Su Exc. Rev. Mons, Sócrates Rene Sándigo Jirón, Obispo de la Diócesis de León, contempló en su mensaje este primer domingo de Cuaresma que  “La primera tentación es aquella por la que el maligno se quiere aprovechar de una necesidad corporal en Jesús, lo cual, por cierto indica, que no esta aparentando ser hombre, que es hombre como lo profesamos en el credo, tiene necesidad, siente hambre, dice el texto; con lo que no cuenta el maligno es que Jesús, espiritualmente ha salido fortalecido,  porque aprovechó la necesidad, la carencia, el hambre  y la transforma en una Fortaleza”

“Hemos hecho de una debilidad, una fortaleza, hemos fortalecido el cuido de la salud y manejado mejor las relaciones corporales con otros. El demonio no sabe que Jesús, siente necesidad de algo en el estómago; pero espiritualmente ha salido fuerte, de ahí que le revierte con un argumento bíblico; pero también dice la Palabra –Que no solo de pan vive el hombre-“, dijo el obispo.

“La primera conclusión, nosotros no podemos dejar que en nuestras debilidades, en nuestras carencias, en nuestras limitaciones, en nuestras necesidades, el maligno se aproveche, nos envuelva y nos hunda, porque nos pone las cosas fáciles. Pongo un ejemplo de cómo no hay que caer en la tentación cuando tenemos necesidades”

“Hoy, en técnicas evaluativas, se dice que las debilidades hay que transformarlas en fortaleza, por ejemplo, lo débil que se mostró la humanidad ante la pandemia, bien llevada, nos ha fortalecido en el cuido de la salud, en el aseo”, subrayó

“El demonio se la estaba poniendo fácil a Jesús, sabía que lo podía hacer. – Mira, ahí estan esas piedras, tienes hambre, conviértelas en pan -, lo podía hacer, sí lo podía hacer, de heho más adelante vemos a Jesús multiplicar panes y dar de comer miles de personas, lo podía hacer; pero no cae, no cae porqueno quiere que el maligno se aproveche de su necesidad corporal, y al mismo tiempo enseñarnos a nosotros a saber manejar con seridad y desde él, las necesidades”

El Obispo de León continuó diciendo que el maligno le dice a Jesús : ” –Mira, te voy a dar todo eso que ves, te daré poder-, lo que no sabes o no quiere entender el maligno, es que está hablando con aquel que ha creado todo, que tiene un dominio absoluto de todo, que es parte de la Trinidad, que es Dios, que todo lo tiene en sus manos, que es aquel por quien ni una hojita de árbol se ueve sin su voluntad. Lo quiere tentar: -Te daré todo, tendrás poder”, manifestó.

“La tentación, no es tanto de tener poder, lo está tentando que utilice mal el poder, su liderazgo, sabe que tiene la capacidad; pero lo quiere tentar y en ese sentido, queridos hermanos, no hay contradicción en cómo Dios ve el liderazgo, Dios no ve mal los liderazgos, ni la iglesia tampoco, es más a nuestros Sacerdotes en el seminario, se les enseña a ser líderes, porque de lo contrario no funcionarían como Pastores”

“Un líder, tiene que tener una visión amplia, tiene que tener un control del rebaño, tiene que tener virtudes como la responsabilidad, la cercanía, la comprensión la capacidad de escucha; se les enseña, incluso, técnicas de manejo de grupos. Es bueno, pues, tener poder, sí. Lo que pasa es que el maligno quiere llevar a Jesús al mal uso del poder y es lo que hace con nosotros”, enfatizó

“El liderazgo, el poder que Jesús, que Dios quiere de nosotros, es el de ponerlo al servicio, se lo dijo a Pedro y a los Apóstoles cuando les lavó los pies: –Yo que soy el maestro y he hecho con ustedes esto, ustedes deben hacerlo con los demás-“ dijo.

“Al Papa le preguntó alguien, ¿la iglesia sigue siendo piramidal?, porque arriba estaba el Papa, los Obispos, los sacerdotes, los religiosos y los laicos en último lugar, y le contestó: sí, sigue siendo piramidal la jerarquía en el iglesia; pero se ha volteado la pirámide, ahora en último lugar y como primieros servidores, estamos el Papa, los Obispos, nos hemos echado encima al pueblo de Dios para servirle, el verdadero liderazgo, el verdadero poder, es aquel que se pone al servicio de los demás, no el que impone, no el que maltrata, no el que anula”

“No es aquel poder que lleva a sus subditos por malos caminos, incluso hasta la muerte, con guerras nefastas, esos son malos líderes, los que conducen a la humanidad a tragedias como esa que estamos viviendo actualmente, la guerra entre esos países, y la guerra entre otros países, cuando el poder es mal llevado, se conduce a los subditos por malos caminos, y eso se lo que quiere el maligno con Jesús. –Te daré el poder-“, reflexionó el eclesiástico.

