Capacidad y tiempo de escucha, contemplación y testimonio de vida son los tres fundamentos que recogen las lecturas proclamadas explicó el  Obispo de la Diócesis de Juigalpa Su Exc. Rev. Marcial Guzmán, en su meditación del  II domingo Cuaresma, tras añadir que: “Podamos  poner en practica mi capacidad de escucha con  los míos, con los que a veces me fatigan, con los que comparto, contemplar al Señor y, esa contemplación me haga reflexionar; y  aprender el testimonio con los de mi casa, con los del trabajo, a dar de Jesús y  decir  -yo te amo y quiero lo mejor para ti –“ instó.

El obispo Guzmán Saballos, expreso que “Estos tres  aspectos vamos a meditar, para contemplar esta experiencia de invitación Jesús en el camino a la pasión. Y en esta experiencia de invitación a la preparación de los discípulos, encontramos también este relato que va fortaleciendo el seguimiento de Jesús, porque Jesús va hacia ese pueblo donde va a dar testimonio pleno de que no se afrenta por lo que ha venido a rescatar a todos los que el pecado ha marcado y Él como Hijo de Dios es el que tiene el poder, tiene todo para salvarnos a todos; porque Él se ofrece como Alianza”

“El Libro del Génesis nos narra el pasaje de Abraham cuando “Hizo  una Alianza que Dios era el que hablaba y por primera vez vamos a encontrar la respuesta de Abraham cuando le iba a revelar las actitudes de esa Alianza para que mostrara como Dios le amaba y se las iba a presentar de una forma concreta  -Mira el cielo y cuenta las estrellas, si puedes, así será también tu descendencia-  Una Alianza de vida, una Alianza de proclamación, de que ese Dios hecho por sí mismo, sin haber sido creado, a la creatura que siempre estará necesitada le va a revelar para que pueda escucharle”

“Esta llamada la encontramos en esa experiencia de Jesús que llama con su historia particular a Pedro, a Santiago y a Juan y los invita que lo vayan caminando tras de Él, porque ellos tienen que aprender a escuchar”, meditó.

“Hoy estamos en la Iglesia con una palabra constante y que no es un slogan simplemente de moda, sino que es caminar juntos, saber escuchar, saber discernir y saber, al mismo tiempo, poner en práctica los resultados”

En este sentido dijo que “Algo más tiene que significar este escuchar, porque hoy tenemos tantas distracciones, tentaciones, enfermedades, cosas que nos pueden distraer en nuestra relación con Dios y nos pueden mantener de una forma como anestesia, adormecido, sin sentir al otro lado, con quien camino, con quien peregrino en esta tierra, sin sentir a mi prójimo que también debo saber escuchar, en las familias ¿Cuánta necesidad tenemos de detenernos un momento y no tener miedo a reunirnos y escucharnos padre, hijos, hermanos, esposa? escucharse a ver cómo se siente, a ver cómo están, a ver cómo camina”, advirtió el Jerarca de Juigalpa.

A veces las tecnologías nos han vuelto muy sordos

“Sabemos mucho y en la concretización nos damos cuenta que no damos la respuesta concreta, pasamos tanto tiempo, ¿Cuántas personas pierden hasta su matrimonio por estar metido en la computadora, en el teléfono, dando, viendo, sabiendo? Interrogando a los fieles. No es que sean malos todos esos medios, pero cuando no lo sabemos usar nos van a mostrar una actitud muy difícil de estar pagando esa factura, porque vemos la ausencia de relación de mi prójimo como ausente”, dijo.

“Hoy, las lecturas nos invitan a seguir a Jesús y escuchar, escuchar lo que Dios quiere, escuchar en estos tiempos, en las realidades temporales, en la enfermedad, hemos pasado una pandemia y todavía estamos viviendo las consecuencias y tenemos que curarnos mutuamente todavía y, en medio de esto, saber dedicar tiempo de calidad”

“A saber quién eres, cómo eres y qué sientes en tu caminar, porque cara vemos, no sabemos como andas por dentro, y llega un momento en que uno se queda asustado cómo explotan las personas con diversas formas, con palabras, con ofensas, con actitudes, con odio, con resentimientos, con rencores y, se queda uno totalmente asustado, pero, esa es la condición  humana”, enfatizó.

