Su Exc. Rev. Mons. Carlos Enrique Herrera, Obispo de la Diócesis de Jinotega, manifestó en su mensaje de  este V Domingo del Tiepo Ordinario que  “Podemos sintetizar en tres mensajes importantes: el Dios que se nos revela, que nos transmite la fe a través de la revelación, el Dios como hijos nos llama a una vocación, nos llama a una misión”, destacó.

“Dios sabe quienes somos, Dios sabe y le dice:  -no te preocupés, tus labios, tu corazón serán purificados, pero te envío a una misión ¿a quién voy a enviar?. Tú ya has sido perdonado de tu impureza, pero ¿A quién voy a llamar para esta misión?. Isaías termina diciendo  -aquí estoy, Señor, para servirte -. Es importante eso, ese momento, la llamada, la purificación, el verdadero arrepentimiento o realidad del pecado, todos somos pecadores, por el Bautismo entramos en un camino de conversión constantemente”

 

El Obispo de Jinotega record el testimonio de San Pablo “ San Pablo que persiguió a la Iglesia, como vemos que Dios no ve al hombre en su miseria, no lo ve… o sea no lo desprecia, no lo margina, sino más bien busca al pecador, primero para perdonarle, primero para revelarse, esa luz tan fuerte que le llegó a Pablo, que lo hizo totalmente caer en su propia realidad y llevarlo luego para que le impusieran las manos y recibiera el llamado, el don de ser el Apóstol de gentiles, también Pablo se pregunta y le dice al Señor: ¿Qué quieres que haga?, ¿Para qué soy bueno? “, reflexionó.

“Y ya el Señor le dice: pues, que sea el Apóstol de los gentiles, de los paganos; una gran misión para Pablo y él lo reconoce  -El es lo que es por la gracia y la misericordia de Dios, se considera como un aborto-, también reconoce su pecado”

 

Asimismo, se refirio al apóstol Pedro  quien en la pesca va acompañándolo poco a poco. “Lo va conociendo a Jesús, pero no conoce algo más de lo que Jesús y en esa pesca milagrosa se da cuenta de que está con alguien especial: –Jesucristo, Dios y hombre verdadero, capaz de dar la vida, capaz de transformar la naturaleza, en aquel lugar que no pudieron pescar de ahí sacaron mucha pesca, muchos pescados, abundante. Es el signo de la misión que el Señor también le va a enviar  –Ahora serás pescador de hombres-. Ante esa realidad, Pedro se siente también pecador, se pone de rodilla -apartate de mí que soy un picador-«, manifestó.

Tres momentos importantes en la vida

“Hemos visto estos tres momentos tan importantes en la vida: el llamado, la revelación y el reconocimiento de lo que somos ante Dios. Entonces, eso va para cada uno de nosotros también hoy, a veces muchos dicen: ¿Para qué voy a ir a Misa? yo no soy para eso; o si les invitan para una misión, un trabajo  -eso no es para mí -, o sea, ponemos un montón de pretexto y eso más un orgullo, más que humildad, entonces eso también tenemos que ver nosotros en nuestra vida Cristiana”

El Prelado insistió en que “Todos tenemos ese llamado, porque a todos el Señor se nos ha revelado. Ustedes están aquí porque creen, porque Dios les ha regalado el don de la fe, les ha revelado en su vida, en su experiencia y entonces también tenemos ese compromiso de evangelizar, ante todo, con la vida, con el testimonio, pero también ir a anunciar lo que hemos visto y oído”, afirmó.

“Lo que hemos visto es la experiencia vivencial de ese Dios que nos ama, de lo que hemos oído de la Palabra de Dios, de lo que vivimos el misterio de la fe, de los sacramentos, de la confesión, de la Eucaristía, todo esto no debe ser un simple cumplimiento de un domingo, sino una vivencia de la fe, del amor y de la misericordia que Dios va derramando constantemente en nosotros”

Mons. Herrera dijo que “No podemos quedarnos sentados y ya, una vez,  -ya cumplí -, sino que más bien es una vivencia que tenemos que transmitirla a los demás, especialmente a los de nuestros hogares ¿Cómo? interrogó, y respondio: “A través de la oración, a través de la Palabra, a través de la exhortación, de la corrección también, claro que son los primeros que tenemos que corregirnos somos nosotros, porque la Palabra nos escruta, habla y eso es lo que ha hecho Isaías en Pedro, en Pablo y eso es lo que nos hace el Señor en nosotros también al escuchar la Palabra de Dios”, observó.

Estamos llamados, el Señor se nos ha revelado, por eso estamos aquí

“El Señor nos ha perdonado tantas veces, el Señor nos invita a ser su Discípulo, pero también su Misionero  -vayan -, como le dijo a Isaías, como le hizo a Pablo y Pedro:  -vayan, desde ahora serás pescador de hombres. Todos estamos llamados a ser pescadores de hombres, de aquellos que no creen, de los tibios, de los que están en el vicio, de los ignorantes, de todos, una Palabra que vamos a comprometernos esta mañana de lo que el Señor nos ha revelado también hablar de Dios, hablar de la misericordia de Dios, hablar del amor que Dios le tiene a ellos también como a nosotros”

“Que Dios les bendiga y les conceda también la valentía de decir: – Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”, abogó el Obispo.