noviembre de 1989.

Verdaderamente, no dudamos que el honor concedido sea causa de alegría para los queridísimos hijos Nicaragüenses a quienes si Dios misericordioso así lo quiere visitaremos con solicitud y afecto de sumo pastor de la iglesia y padre universal.

Finalmente queremos ratificar estas letras ahora y para siempre, sin que opte nada en contrario.

Dado en Roma, junto a San Pedro, con el anillo del pescador, el día 20 de diciembre del año 1995, décimo octavo de nuestro pontificado.

Firma en breve apostólico S.E. el Cardenal Ángelo Sedano, Secretario de Estado.

Formas de Celebración

Las primeras celebraciones con cierta pompa y solemnidad datan de la segunda mitad del siglo XVII (1672) en el Viejo y Chinandega, dirigidas por los frailes Franciscanos quienes la llevaron a León y de ahí a todos los confines del territorio Nacional como el castillo de la Inmaculada Concepción en el rio San Juan.

La devoción se propagó y dio lugar a lo que ha permitido establecer tres formas en tanto diferencias de practicarla:

1ª. En El Viejo se centran en las novenas que inician el 28 de Nov. Y en la ceremonia de la Lavada de La Plata. Así mismo, en las Romerías de la Virgen del Hato.

2ª. En León, en una alegre fiesta popular “La Gritería” que se ha extendido a todo el país, el 7 de Dic. Y “La Gritería Chiquita”. Cada 14 de Agosto. Instituida por los hijos de San Francisco en esta antigua ciudad. Esta forma de celebración es la que se realiza en todo el territorio nacional. La griteria chiquita fue instituida por el obispo Isidro Augusto Oviedo y Reyes como pago de una promesa a la Madre de Dios por haberlos librado de la erupción del cerro negro el año 1947. Tiene una característica penitencial.

3ª. En Granada se caracteriza por un culto místico a La Virgen y la celebración de la novena en cada barrio de la cuidad. Se celebra Misa solemne a las 6am todos los días a partir del 29 de Noviembre, para luego salir con la imagen de la Purísima a los distintos barrios de la ciudad, donde se reúne cantidad de fieles a rezar la novena cada noche, luego es llevada a la Catedral de la ciudad en carrozas bellamente decoradas compitiendo entre ellos para que sea la mejor.

La imagen de la Conchita ( como se le llama en Granada) llego en 1721, probablemente procedente del castillo de la Inmaculada del rio San Juan, fue encontrada por una lavanderas a la orilla del lago Cocibolca, venia en una caja de madera que flotaba en las aguas del gran lago de Nicaragua. Es de escuela sevillana-Franciscana. Tiene la particularidad de cargar al niño Jesús en sus brazos. Esta imagen, después de la Virgen de El Viejo, es la más antigua de la Purísima en tierras Nicaragüenses.

En El Viejo.

En páginas precedentes se ha dicho que el nombre de este pueblo se debe a la edad que tenía el portador de la imagen de la Inmaculada que por encargo de su hermana Teresa de Ávila trajo a Nicaragua en 1562, pero algunos historiadores sostienen que el personaje en honor de quien el pueblo se llama El Viejo, fue el cacique Agateyte, señor de Tezoatega, pues en 1522-40 años antes de la llegada de Don Alonzo de Cepeda- El cronista Español Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdez ya hablaba de este valiente cacique que dominaba la región. Se dice que llego a edad muy avanzada y ese es el verdadero origen del nombre del pueblo; y también que en lengua indígena Agateyte, quiere decir viejo, pero sea cual fuere dicho Origen lo cierto es que hoy se llama El Viejo, que fue elevada a la categoría de Ciudad en 1968 por decreto del gobierno de Fernando Guzmán, y que es sede del santuario Nacional donde la Purísima Concepción de María recibe culto como madre y patrona de Nicaragua y de los dos viejos como lo canta el siguiente romancillo.

