El demonio nos va a querer desviar en todo este camino cuaresmal, pero vayamos a las tres tentaciones del texto de hoy. Dice el Santo Padre Francisco, que estas tres tentaciones son: la del poseer, la de la glorificación humana, y la de la instrumentalización de Dioscontempló en su homilía este primer domingo de Cuaresma Su Exc. Rev. Mons. Rolando Álvarez Lagos, Administrador Apostólico de la diócesis de Estelí. Tras enfatizar que igualmente pretenderá hacer “Diríamos al final de la misión en la cruz; a estas tres tentaciones en el desierto, corresponden también las tres tentaciones en la cruz: –Si eres hijo de Dios, baja de la cruz; salvó a otros y no se salva a sí mismo; baja de la cruz y creeremos-“, meditó.

El Evangelio nos presenta las tentaciones del demonio a Jesús en el desierto, de ahí que a este domingo se le llama tradicionalmente el domingo de las tentaciones. Ciertamente, el demonio tienta a Jesús, precisamente al incio de su ministerio público o antes de iniciar el mismo, y lo hace con el claro objetivo de desviar inmediatamente al Señor de su misión”

Somos y seremos tentados por el demonio

Durante la celebración Eucaristica celebrada en la Iglesia catedral Nuestra Señora del Rosario, el eclesiástico advirtió que “La liturgia de la Iglesia que es madre y es maestra, nos propone este texto a nosotros también al inicio de nuestro camino por el desierto, por la Cuaresma, porque quiere el Señor advertirnos que somos y seremos tentados por el demonio para desviarnos de nuestro buen propósito de conversión, para desviarnos de nuestro proyecto personal y comunitario de vida en esta Cuaresma”

 

“El Señor tenía hambre y el demoniol invita:  -Si eres hijo de Dios dile a esta piedra que se convierta en pan -, y explica el Papa Francisco, algo muy importante, todos nosotros, obviamente, tenemos necesidades básica qué satisfacer; los padre de familia se preocupan justamente, por la educación de sus hijos, la salud de sus hijos, un techo, una vivienda digna, por llevar con el sudor de su frente el pan de cada día a la mesa, todos necesitamos satisfacer esas exigencias básica de nuestra humanidad”

Asimismo, dijo que “Muy fácilmente si no estamos atentos a eso, comienza el querer poseer, lo cual en realidad no es para nada malo, el asunto es que cuando el corazón se llena de la ambición del tener y va como el hombre del evangelio queriendo llenar sus graneros, aparte a Dios del corazón, y aparta al prójiimo del corazón y aparta Dios porque ya el centro de sus preocupaciones, de su ser y de su quehacer será la ambición de  seguir poseyendo y teniendo y llenando los graneros; y aparta al hombre porque su egoísmo de querer tener cada vez más y más, le impiden compartir con el otro”, enfatizó.

“Y si comparte con el otro este hombre que caído, esta mujer que ha caído en esta primera tentación del poseer, y poseer y tener y tener más, sea mucho o poco lo que le da al prójimo, son las migajas”

 

Normalmente los poderes de este mundo le dan a los pueblos las migajas

“Normalmente los poderes de este mundo son ricos epulones, que llevan ellos una vida suntuosa  y la historia nos lo dice, los pueblos pueden padecer de hambre; pero los poderosos tienen sus mesas de lujosos banquetes, se las arreglan para siempre tenerlas; pero ven, la tentación es para unos y otros, para nosotros hombres y mujeres del pueblo y para todo aquel que ya ha dejado que esta soberbia del tener, del poseer, toque su corazón”, observó.

“Ciertamente hay hermanos o hermanas, personas que tienen como una sed, yo pienso que puede llegar a ser como necesidad adictiva, enfermisa, al dinero a tener, a tener y querer más y más y no satisfacer nunca esa sed, pìenso que puede llegar a ser hasta una necesidad, una enfermedad adictiva, insisto, para unos  y otros, por eso hemos de revisar nuestro corazón”

¿Estas centrado en Dios?

“No importa si somos ricos o pobres; pero ¿Es Dios el centro de nuestra vida?, ¿Es el hermnano junto al Señor, centro de nuestra existencia?, ¿Somos capaces de ser como la viuda que da el óbolo, lo que tenía para vivir?” Interroga el obispo. “O la viuda de Sarepta que me encanta tanto porque solo tenía el panecillo para ella y su hijo y morir, sin embargo obedece al profeta Elías y le hace los panecillos, y dice el texto,  –desde entonces en esa casa nunca faltó  arina en la alcuza, ni aceite en la jofaina”, citando el pasaje del (1Re 17,14)

“Revisar nuestro corazón para saber si somos el muchacho de los cinco panes y dos peses que damos de lo que tenemos, de lo que somos, que compartimos, hermanos, nunca las migajas, nunca, por favor, siempre de lo que somos y tenemos”

“Y el Señor le responde a satanás: –No solo de pan vive el hombre -, y hace referencia cuando el pueblo el Israel, recuerden ustedes, necesitado en el desierto, también fue tentado porque pudo recurrir a los dioses para poder satisfacer su hambre, sin embargo,  -Esperó en el Señor y Dios les dió el maná-“, refiriéndose al pasaje del Ex16.

