El Arzobispo de Managua Su Eminencia Rev. Cardenal Leopoldo José Brenes S; propuso en su homilía de esta mañana de domingo, que se celebró el 29 aniversario de la consagración de la Catedral Metropolitana dedicada a la Inmaculada Concepción de María que: “No podemos desaprovechar esta oportunidad para promover el perdón, la reconciliación, la fraternidad, buena convivencia y evangelizar desde el seno de nuestra Iglesia Madre”. Tras insistir que “Se ha de respirar: el perdón, la humildad y la conciencia de ser una Iglesia en salida, la sinodalidad y caminar juntos obispo, sacerdotes, Vida Consagrada y fieles, quienes no son solo Colaboradores sino Corresponsables de la marcha de la Iglesia”.
“En base a este edificio catedralicio estará como garantía de estabilidad y paternidad la piedra angular cuyo nombre es Jesucristo, y que nada ni nadie lo podrá destruir como es su promesa. Y ponernos en las manos de la Virgen María que nos proteja con su manto”
El prelado contempló en su mensaje que la “Iglesia catedral es una casa de plegaria, culto, adoración y santificación, es el lugar donde el pueblo de Dios católico acude a encontrarse con el Dios vivo y verdadero y también, para experimentar la imagen visible del templo vivo que somos cada uno de nosotros”, argumentó.
Catedral es espacio de encuentro y diálogo filial
“La fiesta de la dedicación de nuestra iglesia catedral…. Nos hace presente la respuesta del hombre a la petición de Dios, que haya un espacio para que hombres y mujeres, llamados a la comunión, a la relación amorosa y al dialogo filial puedan encontrarse con nuestro Dios creador y nuestro Padre”
Aquí se cumple el Libro del Apocalipsis – enfatizó el Arzobispo – “Esta es la morada de Dios con los hombres y Dios acampará y estará con ellos” citando el pasaje, y añadió “Para facilitar esa comunicación divina. El templo es el ambiente que hace posible este sueño de hombres y mujeres”, dijo el eclesiástico.
La Catedral es el principal espacio donde el Señor nos llama, acoge y bendice
“Es además, la morada y el signo por excelencia de y una Iglesia santa, católica y apostólica; que en la Iglesia particular gobernada por un obispo se hace presente, un Sacerdote. La catedral es la casa propia de los obispos de los apóstoles sucesores de Pedro que Jesus llamó, en cuya edificación material hoy, en semejanza de este edificio material, y cuya edificación hoy conmemoramos, y todas las piedras bien establecidas contribuyen a la estabilidad, belleza y unidad”
EL Arzobispo metropolitano observó que ”Ahora por ser Hijos hemos de recordar que por medio del Bautismo, que somos Templo del Espiritu Santo, formando un Sacerdocio santo para ofrecer sacrificios espirituales, afectos a Dios por Jesucristo. Recordemos todos que somos Templo, Sagrario del Espiritu Santo. Y en base a este edificio catedralicio estará como piedra angular escogida y preciosa, cuyo nombre es Jesucristo, donde nada ni nadie podrá destruir”, insistió.
Respirar: perdón, humildad y conciencia de Iglesia en salida y caminar juntos
“En toda las 118 parroquias de esta que se extienden en toda la Arquidiócesis – dijo el pelado – “Se ha de respirar: el perdón, la humildad y la conciencia de ser una Iglesia en salida, la sinodalidad y caminar juntos obispo, sacerdotes, Vida Consagrada y fieles, quienes no son solo Colaboradores sino Corresponsables de la marcha de la Iglesia”
El Cardenal Brenes admira a fieles visitantes de otras diócesis
Asimismo, destacó la presencia de feligreses provenientes de distintas diócesis, quienes llegan al Catedral a rezar, a orar ante la Venerada Imagen de la Sangre de Cristo, a vivir la Sagrada Eucaristía, así como a otras actividades de esta sede arzobispal.
Recorrido histórico de construcción de Catedral Metropolitana
El purpurado, hizo un breve recorrido histórico cuya remembranza fue especial, del inicio de la gestión de edificación – 1990 – que realizara el Tercer Arzobispo de Managua Su Eminencia Rev. Cardenal Miguel Obando y Bravo (q.e.p.d), de quien manifestó era un “hombre sencillo y humilde”, que hizo la petición de apoyo al entonces Arzobispo de Boston (EEUU) Su Emi.Rev. Mons. Bernard Law; y quien a su vez, efectuara diligencias con el benefactor Sr. Tom Monaham, que tenia una fundación que construía Capillas, tuvo una respuesta positiva que permitió dicha construcción del edificio en los años 1990 a 1993. ” El templo como otros templos tiene que ser “En esencia y modelo símbolo del apoyo generoso de los hermanos”, expresó.
Al tiempo que recordó también, “El dinamismo de los fieles, de gente sencilla que unió esfuerzos, limosnas, mediante rifas y diversas actividades impulsadas en esta obra. Y sus oraciones implorando la misericordia de Dios”, enfatizó.
Otra muestra del trabajo del pueblo de Dios fue el reto del señor Monaham “dar un dólar, y como contribución el benefactor daría cinco dólares”, rememoró el Jerarca.
Arzobispos Metropolitanos
EL Cardenal Brenes Solórzano, hizo memoria de los señores Arzobispos que le han precedido, Mons. José Antonio Lezcano, quien fue un gran impulsador de la Catedral Santiago, ubicada en la vieja Managua y que fue destruida por el terremoto ocurrido en 1931; así también, Mons. Alejandro González y Robleto, quien fuese impulsor de las Vocaciones y fundara el Seminario.
Asimismo, el Cardenal Miguel Obando y Bravo,(q.e.p.d), que tuvo la iniciativa de edificar una catedral nueva en Managua y que oportunamente le expresara a Mons. Bosco Vivas (q.e.p.d) y a él mismo – Brenes Solórzano – le pidiera “constrúyeme una catedral – y poco a poco vieron el lugar donde podría construirse y a los benefactores. No obstante, narró que en 1991, lo envió a la diócesis de Matagalpa, pero él en silencio, siempre pasaba viendo el avance de la obra, que se concluyó el 3 de septiembre de 1993.
29 años de tener un Templo Madre en la Arquidiócesis
“Mons .Obando y Bravo guiaba al pueblo de Dios que se le había encomendado con sencillez : enseñar, servir a la comunidad e instruir en la doctrina de la Iglesia, durante 17 años desde la parroquia Santo Domingo, ubicada en las Sierritas de Managua”
Bendice Vasos Sagrados que datan de 1931
Durante un espacio de la santa Misa, el señor Cardenal bendijo dos Vasos Sagrados, que fuesen recopilados y únicos en existencia, después del terremoto de 1931 – Cáliz, Patena y Copón – y que fuesen utilizados por sus predecesores también, y que hoy están restaurados como parte de la historia de la Iglesia en esta Arquidiócesis de Mangua.