Su Excelencia Mons. Jorge Solórzano Pérez, Obispo de Granada, meditó en su homilía  de este domingo que “Las lecturas de este domingo nos ofrecen unas reflexiones muy profunda e iluminadoras sobre la fe y sobre la esperanza como valores supremos, que nos ayudan a articular nuestra vida y dar coherencia a lo que pensamos y hacemos. Cuando hablamos de la fe y la esperanza, no estamos pensando en un conjunto de enseñanzas y principios morales no es algo intelectual; cuando hablamos de fe y esperanza nos referimos a algo mucho más profundo, se trata de una experiencia de totalidad que nos mueve a construir nuestro proyecto de realización personal y comunitario, centrado en una confianza ilimitada en Jesucristo”

“Esta confianza en Jesucristo nos da una perspectiva particular para relacionarnos con los demás, con la naturaleza y para usar adecuadamente los bienes materiales. ¿Cómo se desarrollan, puede, las lecturas de este domingo?, esta reflexión sobre el significado de la experiencia de fe y esperanza; vemos en el libro de la Sabiduría, en la primera lectura, y en la segunda lectura la carta los Hebreos, nos narran cómo vivieron el pueblo de Israel y sus grandes figuras, la fe y la confianza en Dios; ¿qué sucede dentro de la comunidad de Israel? Moisés se les ha comunicado que Dios ha escuchado sus lamentaciones, y ha decidido liberan al pueblo de la esclavitud y conducirlo a la tierra prometida”

El prelado dijo que “El pueblo confía plenamente en el Dios de la alianza y emprende el camino. La promesa de Dios es la garantía para lanzarse hacia lo desconocido; no necesitan otro tipo de seguridades, la fe en Dios es el eje articulador de toda la vida religiosa cristiana y diríamos social del pueblo de Israel, el pueblo elegido, y configura su identidad como comunidad».

Confiar en Dios siempre

El obispo de Granada, enfatizó que “En esto consiste la esencia de la fe, confiar totalmente en Dios, su voluntad, con eso todas las incertidumbres que podamos vivir, quedan relativizadas, el Dios siempre fiel, disipando nuestras dudas, confiando en la promesa de Dios, el pueblo inicia su peregrinación, como antes lo había hecho Abraham, padre de todos los creyentes, quien abandonó la tierra de sus mayores en compañía de su esposa, sus empleados y rebaños”, dijo.

“Dios recompensó la fe de éste Abraham, permitiéndoles engendrar un hijo en su ancianidad. Esta profesión de fe cimentado en la confianza se expresa en muchos pasajes del Antiguo y del Nuevo Testamento. Basta recordar algunos salmos que proclaman a Dios como la roca, el alcanzar, la protección; esto sale de lo más profundo del corazón del salmista que interpreta los sentimientos de sus hermanos”

 

Asimismo, ejemplifico el pasaje  “A la confesión de San Pedro: -¿A quién iremos Señor, si tú tienes palabras de vida eterna?- . Teniendo como telón de fondo estas profundas experiencias de confianza total en Dios, este domingo preguntémonos ¿qué significa para nosotros la fe y la esperanza?, la fe de Abraham y la del pueblo que emprende el camino de la salvación, nos está diciendo que creer en Dios y abrirnos a su acción salvífica, no  es un ejercicio intelectual; la fe es abrir la mente y el corazón a la persona de Jesucristo Resucitado, que es camino, verdad y vida”, insistió el eclesiástico.

“San Lucas que hemos escuchado, hoy nos transmite una catequesis de Jesús a sus discípulos,  que tiene como introducción algunas expresiones llenas de mucho afecto nos dice Jesús: – no temas rebañito mío, por que su Padre tuvo a bien darles parte de su reino -, y a continuación va explicando, con profundo sentido pedagógico lo que significa hacer parte del reino de los cielos, por que le dicen:  -rebañito mío, el padre tuvo bien darles parte de su reino-, ¿qué significa ser parte del reino de los cielos?, y ¿cómo este regalo de Dios transforma radicalmente nuestra  comprensión de la actividad o de la vida humana”

 

“El evangelista Lucas nos presenta una catequesis de Jesús a sus discípulos en la que explica con sencillez y profundidad cómo el reino de Dios, transforma nuestra manera de ser y de vivir; al tener parte en el reino de Dios la relación con los bienes materiales se vive de manera diferente, por eso, nos dice Jesús, -Consigan provisiones que no se pierdan, riquezas en el cielo que no se acaban, por que ahí no hay peligro de ladrones, ni polilla que destruya –, por que donde esté es su riqueza, ahí están a su corazón”, recordó.

 

 

La fe y la esperanza regalo precioso que hemos recibido de Dios que debemos agradecer y cuidar

“La fe y la esperanza nos ayudará a escoger el camino del bien y nos conducirá a la casa de nuestro Padre, confiando totalmente en su amor providente, avanzamos en medio de las incertidumbres de la vida, sabiendo que no estamos solos”, observó el prelado.

Pedimos a la Virgen La Conchita, mujer de fe y esperanza

“Esta confianza total en Dios nos invita a establecer una relación libre de apegos a los bienes materiales, a vivir el presente de manera responsable y administrador fielmente la casa común que se nos ha confiado; hoy, también le pedimos a nuestra madre, aquí nos ha dicho el padre que ahora vamos a bendecir esta imagen réplica de la Conchita que sido restaurada, ella es nuestra Madre, es mujer de fe, es mujer de esperanza en nuestro caminar, por eso, pues, tenemos que estar contentos, confiados porque tenemos a la madre”

Inicia Congreso Mariano,  réplica de imagen peregrina ira de parroquia en parroquia

“Estamos iniciando esta semana el congreso Mariano nacional, y ya les están informando de las actividades que tendremos sobre todo miércoles, jueves, viernes y el próximo domingo que clausuramos aquí, la diócesis el congreso nacional, cada diócesis lo hará en sus catedrales; pero además de ese acontecimiento, en nuestra diócesis hemos pensado que la réplica que nos van a entregar de la Virgen de Fátima, que siga peregrinando, no va a descansar, sino que va ir de parroquia en parroquia, permanentemente para que allí la Virgen María nos vaya llenando de fe y de esperanza a cada pueblo, a cada comunidad, a cada persona, a cada hogar, ella es nuestra madre y como madre nos protege y nos ampara y nos enseña el camino correcto”, manifestó el Jerarca-

 

“Así que Damos gracias a Dios por tener a nuestra madre  -La Conchita -. La imagen de la Virgen de Fátima, peregrina, se regresa a Portugal; pero se quedan en ese margen réplica que tendremos aquí en la diócesis; y mientras yo pueda estar de obispo, quiero que sea una peregrinación de la Virgen de Fátima perpetua, va a recorrer las 62 parroquias, algunas parroquias lo van a tener 2 meses, otras menos o dos semanas, una semana como mínimo; pero cuando terminemos de recorrer las 62 parroquias, volvemos otra vez, a una segunda vuelta, tercera vuelta, cuarta vuelta porque si es la madre, no nos abandona, porque así es la madre, nos va llenando de fe y de esperanza, de amor, y de humildad, de fortaleza”, consideró Mons. Solórzano.