“La segunda tentación, dice el Papa, -Es la de la glorificación humana -. Yo meditaba esta mañana, esta tentación de la glorificación humana va dirigida a nuestro ego, a nuestro yo, todos por naturaleza queremos ser los primeros, queremos ser importantes, en general, si no todos, la mayoría, la naturaleza humana es corrompida, es caída, a sido redimida; pero lleva esa marca del pecado ahí; y al ego, si uno no lo tiene dominado, si al ego uno no lo tiene con cuidado, el ego se infla y uno termina siendo víctima de su propio yo”

En este sentido refirió las Escritura expresando: “Claro, le dice satanás, – a mí, me ha sido entregado todo el poder y la gloria, estos reinos y yo los doy a quien quiero, todo será tuyo si te arrodillas y me adoras -, imaginémonos, que alguien nos diga todo va a ser tuyo, todo va a ser tuyo, lo que querrás, y también pienso que los poderosos de este mundo, muchas veces, dandod las migajas a los pueblos le dicen igualmente, estas migajas serán tuyas si me adoras,  son los nuevos ídolos, son los nuevos dioses con los que los pueblos somos tentados. Estas 30 monedas de plata serán tuyas si me adoras, si te vienes conmigo, si haces lo que yo te digo”, meditó.

 

El Prelado dijo que “Nuevamente son tentaciones dirigidas a unos y a otros, a todos, cada uno en su condición, cada uno en su realidad y todos hemos de estar atentos para rechazarlas, no permitir que nuestro ego nos llegue o nos lleve a ser víctimas del mismo. Frenarlo, refrenarlo con fuerza, por eso, dice la Palabra: -Solo los violentos entran en el reino, esta violencia interior de no permitir que el ego, la soberbia hagan ala en nuestra vida, de rechazar esos reinos, esas glorias humanas que tienen siempre un precio y son precios carísimos los que se pagan cuando se accede a esta tentación”, advirtió.

El Señor le responde: -adorarás al Señor, tu Dios y a Él solo servirás-.

Asimismo, manifestó  que “La tercera tentación, dice el Papa: – es la de la instrumentalización de Dios.  -Si eres el hijo de Dios, arrójate desde aquí -. Y el diablo usa la Escritura también ¡atentos!, el diablo también usa la Escritura, el diablo también habla de Dios, el diablo también se sabe la Biblia, usa textos bíblicos. ¿Ven la instrumentalización?, interpeló el Administrador Apostólico.

Hermanos ¡atentos!, ¡muy atentos!,

“Está instrumentalizando a Dios, lo está usando, está usando la Palabra como un instrumento para tentar al propio Dios. Hermanos ¡atentos!, ¡muy atentos!, estos textos son profundamente iluminadores en nuestra vida personal, en nuestra vida matrimonial, social, en nuestra vida nacional, ¡muy iluminadores!. Y le dice: -los ángeles del Señor tienen órdenes de cuidarte y de sostenerte en sus manos para que tus pies no tropiecen con las piedras-”.

En su meditación del mensaje del  Papa Francisco dijo que “Otra reflexión muy importante: – ¿Cuántas veces nosotros podríamos también querer instrumentalizar a Dios?. Es importante y cuestionadora la pregunta del Papa, porque uno como creyente dice: ¿Yo alguna vez he querido usar a Dios para mi beneficio?, ¿Yo alguna vez he querido usar a Dios para mi provecho?”

“Y también meditaba esta mañana en este texto y pensaba cada uno debe hacer un examen de conciencia ¿en algún momento yo he querido usar a Dios para mi provecho, para mi beneficio?»

Sobre el particular expresó que “Podría ser que algún momento de nuestra vida hayamos querido instrumentalizar a Dios pidiéndole cosas que son glorias humanas, pidiéndole cosas que son caminos superficiales o superficialidades, que quieran satisfacer nuestra soberbia, nuestro ego, nuestro yo, nuestra vanidad”

“Si fuera así, eso sería también, claro, una instrumentalización de Dios. Y volvemos a reflexionar, que esto es un cuestionamiento para todos, porque… ¿Cuántas veces los poderes de este mundo quieren instrumentalizar a Dios?, ¿Cuántas veces se habla en nombre de Dios para explotar a los pueblos?, se utiliza el nombre de Dios, en la historia se ha usado el nombre de Dios también para la guerra, la Iglesia ha pedido perdón por sus propios pecados, cuando en la historia, probablemente por las circunstancias que sean, también hayamos podido caer en este error y, los poderosos de este mundo que lo han hecho y lo siguen haciendo, deberían de pedir perdón por instrumentalizar a Dios, por querer agarrar o agarrar a Dios como bandera para sus propósitos políticos, para sus enriquecimientos ilícitos”, observó elPrelado.

 

“Esta Palabra, es una Palabra que nos cuestiona (vuelvo a decir) a todos hermanos amadísimos; es una Palabra fuerte, es una Palabra dura, es una Palabra en la que pienso -nadie, especialmente nadie puede sentirse exento de hacer un auténtico examen de conciencia. Y el Señor le responde:  -No tentarás al Señor, tu Dios-“

Con el diablo no se  dialoga, Jes responde con la Palabra de Dios

“Y el Papa concluye esta reflexión diciendo algo que él lo ha repetido muchas veces, importante  -con el diablo no se dialoga. Fíjense que aquí Jesús no dialoga con el diablo, con el diablo no se platica, no se dialoga. Dice el Papa:  -Jesús responde con la Palabra, pero no dialoga con el diablo -, primero: porque nosotros tenemos el poder de la Palabra de Dios, no necesitamos dialogar con el demonio y, segundo: porque el demonio es muy astuto, es seductor y si uno se pone a dialogar a platicar con él, puede fácilmente engañarlo, no platiquemos con el demonio, contestemos siempre, amadísimos, con la Palabra del Señor” recomendó en su mensaje el señor obispo.

“Que la Virgen Santísima, la llena del Espíritu Santo, nos permita hacer un examen de conciencia en este día, nos permita afianzarnos en nuestros buenos propósitos de conversión y nos permita la fortaleza para no caer en la tentación”, abogó el Jerarca.