Su Exc. Rev. Mons. Carlos Enrique Herrera, Obispo de la Diócesis de Jinotega, manifestó en su meditación de este domingo que “El mundo y el demonio siempre te está, nos está diciendo a nosotros –no creas en Dios -, nos habla ya hoy de las tentaciones de Jesús. Él en el desierto esta en el lugar apropiado para esa lucha, en ese encuentro también con el Señor, es el momento de despojo y es así como Jesús va a confiar en el Padre, es el Hijo de Dios, el que lo ha enviado entre nosotros, en este mundo tan lleno de maldad”, reflexionó
“Pero Jesús va a resistir la tentación del demonio, de todo lo que le proponía. Se propuso a hacer un ayuno para ejemplo nuestro, para enseñarnos como purificarnos de las cosas materiales y así, pues, en este momento que Jesús tenía hambre, el diablo le invita a que multiplique aquellas piedras o las convierta más bien en alimento para Él y así rechazar la voluntad de Dios y eso no puede ser, Jesús sabe contestar:-No solo de pan vive el hombre -«.
“La Liturgia de este domingo, de este primer domingo de Cuaresma, nos invita también a hacer nosotros memoria de esa historia que el Señor ha hecho hasta ahora con nosotros, esa historia de amor como la 1era. lectura de Deuteronomio, cuando a través de Moisés hace que haga memoria como Dios sacó al pueblo de Egipto, estaba en la esclavitud, alejados también del Señor y por tanto, esa actitud de acción de gracia, ante todo, al recordar las obras maravillosas que Dios hizo por este pueblo reconociéndolo como su pueblo”
“Y hacerle también una acción de gracia, es reconocer que deben de profezar de nuevo esa fidelidad, esa fe y confianza en el Señor, que sus padres, pues, vivieron en esa bondad y de ese amor de Dios, porque a veces el pecado más grave que podemos tener es perder la memoria del amor que Dios nos tiene de todo lo que el Señor ha hecho por nosotros desde el nacimiento de nuestra vida”, enfatizó Mons. Herrera.
“Aún en la adversidades que hemos vivido, pero el Señor ha estado ahí con nosotros, aún en nuestras miserias, en nuestros pecados, Dios nos ha perdonado. Todo esto es obra, amor, gracia, bendición del Señor, nunca lo debemos de olvidar, sino tener siempre una actitud de acción de gracia y de profesión de fe -sí, yo creo, Señor, en tí -“
¿Por qué tantas guerras?, ¿Por qué tanto egoísmo?
“ ¿Por qué tanto conflicto por las cosas materiales, por el querer tener más y eso? Interroga. Tras responder: “Por querer hacer la voluntad del hombre y no la voluntad de Dios que es la vida espiritual, la vida fraterna, el amor entre nosotros; así, pues, continúa tentándoles ese que quiere sustituir a Dios, el demonio, que lo haga caer en esa, en vez de adorar a Dios Padre, que lo adore a él”, argumentó el Prelado.
“ Y ¿Cuántos a veces adoramos más a este mundo que a Dios mismo? Preguntó a los fieles. Y agregó que “Adoramos a nuestro egoísmo y no al Señor y es ahí la tentación grave también; Jesús sabe responder a esa tentación del demonio que -Solo hay que adorar al único Dios verdadero y no a las cosas de este mundo-. a las manipulaciones, a las injusticias, a la maldad, a la corrupción”
“El demonio que todo lo que encubre en este mundo también de esto, de poner a prueba a Dios, a veces podemos nosotros en nuestas necesidades, en nuestras inquietudes y en nuestras dudas ponerlo a prueba al Señor o cuestionar a Dios: Señor, ¿Por qué me pasa esto?, ¿Por qué pasa esto?, ¿Por qué no me respondes?, ¿Por qué no adquiero lo que aquel otro tiene?” Reiterando las interrogantes.
“ Y va en nuestras mentes, en nuestros sentimientos cosas que estamos queriendo hacer unas preguntas capciosas o de dudas o de falta de fe ante el Señor. Esto es la asechanza del demonio, quiere que Jesús, pues, también ponga a prueba a su Padre. ¡No!, no puedes tentar a Dios, no hay que tentarlo”, advirtió el Obispo de Jinotega.
“Oremos con humildad, oremos con fe, con confianza que Él va a sabernos dar lo que necesitamos y en el tiempo que Él crea conveniente”
“A veces, en nuestra circunstancia en que vivimos pueda ser esto, queremos que el Señor de una respuesta inmediata y eso no podemos nosotros cuestionar al Señor. Oremos, porque la oración es parte de ese camino, de ese itinerario espiritual que nos hace crecer; porque a veces oramos por interés, por un interés temporal, por interés nada más material y eso no es la oración, no es así que tenemos que orar al Señor, sino porque necesitamos estar con Él, porque necesitamos mejorar nuestra vida, perfeccionar nuestra fe y eso es lo que hace”, reflexionó el Jerarca.
“Hoy podemos decir también que estas tentaciones es una ocasión para que nosotros también en esta Cuaresma vayamos creciendo en la fe, en medio de las pruebas, de las dificultades, de las enfermedades, Él nos está purificando y así llegar a la victoria de la Pascua que nosotros caminamos en este año, después de la Cuaresma a la Pascua de Cristo resucitado, después de haber luchado y haber vencido también las tentaciones”, expresó.
“Tomemos en cuenta este primer domingo lo que la Liturgia de La Palabra nos presenta como para continuar ese espíritu de fe, pero también de lucha, de combate contra el maligno que quiere seducirnos, apartarnos del amor a Dios, del amor al prójimo, apartarnos de ese camino de purificación y de santificación. Ya también San Pablo lo dice cómo debemos nosotros también creer en ese único Dios, el Dios que se hace presente en la persona de Jesús, que venció, que sufrió, pero que resucitó y todo aquel que confía en Cristo no va a ser defraudado, sino que el Señor está siempre con nosotros”
“Hay momentos que nos sentimos tal vez que el Señor no nos escucha, pero es un tiempo ahora para renovar nuestra fe y nuestra confianza en el Señor, y ante todo, iniciando siempre ser agradecido, ofrendar nuestro corazón cada día mejor, con más libertad, con más propósitos de enmienda al Señor para que podamos recibir su bendición”, manifestó.
“Ánimo, hermanos, iniciemos, pues, esta Cuaresma con este primer domingo que nos da ese ejemplo Jesús y que nos da los medios: la palabra, la oración, la fe, son los medios que el Señor nos da para vencer al mal”