“Hemos de saber que ante la tentación, que los sistemas, las ideologías, los modismos, nos quieren llevar de estar por encima de los demás con poder, hasta en la universidad, en las escuelas, nos echan a competir y nos ponen una gran cinta como reconociendo que somos mejores que los demás, que soy mejor alumno que el otro, cuando deberían de meterme en la cabeza: eres el que más vas a servir, porque has aprovechado y tienes que aprovechar esas capacidades adquiridas, para servir a la sociedad, para servir a la gente, no para presumir de tus conocimientos y aplastar y explotar a los demás”, contempló el Obispo.

Esos sistemas  hechado a pelear en competencias

“Que nos llevan a un esquema contrario de Jesús, en el cual el poder está al servicio del más débil, el fuerte está al servicio del más débil, no lo hace caer, no lo hace caer y le responde con otro argumento bíblico de que: –Solo al Señor adorarás, solo al Señor -, es decir, no tenemos por qué rendir pleitesía al que es creatura y cuyo poder es adquirido, donado por Dios y que debe ser bien utilizado”

 

“No le basta y le lanza una tercera: mira, súbete ahí en la terraza, y lánzate para que los ángeles te lleven como superman en el aire y todo Jerusalén te vea lo famoso que eres, la tentación de la fama, queridos hermanos, todos estamos tentados”

“Es la fama, una tentación, sin duda que está ahí presente en todo, y el maligno quiere que Jesús, se sienta aplaudido, reconocido, famoso, lo que no sabe el maligno, o si lo sabe, es que Dios vive para sí mismo y se recrea en Él, y no tiene necesidad de alagos, de glorias, de alabanzas, de aplausos, porque Él en sí mismo es, existe y no necesitan de que le aplaudan”

Cuando nosotros alabamos, glorificamos, aplaudimos, exaltamos a Dios,

“Es por expresión de gratitud, por lo que de Él hemos recibido, y pues, reacciona nuestro ser aplaudiendo a quien nos ha bendecido; pero no es porque Dios viva de alabanzas, de glorias, a veces vanas, no es de la fama, en sí mismo es,  y existe y se recrea y por eso lo vencerá con una contundente cita en la que al maligno le dice que:-No tentarás al Señor tu Dios-“ destacó.

“La tentación de la fama te lleva a no ser feliz, porque nunca vas a estar contento contigo mismo, y vas a depender de lo que digan, de las exaltaciones de los demás, de las opiniones de los otros, vas a depender y nos vas a tener tranquilidad, caíste, puedes caer en esa tentación”, enfatizó Mons. Sándigo.

La manera de vencerlo es tener a Dios,

“Porque al que Dios tiene nada le falta, por ende, sentiras siempre satisfacción, serás una persona siempre satisfecha, gozosa, que estas conforme con lo que eres, con lo que tienes y cómo vives la vida. No cayó, sin dudas, Jesús, y nosotros venceremos esa tentación, de la fama destructiva si estamos con Jesús”, indicó.

“En este camino de Cuaresma, nosotros tenemos que irnos fortaleciendo, porque esas tentaciones, estan ahí con nosotros todos los días, todos los días tenemos necesidad de… y por ende, expuestos a… Todos los días en nosotros crece, ese querer, tener, poder, incluso hay expresiones que a mí no me gusta oírlas, y cuando las escucho las corrijo, le preguntan al estudiante, al estudiante sea universitario, o sea de estudios medios, bachillerato, ¿por qué está estudiando?, porque quiero ser alguien en la vida, o sea, que sin estudiar no eres nada, y el que no estudió, entonces no es nada, qué expresión más errada”, analizó el Jerarca.

“Es que tienes en la mente, que el estudio te da fama, te da poder, te pone por encima de los demás, esa tentación del poder está ahí y hay que dominarla, sabiendo de que lo que soy es para los demás, de que Dios me ha dado capacidades para ser un misionero en la sociedad, de que Dios me puso en esta vida, para realizarme haciendo el bien y nunca cansarme de hacerlo, la tentación de la fama está ahí, y tenemos que fortalecernos para dominarla, si no, nunca estaremos tranquilos”

“Y los invito a seguir caminando juntos, porque solo juntos vencemos la tentación, de ahí la imagen de la oveja descarriada, que al separse del rebaño, está expuesta, y hay que buscarla para volverla al redil, y caminar juntos, porque solo juntos podemos vencer el mal, y solo juntos vencer las tentaciones; y cuánto me alegra que nuestros templos ahora, estan te llanos, repletos, como nuestra santa y basílica iglesia catedral hoy, es que estamos aprendiendo a caminar juntos para no ser vencidos por la tentación; entonces el reino de Dios tendrá mayor manisfestación”, advirtió.