EL obispo de la diócesis de Matagalpa  Su Excelencia Rev, Rolando José Álvarez Lagos, en su reflexión del evangelio de este  domingo XV del tiempo ordinario dijo  que “Si no reconoces en el extraño a tu hermano o hermana, ya puede alzarse el sol, ya pueden cantar los pájaros, ya puede despertar a la vida la misma naturaleza, que en tu corazón sigue siendo noche y oscuridad, pido a Dios, amadísimos que nos mueva a salir de nosotros mismos, para reconocer a los necesitados, a los vulnerables, a los descartados, a los de la periferia,  –a los más pobres entre los pobres – como decía Santa Teresa de Calcuta; a los que hoy están sin dignidad, y al igual que el buen samaritano con el hombre que bajaba en Jerusalén, con este hombre que representa a toda la humanidad despojado en lo más profundo que su propia dignidad, mirarlo, detenernos, socorrerlo, sanar sus heridas, ir al encuentro de los rostros sufrientes de nuestra sociedad, infundiendo la esperanza”

Antes de hacer alusión a un anécdota –En cierta ocasión un rabino estaba instruyendo a sus discípulos, en el curso de su lección les preguntó ¿cuándo comienza el día?, uno le contestó: -cuando se alza el sol y su blandos rayo besan la tierra que centellea como el oro; entonces, comienza el día; pero su respuesta no complació al rabino, entonces, otro discípulo apuntó: «cuando los pajarillos empiezan a cantar a coro y la naturaleza misma despierta la vida después del sueño nocturno, entonces, comienza el día –‘; pero tampoco esta respuesta gustó al rabino, y así uno tras otro todos los discípulos fueron dando sus respuestas; pero ninguna de ellas agradaba al rabino, por último se rindieron todos y le preguntaron: ‘díganos usted mismo la respuesta correcta ¿cuándo comienza el día?’ y el rabino contesto sin alterarse: -cuando ves a un extraño en la oscuridad y reconoces en él a tu hermano, entonces, despunta el día –«

 

El eclesiástico dijo que “Ir al encuentro e impregnándolos de lo divino de lo sagrado para restaurar en ellos su gloria primera, es lo que dijo San Ireneo -La gloria de dios es el hombre viviente, y la vida del hombre es la visión de Dios -, entonces la parábola del Buen Samaritano se hará viva, y nos hablará al corazón porque entonces sabremos quién es nuestro prójimo, y cumpliremos el mandato de Jesús, o el mandato que Jesús dio al escriba del evangelio : –Ve y haz tú lo mismo-“, argumentó.

La parábola del Buen Samaritano.

Mons. Álvarez Lagos retomó el pasaje diciendo  “- Un doctor de la ley para justificarse le preguntó a Jesús, y ¿quién es mi prójimo?, Jesús le dijo: un hombre que bajaba de Jerusalén a Jericó-; Jerusalén representa lo sagrado, es la ciudad sagrada, Jericó representa el mundo, el Espíritu mundano, y ese hombre que bajaba por ese camino, somos cada uno de nosotros, amadísimos hermanos y hermanas, es la humanidad, cada uno de nosotros con nuestros sin sabores, con nuestros dolores, sufrimientos, expectativas, frustraciones, fracasos, proyectos, ilusiones, esperanzas, trabajos, esfuerzos, sacrificios, luchas, llanto, alegría, sonrisas, dolores; es la vida de cada uno de nosotros, en la que hay siempre algo de esto”, comentó .

Cuando nos han visto con frescor a los ojos que animan el corazón

“De ahí que el evangelista dice, que cayó en manos de unos ladrones, los cuales lo robaron, lo hirieron y lo dejaron medio muerto, son esas heridas y esas curaciones que todos experimentamos en la vida, significa el lamento cuando un amigo, un amiga, nos ha dado la espalda, cuando nos han tendido la mano, pero también cuando alguien nos ha visto con frescor a los ojos, y esa mirada o esa mano en el hombro basta para animarnos el corazón”

 

“Sucedió que por el mismo camino, insiste San Lucas, para que no nos desviemos, ni nos desorientemos, es el mismo camino en el que bajaba un sacerdote y un levita, ambos dedicados a los sagrados, pero dice también el texto evangélico que-Lo vieron y pasaron de largo, ambos lo vieron y pasaron de largo -, probablemente, porque como dice el himno, querían llegar temprano al templo; y eso amadísimos, nos puede suceder también a nosotros,  sostuvo el Prelado.