MADRE DE DIOS DE “EL VIEJO”

La madre de Dios de “El Viejo” ¿Quién la trajo a este rincón? Fue un Hidalgo de Castilla Que la llevaba en su arzón… Santa Teresa su hermana En Ávila se la dio: Para que en el nuevo mundo Siempre le proteja Dios; Para que los buenos indios Recen a nuestro Señor. El viejo que la llevaba a otro viejo se la dio, Era el cacique Agateyte Aparte de muchos años señor, ¡La Virgen es de ambos viejos, De todos, y madre de Dios. El Templo

Es uno de los monumentos más notables de Nicaragua, de la época colonial, estilo entre barroco y neoclásico, dividido en tres naves. En su frontispicio está gravado un relieve: “De un polo a otro polo, venid gentes y ofreced honor y gloria a la Inmaculada Concepción soberana y augusta señora, Reyna de cielo y tierra”, en el altar mayor, sobre un tabernáculo de plata solida permanece la bellísima imagen – de bulto – de media vara de alto, vestida de blanco, su manto azul y una media luna a sus pies, luce larga cabellera y ceñida a su cabeza una preciosa corona de oro en la que está grabado el año de su coronación: 1747. En dicho tabernáculo se puede leer: “Esta peana dio el capitán francisco de Aguirre, año 1678” según la historia fue obsequio del citado capitán en acción de gracias por haberle salvado de un naufragio con varios compañeros cerca del cabo gracias a Dios.

Las andas utilizadas cuando sale en procesión tiene la siguiente inscripción: “Hiciéronce estas andas el año 1663. Hiciéronce de las limosnas que dieron los españoles. Hízolas el orfebre Francisco de Castellón. Hiciéronce por mandato del padre Juan y Fray Juan Meléndez”. Y a no ser por calamidad pública, solo se baja del trono en su fiesta del 8 de diciembre. Tampoco sale de El Viejo para las peregrinaciones a otras ciudades que se han iniciado en años recientes, a las que se lleva una réplica casi exacta. También talla en madera.

LA LAVADA DE LA PLATA

A este pueblo concurren todos los años millares de peregrinos de todos los rincones de Nicaragua y de Centroamérica a rendir tributo a Nuestra Señora del trono y presenciar la lavada de la plata que tiene lugar cada 6 de diciembre.
Las festividades se inician el 28 de Noviembre con el rezo de la novena que termina el día 6, y el rosario de la Aurora a cargo de romerías que llegan a la Basílica en numerosos grupos.
Entre el día 4 y 5 de Dic. Se realiza un ritual preliminar: La vestida de la Virgen en el que participan solo la mayordoma y algunas hijas de María. Cambian el traje y el manto que la Virgen lucio todo el año los cuales se cortan en pedacitos para distribuirlos entre los devotos que los guardan como reliquias milagrosas o como recuerdos.
Por la noche del 5 de Dic. Orquestas capitalinas ofrecen conciertos de música sacra y grupos folklóricos rinden tributo a Nuestra Señora Patrona.

LA CEREMONIA

Con asistencia de las autoridades eclesiásticas, civiles y militares de la diócesis del departamento de Chinandega se inician las celebraciones con solemne Misa de Comunión a las 6:00 am. La emoción que se vive en los momentos que descorren la cortina del camerino mientras los fieles entonan el himno popular “A ti Reyna Gloriosa del cielo…” y se puede apreciar la sagrada reliquia en su esplendente belleza, es algo impresionante. A las diez am, bajan la imagen de su trono, a los acordes de su himno, ejecutada por la banda del gobierno, acompañado de solemnes repiques y quema de pólvora. Nuestra señora empieza a recibir las ofrendas del pueblo y los fieles se disponen a lavar la plata, o sea todos los objetos que adornan al altar: exvotos, candelabros, jarrones, vasos de cirios, la cruz alta, ánforas del santísimo, incensarios y los milagros que le han llevado.
Este acto de fervor que en parte ha permitido la solemnidad del antaño y se ha tenido que adaptar a los nuevos tiempos, se realiza en la parte del atrio situada entre el costado este de la sacristía, norte de la Basílica y almenado, ahí se colocan mesas con recipientes que se llenan de cenizas, bicarbonato, limones, pastas para pulir metales y algodones o trapos para limpiar los objetos, los cuales son después usados como reliquias, puestos en las partes del cuerpo de personas afectadas por alguna enfermedad.
Ya limpios los objetos se dejan sobre las mesas para que puedan ser vistas por los visitantes.

