Con ocasión de la Fiesta de la Ascensión  del Señor al cielo en este VII Domingo de Pascua, Su Exc. Mons. Francisco Tigerino,  Obispo de la Diócesis de Bluefields,  enfatizó en su homilía que “Jesús con su resurrección y con su Ascensión ha dignificado a toda la humanidad con su Encarnación ha llevado al nivel más alto la dignidad de la condición humana”

En su meditación refirió que “La liturgia de hoy,  nos permita a nosotros poder caminar en Dios, pero sin perder de vista la visión que corresponde, el compromiso de fe que nos corresponde en esta vida y que es un compromiso también histórico encaminado en la historia de la humanidad”.

El Prelado dijo “Tiene que haber también un compromiso en nuestra vida,  esta vida, un compromiso de nuestra fe, y solo así, después de ello podremos caminar al cielo. Jesús nos da la garantía que su propia subida, su Ascensión es también la Ascensión de todos sus seguidores. Que el corazón de cada uno de nosotros esté siempre mirando al cielo, pero con los pies bien puestos, bien firmes en este suelo, en esta tierra, dedicados a cumplir con la misión que se nos encomienda con la mayor responsabilidad posible”

En su reflexión manifestó que “El ha ascendido, primero al Señor para ayudarnos a nosotros y poder llegar libres hasta Él: Jesús sentado a la diestra ha prometido el Espíritu a los Apóstoles, pero también ha prometido que un día sus seguidores estarán junto con El. Este es el lazo que sostiene a la fe cristiana”.

Mons. Tigerino medito que “Un día toda la Iglesia, toda la humanidad será ascendida por Dios a través de Jesucristo. El habla de modo más misterioso y más profundo, presente a través de su espíritu, en el interior, en el corazón de cada uno de sus seguidores y esta presencia, ahora, todavía mucho más fuerte, porque Jesús está presente físicamente con sus discípulos, con un grupo, los apóstoles, ahora está presente en todo lugar, a través de su Espíritu”.