“El origen de la familia, la naturaleza de la familia y la misión de la familia” fue el tema central de las lecturas proclamadas este domingo reflexionó  Su Exc. Rev. Mons, Sócrates Rene Sándigo Jirón, Obispo de la Diócesis de León, luego de añadir que: “La familia correcta que tiene su origen en Dios está en el hombre y la mujer. La naturaleza de la familia es la complementariedad que surge entre el hombre y la mujer que dan origen a una nueva vida, cualquier otra institución que quiera asimilarse a la naturaleza de la familia y usurpe el nombre de ser familia es falsa, es una fotocopia mal hecha, eso no es familia. La naturaleza de la familia es el hombre, la mujer y lo que de ellos surge, los hijos; lo demás es simplemente invento humano,  Dios hizo a la familia de esta manera y es así”, afirmo categóricamente.

“Jesús ratifica a la familia. Volviendo a los orígenes, ratificando a la familia, hombre y  mujer que se unen para siempre frente a esa ratificación de la familia, hoy es un tiempo en el que la familia debe afianzarse y debe reasumir el compromiso, la tarea de no fallarle al Señor en la educación de los hijos”

“La familia tiene su origen en Dios mismo, es la primera institución social creada por Dios y, por ende, las instituciones que luego tendrán origen en el ser humano, no pueden estar por encima de la primera gran institución social, la familia”, observó.

“Es Dios, y enviando al hombre solo, reflexiona en sí mismo –No es bueno que el hombre esté solo porque él ha sido creado a imagen y semejanza de Dios– y Dios es comunión perfecta, tanto así, que cuesta racionalmente entender que Dios siendo tres personas, es uno solo: el Padre, el Hijo y el Espíritu, Tres Personas distintas, pero es un solo Dios”, manifestó el Prelado.

“Desde la razón es uno de los grandes misterios difíciles de comprender y cómo le costó a los grandes teólogos como San Agustín, finalmente exponer en aquel tratado de la Santísima Trinidad, la realidad mistérica de El Padre, el Hijo y el Espíritu. Si el hombre es creado a imagen de Dios, no podía estar solo, tenía que ser comunidad” explicó  el obispo.

“Hermosamente Dios, otra vez usa la técnica, la táctica de dormir al hombre para que él no sea consciente de lo que hará, – extraer de su costilla a la mujer -. En teoría el hombre no sabe de donde surge la mujer, porque si se da cuenta, él va a creer que es el dueño de ella; pero no, no. Surge de Dios, surge de la mano de Dios y ahora sí, aparece la complementariedad perfecta  -Esta sí es carne de mi carne y hueso de mis huesos- . Finalmente, Dios instituye la familia al aparecer la mujer”,

 

“Dios no puso al hombre a vivir con una gallina, Dios no puso a que la complementariedad tuya fuera un animalito, no. Su complementariedad es el sexo opuesto (si se le puede llamar así), el femenino y tiene una misión”, advirtió el Prelado.

La misión de la familia es el don de ser pro-creadora

De forma pedagógica el obispo de León dijo que “Ya vimos el origen, la naturaleza, la misión de la familia. En primer lugar, Dios a la familia le da el don de ser pro-creadora, de ser la institución en la que nace la vida, continúa la vida y por eso, cuando se establece sacramentalmente una unión, se le interroga si están abiertos a la vida y en el rito se les pregunta: ¿Ustedes se comprometen a recibir los hijos y a educar los hijos que Dios le de? Interpeló y luego respondió : Porque una misión de la familia es la procreación, es el dar hijos”, indicó.

“El compromiso es recibir los hijos y educarlos, es la primera misión y luego la segunda tarea es crear comunión perfecta que genera la felicidad del otro. La armonía genera tranquilidad, paz, por su belleza”

 

“La armonía crea comunión y la comunión es perfección y es la tarea de la familia: crear esa armonía profetizada por Dios, mandada por Dios, ya no serán dos sino una sola carne; y por eso, abandona el nido familiar y crea su propia armonía perfecta. La idea es crear esa comunión; pero… queridos hermanos, esa comunión implica formación y por ello, la familia debe tener el cuidado de formar bien a la creatura, porque si ustedes forman bien a esa creatura, a ese hijo, le están dando las cualidades o potenciando los valores ya recibidos desde nacimiento para que esa personita no se convierta en un ser dañino e incapaz de crear armonía”, recomendó  Mons. Sándigo Jirón.

 

“Cuando en la familia, la creatura se le educa en responsabilidad y crece con esa idea, con esa conciencia de lo importante que es ser responsable; eso genera estabilidad porque esa persona, antes de dar un paso, lo reflexionará, lo meditará, calculará si es bueno o malo, si hace daño o no, no será irresponsable en dejar un hijo por aquí, otro hijo por allá, otro hijo por acá y después descuidarlo y ni siquiera darle lo básico, desde el punto de vista material, eso se llama irresponsabilidad; probablemente desde chiquito no le cultivaron el don de ser responsable”, meditó.

Sin embargo cuando uno genera vida – dijo el obispo – hay que entregarse al cuido de esa vida. “Si en  familia a esa creatura se le educa en valores religiosos, estamos garantizando una persona que teme a Dios, que le teme a Dios, y por ende, esa persona cuidará en su estructura social, ese acercamiento, esa responsabilidad de cumplir con los mandatos y con aquello que Jesús nos pide de cargar la cruz cada día”, recomendó enfáticamente.

Tarea de educar en valores en el núcleo familiar

“La tarea de un núcleo familiar es fuerte y, Dios ha cimentado su proyecto encima de la familia, tanto así que quiso nacer en una familia, depositando en ella la confianza a la tarea. José (cuyo año estamos celebrando) y María, es esa familia de Nazareth, en la que el Padre deposita la confianza, haciendo venir por obra del Espíritu Santo a su Hijo, Jesucristo”

“La Iglesia, cuerpo de Cristo, igualmente a depositado su confianza en la familia y, por eso, hoy, por ejemplo: ustedes los que traen niños a bautizar, serán interrogados por la Iglesia, la Iglesia les va a preguntar: ¿Se comprometen a educar cristianamente a su hijo?, les pregunta y les deposita la tarea de: a ese hijo, que ya no es solo hijo de ustedes, sino hijo de Dios e hijo de la Iglesia, la Iglesia les encomienda, les envía que se lo eduquen, que se lo eduquen, llevan una tarea”, animó  el obispo.

“La Iglesia, en el Sacerdote, hoy les va a entregar una velita y les va a decir: esta es la luz de Cristo, es la fe, no la dejen apagar, es responsabilidad de ustedes si esa fe se muere, cuídenla”

“Que tarea tan tremenda la que la Iglesia le encomienda a cada familia. A Dios gracias. Con satisfacción la Iglesia dice: que bien por las familias que han sido responsables y han educado a sus hijos y le han cumplido a la Iglesia y, a Dios gracias, son muchas las familias; pero que mal por las pocas familias que le han fallado a Dios, que le han fallado a la Iglesia, que no han sabido educar a sus hijos; como consecuencia, por ahí en la calle anda uno que se dice católico, pero en realidad desviste de su condición, que se dice cristiano, pero es evidente que no fue educado como tal, porque la familia falló”, indico el Jerarca.