El Administrador Apostolico de la diócesis de Esteli Su Exc. Rev. Mons. Rolando Álvarez Lagos, expuso en su homilía de este III domingo del Tiempo Ordinario que:  “La Palabra es luz para el mundo, es luz para nosotros, y encontrando en ella nuesta vida, nuestra guía, nuestra brújula, para saber conducirnos, para vivir, encontrando en ella nuestra luz, en la sencillez en lo ordinario de todos los días sin hacer necesariamente cosas extraordinarias, incluso, me atrevería decir, sin que nosotros nos percatemos, nos demos cuenta, estamos siendo luz para los demás”

“Basta que cada uno de nosotros, aquí presentes, los que nos acompañana a través de los medios de comunicación, abramos ese corazón a la Palabra que se cumple hoy, que esta aquí hoy frente a nosotros, delante de nosotros, ante nosotros hablándonos al corazón, dejarnos iluminar por ella, asumir un recto y radical compromiso con ella para que luego salgamos al mundo siendo luz que ilumina, sal que da sabor y fermento que da forma”

“El texto del evangelio que se nos ha proclamado, como hemos escuchado, tomado de San Lucas, en realidad esta compuesto de dos textos a la vez; el primero es la introducción que el evangelista hace a su libro cuando saluda a Teófilo, dirigiéndole palabras de aprecio y de cómo él ha venido recabando todos los hechos y palabras de Jesús”, explicó en su meditación particular con ocasión de celebrar la Iglesia universal  el Domingo de la Palabra.

Asimismo, dijo que “Teófilo, en griego, significa amigo de Dios, de tal manera que ya el hecho de introducir su evangelio saludando a un amigo de Dios, nos introduce a nosotros en el Espíritu y en el corazón de la buena noticia de Jesucristo; esta buena noticia que el Señor hoy nos presenta, entrando como buen judío, y por lo tanto, como era la costumbre de hacerlo los días sábados, a la Sinagoga, a la casa de oración, donde se reunían a escuchar la Palabra de los profetas; y Él, desenrollando el libro del profeta Isaías, encuentra este texto que hemos también escuchado: -El Espíritu del Señor esta sobre mí, y me ha envíado a anunciar a los pobres la Buena Noticia”, haciendo alusión a la lectura proclamada.

“Dice Orígenes que  –No fue una casualidad, que el Señor haya desenrollado el volúmen del profeta y encontrado esta palabra, si no, una verdadera providencia; y efectivamente, después de un espectacte silencio, o de un silencio espectativo, el Señor afirma categóricamente: hoy se ha complido esta palabra –“recordó.

Citando el pensamiento del Padre de la Iglesia “Cirilo, de Alejandría,quien  sitúa ese hoy entre la primera venida del Señor y su segunda venida que esperamos, es decir, lo sitúa en el aquí y en el ahora nuestro, ese hoy es aquí y ahora para nosotros. Nosotros, que nos reunimos especialmente todos los domingos, para dedicarlo al Señor, para escuchar su Palabra, para celebrar su resurrección, para fortalecer los lazos familiares y para descanzar”

“Un descanzo que no es cualquiera, es un descanzo en el Señor que nos habla, es un descanzo en el Señor, al que le abrimos sinceramente nuestro corazón para que el nos hable y nosotros escuchar su Palabra; es un descanzo en el que nos disponemos a celebrar nuestra salvación, en que nos disponemos a vivir en la familia y con los hermanos, la caridad, es un descanzo para celebrar como de manera específica y especial lo hacemos hoy, la palabra de Dios

“Es un llamado, amadísimos heramanos y hermanas,  –a abrir, como nos insistía San Juan Pablo II de par en par, las puertas de nuestro corazón a Cristo Redentor -. No tengan miedo, nos decía él, no tengan miedo, abran de par en par las puertas de su corazón a Cristo Redentor”, recordó el Prelado.

En la Palabra de Dios encontramos la luz de nuestra vida, en la palabra de Dios encontramos la  guía,  encontramos la brújula, en la palabra de Dios encontramos aquella luz que todos necesitamos para poder conducirnos en la vida, más aún, para poder vivir”, sostuvo el Prelado.

Sin la palabra de Dios, nosotros viviríamos en la oscuridad

“Hoy nos esta llamando a la atención para atender su palabra, también nos invita de esa forma a sentirnos y sabernos responsables, corresponsables de la misión de la iglesia, de la evangelización que como he dicho de manera silenciosa, callada, ordinaria, se va realizando cuando cada uno de nosotros se ha dejado iluminar por esta luz maravillosa y radiante de la palabra de Dios; pero también hoy, pesamos en tantos misioneros, miles de misioneros que en nuestras parroquias y comunidades se dedican día a día se dedican afanosamente con entrega generosa, con un corazón ferviente, fervoroso, fiel a Cristo y a la iglesia a ejercer un servicio específico en ella”, expreso el Jerarca.