ORIGEN DE LA LAVADA DE LA PLATA

El origen de la “Lavada de la Plata” se remota a la época colonial, como puede leerse en las líneas siguientes, extraídos del artículo “Origen de la comunidad indígena en El Viejo” del doctor Heriberto Carrillo en “Alerta” magazine Nicaragüense.
“La iglesia parroquial de esta ciudad guarda en su principal altar a la Virgen del Trono, Patrona y Reyna de Nicaragua…; esta imagen ha sido rectora sentimental y espiritual de la histórica ciudad como mejor diríamos de la vieja Tezoatega, señorío de El Viejo Cacique Agateyte.
Todo impulso de carácter comunal, de acción o adelanto social que transcendía, era ubicado y poniéndosele el sello del lugar, se le decía… “De Nuestra Señora de la Concepción de El Viejo…” y siendo este lugar un centro populoso de indios lo ocupaba en labores de aseo y limpieza en la iglesia, el atrio, la casa cural, el patio y otras labores; como recompensa se le concedía el derecho a un día determinado del año, el 6 de diciembre, lavar las joyas de la virgen del trono. ESTE ES EL ORIGEN DE LA TRADICIONAL LAVADA DE LA PLATA; ser guardián de otras imágenes; promover su culto, saliendo al campo con alguna de ellas en busca de limosnas: ORIGEN DE LA ROMERIA DE LA VIRGEN DEL HATO.

BENDICIÓN DEL AGUA DE LA CORONA

Otra actividad de este día es la bendición del agua con la corona . Los promesantes que acuden, llevan sus recipientes llenos de aguas, el sacerdote que oficia la ceremonia introduce en ellos la corona más antigua de la virgen y el líquido queda así bendito. La corona la coloca por un momento en la cabeza de los peregrinos; centenares de ellos entran caminando de rodillas y los ojos vendados desde la Puerta del Perdón hasta el altar mayor, cumpliendo así su promesa a la virgen que escucho sus ruegos y calmo sus dolores. Después de esta ceremonia los objetos de plata son devueltos a sus respectivos lugares.
A las cuatro de la tarde de nuevo las notas de su himno acompañan a la imagen en la vuelta a su camerino en lo que se llama la subida de la virgen y a las 6:30 se reza el ultimo día de la novena y el santísimo sacramento es sacado en procesión.
Alrededor de la iglesia se instalan los “chinamos” donde venden comidas típicas, bebidas, estampas y reliquias.
A las 12:00 m del día 7 de Dic se escucha el tradicional repique con quema de pólvora y a las 6:00 de la tarde el repique de la oración que da inicio “La gritería” de El Viejo. Y el 8 de diciembre día de la Inmaculada la imagen es colocada en sus andas para que recorra las calles de la ciudad, acompañada de la banda de los “Chicheros”, mariachis y explosión de juegos artificiales.