El saber escuchar

“Saber escuchar a Jesús que es el enviado del Padre, porque cuando Jesús va subiendo con los discípulos, con los apóstoles que les quiere revelar para que no se escandalicen, porque la transfiguración es un anuncio para que cuando llegue el momento de la experiencia de la vida, del dolor, de la negación, no se escandalicen, porque los está preparando, porque van a ser invitados para ver la gloria, pero antes de la gloria van a contemplar a un Jesús hasta la desnudez, hasta la negación, hasta la actitud de morir en una cruz”, destacó el obispo.

¿Qué es lo que está invitándome a mí como cristiano católico, como Discípulo, como Apóstol?

En este orden interrogó: ¿A qué me está invitando? “A subir con Él, porque cuando he subido con Él, estoy allá con Él en la gloria, viene la belleza de la contemplación, el que contempla ya no se ve a sí mismo, decíamos el domingo pasado de que la Cuaresma es un tiempo para mirar a Jesús, que no nos de esa actitud de narcisismo de estarme viendo a mí mismo solamente, sino mirar a Jesús, porque en Jesús encontraré al salvador, encontraré la respuesta a mis inquietudes y más cuando ese aspecto de contemplación de ver que su dolor es también parte de que mi propia realidad que me invita a participar de la alegría de la salvación”

 

“Jesucristo nos ha llamado a que podamos contemplar toda la ley y los profetas, por eso que encontramos allí, en esa cima encontramos dos pilares fundamentales de la salvación: 1. La ley que Dios ha dado para que el pueblo sepa dónde vas, no podemos vivir sin ley, saber qué es lo que voy a hacer, qué es lo bueno, qué es lo malo, sino la ley de lo que ha planteado y revelado Dios en su Alianza. Hoy escuchábamos la Alianza de Abraham, lo que Dios le permitía, Dios se revelaba y el hombre también que siente la necesidad, la búsqueda de una acción que supere su propia capacidad y era la respuesta de Abraham hacia Dios, sintiendo la necesidad. Hoy encontramos a Moisés, el que le había revelado toda la ley para que el pueblo llegase a la tierra prometida, en medio de las fatalidades humanas, realidades humanas”, relató.

“Ojalá nosotros podamos hoy sentir, meditar y contemplar a ese Dios que por mí, por cada uno de nosotros ha asumido hasta lo último de ser rechazado, de ser calumniado, de ser muerto; pero… no quedar ahí, sino poder experimentar que a ese que ha muerto vale la pena seguirle”

El testimonio

“Qué efecto tiene el testimonio para que los mismos padres de familia que se ganan el respeto con sus hijos, hay muchos todavía que tienen autoridad moral para poder corregir, porque cuando se pierde la autoridad moral se disimula en la casa y se permite todo con tal de no meterse a problema, porque tiene miedo que el hijo le pueda decir: y entonces ¿usted por qué lo hace?”

“Ese testimonio nos afecta a cada uno, porque San Pablo dice: –sean todos imitadores míos y observen la conducta de aquellos que siguen el ejemplo que les  he dado a ustedes, porque muchas veces los he dicho, ahora se los repito -, Pablo va a poder decir con una actitud propia de su vida, ya como un hombre que va a reconocer la bondad de Dios, le va a decir un sentimiento, ahora se lo repito llorando”, refirió.

“Vamos a pedirle al Señor la gracia de ser invitados por Él, de aprender a seguir sus pasos, de aprender que si vamos con Él, alcanzaremos la salvación, aún en medio de la cruz, pero reflexionando para que esta Palabra que la vivo la pueda practicar a lo largo de toda mi jornada de vida”