“Esa es una primera enseñanza que nos deja el texto advirtiéndonos del peligro terrible de la indiferencia peor aún yoquepierdismo del ‘sálvese quien pueda’ del ‘cada uno tiene sus propios problemas’, cada quien tiene que buscar cómo resolverse su vida, como si fuéramos en una carrera efectivamente de sobrevivencia donde, porque estamos sobreviviendo no nos da tiempo, como el sacerdote y levita más que  ver al que está caído medio muerto y pasar de largo, queremos llegar temprano al templo”

El obispo hizo referencia al pensamiento del Papa Francisco  citando:-‘ La  compasión   es la clave de la vivencia para vivir, para experimentar el cristianismo, en la  clave para vivir el cristianismo; la pasión con el otro, el padecer con el otro-‘;  la compasión que es, entonces, una clave fundamental en nuestra fe cristiana comienza , sin embargo, con un sentimiento, si ustedes quieren psicológicos, la empatía, ser empático”, enfatizó.

“Ponerme en el lugar del otro, no llega a la compasión; yo me atrevería a decir que la empatía, el ser empático, el ponerme en el lugar del otro, es donde empieza la posibilidad de ser compasivo, preguntémonos ¿cuántas veces ni siquiera logramos ponernos en el lugar del otro? ni siquiera logramos esta experiencia psicológica, como estaremos en la compasión en el padecer con el otro; pero  -un samaritano que iba de viaje-, dice el evangelista, iba de viaje para hacernos ver que tenían, tenía su proyecto, tenía un objetivo, una finalidad, iba de prisa , embargo, al verlo se compadeció de él,  se le acercó ungió sus heridas con aceite y vino y se las vendo, luego lo puso sobre su cabalgadura, lo llevó a un mesón y cuidó de él”

Y continuó meditando  que la compasión no solo es “Tenderle la mano al que necesita darle de comer al hambriento, de beber al sediento, de curar la herida del enfermo, de visitar al privado de libertad; sino también mirarlo a los ojos, identificarlo como un ser humano, como una persona con dignidad, porque también tenemos la tentación, amadísimos, ciertamente, de ayudar a alguien en su necesidad; pero también de prisa, no tenemos tiempo para detenernos a platicar,  conversar con esa persona preguntarle su nombre, ¿dónde vive?, quisiera visitarte en tu casa, quisiera ir a ver a tu familia”

“Peligrosísimo, que aquella persona a la que ayudamos, llegue a sentir por nuestra actitud, un poco egoísta, o de prisa, o de rapidez, que hasta dependen de nosotros, eso es peligrosísimo, nadie debería sentir porque le ayudamos, que dependa de nosotros, él tiene su dignidad, por eso también yo les doy un consejito, claro que es necesario dar de comer al hambriento de ver al sediento visitar al enfermo, y lo debemos de seguir haciendo, pero también atiendan y estén atentos a ayudarle a los pobres a promoverse, que se desarrollen que salgan de su pobreza desarrollándose total, integralmente”

Poner la atención en un niño que no tiene cómo estudiar”

“Ayudarle a que sea un buen técnico, un buen profesional, es promoción humana, no sólo es asistencia social, la caridad para nosotros debe convertirse en promoción humana, en que aquella familia logré salir de su pobreza brindándoles trabajo, en que aquella familia logre superarse salir adelante, y puedan progresar en la vida, debemos de lanzar nuestra mirada también hacia ello, y es muy necesario hacerlo”, insistió el eclesiástico.

Instó a “Ser prójimos de los demás, y que los demás sean nuestros prójimos. Prójimo es el que tuvo compasión del que estaba caído, es prójimo ese; pero yo soy prójimo en la medida en que me detengo y tomó el tiempo para que su dignidad de personas se sienta valorada

 

Lectura del Comunicado emitido por la CEN sobre el Congreso Nacional Mariano

Mons. Álvarez Lagos, al  final de la celebración hizo lectura de la Convocatoria de la Conferencia Episcopal de Nicaragua al Congreso Mariano, en la clausura de la peregrinación de la imagen de Nuestra Señora de Fátima, y dio la bienvenida a nuevos monaguillos de Catedral.