ROMERIA DE LA VIRGEN DEL HATO

En El Viejo además de la fiesta de Nuestra Señora del trono es tradicional la romería de la Virgen del Hato, cuya historia está íntimamente ligada a la de la comunidad indígena de dicha ciudad.
Se cuenta que en 1835, el párroco de El Viejo, Pbro. Remigio Salazar entrego una imagen traída de Guatemala, muy parecida a la Virgen de El Viejo, a la comunidad indígena (ó cofradía) para levantar en el sitio de Santa Rita de Albaradillo – Conocidísima comarca a 40Km de El Viejo – el culto perdido por la tremenda erupción del volcán Cosigüina ocurrida el 20 de febrero de ese año. El sacerdote viajo a dicha comarca en la tercera semana de noviembre para ir a traer la imagen y luego regresarla, habiendo así establecido la devoción a la Virgen del Hato.
En 1839 el jefe de la comunidad, don Joaquín Flores vendió los derechos de aquel gran sitio a la señora Vicenta Cosío de Sáenz. La devoción había crecido aunque con una especie de culpa ambulante por no estar en terreno propio de los indios, sin embargo doña Vicenta Autorizo la permanecía de la Virgen en ese sitio y se dio además un pequeño lote de tierra para que los cuidadores de la Ermita y del culto de la imagen pudieran hacer sus siembras.
Por esa época el sitio de Santa Rita estaba rodeado de muchas haciendas dedicadas a la crianza de ganados, mejor dicho de hatos de ganados. De ahí el nombre de la Virgen del Hato para diferenciarla de la Virgen de Trono.
Un voraz incendio ocurrió en abril de 1864 arrasó la Ermita y la imagen de la Virgen se perdió. Por esos años empezó a circular la leyenda de que esa imagen fue a aparecer a un pueblo de El Salvador, lugar donde la veneran como Virgen de la aparecida.
La nueva imagen que se venera actualmente y que es muy parecida a nuestra señora del trono, es obra del escultor indígena Estanislao Castellón quien el 10 de Noviembre de 1866 entrego al dirigente de la cofradía indígena, Don José María Flores.
Pasaron algunos años rindiéndole culto en diferentes casas de los dos únicos barrios indígenas que existían en El Viejo: Tololito, hoy barrio San José y Chamulpán, hoy El Calvario hasta que en 1877, doña Vicenta y sus familiares otorgan la debida autorización para volver a dar posada a la imagen en el Hato viejo, reanudándose así la romería de 40Kms, de peregrinar.
En 1884 la comunidad indígena de El Viejo recupero parte de los terrenos de Santa Rita mediante compra de la señora Ninfa Maclovia de Venerio de Cabrera, nieta de doña Vicenta.
Desde entonces los fervorosos hijos de El Viejo han escrito muchas crónicas de los romeros de otras tierras que viaja a la tradicional traída de La Virgen del Hato propiedad y símbolo espiritual de los indios y de sus antepasados saben lo grandioso e imponente que es esta fiesta nacional y folklórica, gracias a una tradición de cada año se arraiga envolviendo los campos, calles y ciudades con un colorido de típico regionalismo cantado y alabando a su Virgen del Hato.
La romería de la “Traída de la Virgen” desde la Ermita del Hato hacia El Viejo tiene lugar en la tercera semana de noviembre y la dejada o regreso a su Ermita, en abril. Se cuenta que hace muchos años algunas disposiciones del párroco de turno, originaron serias desavenencias con los cofrades que organizan la romería, las cuales culminaron con la prohibición de la festividad. A este hecho es que se refiere la anécdota del padre Azarías H Pallais incluye “Las siete glosas del Ombligo” algunas de las que insertamos en este escrito: “La niña que se entienda con el obispo”

VOLTEENSE TODOS DEL LADO DE EL VIEJO
(PRIMERA GLOSA)

Son las 12 de la noche del siete de diciembre de mil ochocientos noventa y cuatro.
En león en la casa solariega de los Pallais – Bermúdez cerca de la antigua iglesia de la Recolección. Enfrente de esta casa solariega de los Sacasa. A la izquierda de la casa de don Pedro Argüello, a la derecha de la casa de don Pedro Balladares.
En el patio, en el altar improvisado (lo estoy viendo con aquellos mismos ojos de niño, deslumbrados.). Dorada del madroño, sardinillos, pastoras y jalacates, la purísima de la familia, la túnica blanca, el manto azul, las estrellas, la media luna y el sol por detrás y debajo del telón, virgínea aplastando la cabeza de la serpiente. Cuando comience el maravilloso repique de las campanas Leonesas, cuando todo el cielo se encienda cuando el minuto se haga de oro, por los cohetes y por las voces en voz alta del ¿Quién Causa tanta alegria?, entonces el jefe de la familia, el doctor Santiago Desiderio Pallais, dicen a sus hijos: ¡Voltéense todos del lado de El Viejo!
Y la madre, doña Jesús Bermúdez de Pallais, con énfasis sagrado e inolvidable dice: Si, al lado de El Viejo, porque allí está el trono de Nuestra Señora la Limpia Concepción.
Y la misma escena enfrente, donde los Sacasa y a la Izquierda donde los Balladares.

JOAQUIN MACIAS SARRIA Y RUBEN DARIO
(SEGUNDA GLOSA)

Es parís en 1901 en la noche del 7 de diciembre. En uno de los cafés del boulevard San Germán, Joaquín Masías y Rubén Darío vienen saliendo del café, después de haber cenado. Un piano de cola era el principal adorno del salón de la entrada.
De pronto, como arrastrando por un torbellino sagrado, Joaquín Masía Sarria, el gran artista se sienta al piano y empieza a tocar con énfasis la música del “Toda Hermosa”, Rubén Darío transportado de alegría aplaude, baila, canta, abraza y besa con frenesí a Joaquín Macías Sarria.
Y como refería Macías Sarrias años después, – antes de levantarse del piano – Urgido por Rubén tuvo que ejecutar la música del “Pues concebida” y la de “Dulces Himnos”.
Volteados de lado de El Viejo como buenos Leoneses Joaquín Macías Sarria y Rubén Darío.

GARIBALDI CON LAS NINAS ALONZO JERES EN LA NOCHE DE LA GRITERIA EN LEÓN POR EL AÑO DE 1865
(TERCERA GLOSA)

Cuando Garibaldi estuvo en Nicaragua, se hospedo en León en casa de Don Domingo Alonzo, Chileno que se había casado con doña Mercedes Jerez Quiñones. De este matrimonio nacieron las mujeres más lindas de Nicaragua las niñas Emigdia, Virginia, Carmen, y Amalia Alonzo Jerez, de singular belleza, llenas de gracia como el ave María y de un hablar primoroso con dulce y armoniosa voz, le oí decir a una tía mía, hoy doña Virginia de Ramírez Brown, es linda la Virginia, Pero era más linda la chepita Duvon Alonso, y mucho más todavía mi prima Virginia Alonzo Jerez.
Pues entonces, dijo, el sobrinito preguntón – ¿Cómo sería de linda la madre de los Alonzos, la tía Mercedes Jerez de Quiñones?
– Pues ciertamente – Dijo la tía abuela – Conocí a mi tía mercedes cuando ya era viejita, pero se echaba de ver que había sido en su juventud lindísima.
Pues bien una noche del 7 de diciembre salió a gritar Garibaldi con las niñas Alonzo Jerez, y al día siguiente Garibaldi hizo cumplidos y elogios de las mujeres Leonesas y de los primorosos Altares, y de las flores artificiales y de los poetas de media noche y del “Pues Concebida” y de los desbordes de la purísima. También el, pues. Garibaldi se volteó con las Niñas Alonzo del lado de El Viejo, en una noche del 7 de diciembre de 1865.

LA NINA QUE SE ENTIENDA CON EL OBISPO
(CUARTA GLOSA)

Monseñor Tijerino, Nuestro santo Obispo Leones mal informado como el mismo lo confeso después, había prohibido la peregrinación popular a la humilde iglesia rural de Nuestra Señora del Hato (es una imagen de la purísima, muy parecida a la purísima concepción del trono)
La prohibición no impidió en lo más mínimo que nuestros campesinos dejasen de acudir al humilde santuario del Hato.
Aqui copio de los labios autorizados del doctor José Francisco Rivas Venerio, dueño de “la laguna” una de las haciendas de ganados entre El Viejo y san Cayetano, por donde van y vienen nuestros peregrinos del Hato.
UNA carreta aperada para emprender el viaje a Hato. El mandador, su mujer, varios niños y unos amigos de Chinandega.
El doctor: – ¿cómo que vas al hato? – Si patroncito, como usted Ve… una pausa El mandador: – dicen que el obispo excomulga a todos los que van Otra Pausa… – Como vea patroncito, todos tenemos promesas de ir cada año al hato de la virgen. -Otra pausa… Y entonces si el obispo descomulga que se entienda el con la niña (Con la Virgen).
Yo personalmente, le conté la maravillosa anécdota a monseñor Tijerino quien me dijo ciertamente que fue un disparate lo que había hecho prohibiendo la peregrinación.
SUCEDE que en este ir y venir de los humildes, los protestantes siempre, no lo saben, pero Dios si lo sabe, volterianos siempre, no lo saben, pero Dios si lo sabe, y a veces los mismos obispos no lo saben pero Dios si lo sabe.

SANDALIAS QUE VAN Y VUELVEN
(QUINTA GLOSA)

En los siglos XVI, XVII y XVIII sandalias franciscanas iban y volvían del Realejo a El Viejo y de El Viejo a El Realejo, de El Viejo a León y de León a El Viejo, del Realejo a León y de León a El Realejo,
NUESTROS santos nicaragüenses, Fray Ramón Rojas de Jesús María de Santa María el que educo de niño a nuestro gran Máximo Jerez iba y volvía de El Realejo y de El Viejo a León y de León a El Viejo y al Realejo, dando el maravilloso grito ¿Quién Causa Tanta Alegría? Taaaaaaanta… Taaaaaaanta…
Y comenzó también en El Realejo, El Viejo y León a oírse delante de los altares de la Purísima dorados de madroños, sardinillos, pastoras y jalacates; La bellísima Oración. ”! Oh! Reyna Purísima de los Ángeles y de los Hombres…….

LA CAMPANA DE LA VIRGEN
(SEXTA GLOSA)

La leyenda de la campana de la Virgen de Concepción de El Viejo es bellísima y en Realidad de verdad.
A fines del Siglo XVI o en los primero años del Siglos XVII su majestad el rey católico, uno de los Austrias, mando real presente a Nicaragua, una gran campana, para que sonase en los repiques de media noche de los siete de diciembre en el santuario de la limpia concepción de Nuestra Señora del trono de El Viejo (La imagen de los Sánchez Vásquez de Zepeda y Ahumada de Ávila)
AHORA Bien, como el Obispo de Nicaragua hubiese dispuesto que la real campana no fuese para el santuario de la Virgen de Concepción de El Viejo, sino para los repiques, por cierto maravillosos de la capital Leonesa, el buque en el que venía la real campana zozobro cerca de tierras Nicaragüenses, ya para llegar y la campana cayo al fondo del mar.
DESDE entonces los marineros que tienen oídos para oír con ellos, oyen en cada media noche del 7 de diciembre que suena en lo más profundo del mar con tañido claro, alegre y profundo la campana de la Virgen de Concepción de El Viejo.

A LA VIRGEN DEL TRONO

Hay en mi ciudad una imagen tan venerada,
Que por milagrosa en toda Nicaragua es Clamada,
La colochona, Virgencita del trono,
Orgullo de este pueblo Mariano.

Conocida también como Virgen de la Concepción,
La que los Viejanos amamos con gran devoción,
Y la llevamos muy dentro del corazón,
Por ser la patrona de esta bella Nación.

El ocho de diciembre es su gran día,
Causando que toda la población se desborde con alegría,
Para asistir a la más linda procesión,
Y recibir de nuestra Madre su bendición.

La tarde cae y la noche está comenzando,
Cuando vamos todos a la imagen acompañando,
Por las calles que con alfombras están adornadas,
Esperando el paso de la Virgen amada.

Las casa engalanadas con chimbombas blancas y amarillas,
Y en el rostro de los católicos la euforia brilla,
De ver a la Virgen María entre un rio de gente,
Demostrando el fervor que por ella siente.

El cielo se llena de luces multicolores,
De las bombas y cohetes que con sus resplandores,
Señalan donde la imagen ha de pasar,
Para que sus fieles la puedan admirar.

Que Viva siempre la Virgen del Trono,
Madre Santísima de este pueblo Viejano,
Es ella el tesoro que en nuestra Basílica brilla con gran esplendor,
Por ser abogada nuestra y Madre de nuestro Salvador.

Historia escrita por Lic periodista Emma Fonseca,
Autora del libro LA PURISIMA EN NICARAGUA.