Destaca la misión evangelizadora de todos los miembros de la Iglesia

“Hemos de pensar con amor, en tantos delegados de la palabra, catequistas, en tantos ministros, lectores, ministros extraordinarios de la comunión, en tantos coros, músicos, cantores, en tanta gente buena que cuida nuestras capillas, nuestros templos, como lo más sagrado de su vida, en tanta gente del campo y de la ciudad que pone como ustedes su granito de mostaza para que la iglesia pueda seguir extendiendo el reino de Dios”, dijo.

“Tanta gente fiel, pensamos en tanta gente que en el campo camina kilómetros, leguas, para poder llegar a la celebración de la palabra, para poder llegar a la celebración de la Eucaristía, pensamos en tantos hombres y mujeres, padres de familia buenos, hombres y mujeres de fe que se apresuran a bautizar a sus hijos, que lo hacen con convicción de fe; en tantos padre de familia que se preocupan para que sus hijos sean confirmados con la plenitud del Espíritu Santo, en tantos padrinos que se toman en serio su compromiso, su misión de apadrinamiento, de custodios de la fe de aquel niño de aquel joven”.

Mons. Alvarez Lagos destaco la labor de los “Líderes de nuestros movimientos eclesiales, pensamos en tantos grupos de oración, en tantas comunidades de oración que se reúnen semanalmente para orar, para meditar la palabra, para pedir luces al divino Espíritu, pensamos en tantas asociaciones, fraternidades y cofradías consagradas a la Virgen Santísima, a nuestros santos patronos, pensamos en los peregrinos, que van agradeciendo al Señor o pagando con una fe sencilla y profunda, una promesa a su santo de devoción”, dijo.

Y añadió “Al Señor de los Milagros, al Cristo Negro, al Cristo de Esquipulas, en fin, pensamos en cienes de miles de hombre y mujeres como ustedes que tienen un compromiso de servicio, pensamos en nuestros benefactores, en nuestros bienhechores que nos ayudan a sostener esta obra de evangelización que es de todos, pensamos en la gente que se dedica a orar por nosotros los sacerdotes, pensamos en esas mujeres  y hombres que se consagran a la adoración perpetua, a la adoración ante Jesúsa Sacramentado, pensamos en las familias que diariamente rezan el Santo Rosario y viven fidelidad a Cristo, a la iglesia a sus pastores”, subrayó.

Pensamos en esa fe sencilla del pueblo de Dios que queremos todos, todos, pastores y rebaño, vivir iluminados por esta Palabra”

 

Pensamos en los jóvenes, que son el presente y el futuro de la iglesia el presente y la esperanza;

“Pero la esperanza comienza aquí y ahora, muchahos y muchachas; pensamos en estos jóvenes que consagran su vida al Señor, que se entregan al Señor, que le entregan su juventud al Señor, que han descubierto, como decía el Papa Benedicto XVI – que Cristo no nos quita nada, si no que nos da todo-. Y por supuesto, como el Papa Francisco, precisamente comentando este texto evangélico, pensamos en los pobre, porque el Papa nos recuerda que indudablemente nosotros tenemos todos, una predilección por lo pobres”, sostuvo el Prelado.

Yo pensaba, ¿Quiénes son los pobres?

Ante este interrogante expuso: “Pues los pobres somos, de alguna manera, todos, somos los pecadores los pobres; pero también los pobres son los marginados, los que nos tienen sus tres tiempos de comida, los niños desnutridos, los niños  en la calle, las viudas, los huérfanos, la mujeres que son explotadas sexualmente, esas mujeres son los pobres de Yahvé, sí, esas mujeres estan entre las predilectas del Señor, los pobres son los sin techo, los sin hogar, los sin empleo, los pobres son los mal pagados, los mal remunerados, los pobres son los de las periférias, como dice el Papa Francisco,  -no solo geográficas, si no también existenciales, humanas, los que son tratados como descartables por el mundo y dice el Papa: «Hacia ellos debemos de pensar en primer lugar, como el Señor en el texto de Isaías: -El Espíritu del Señor esta sobre mí, porque me ha enviado a anunciar la Buena Noticia a los pobres-«, argumentó el eclesiástico.

“Que ellos, amadísimos hermanos, ocupen también en nuestro corazón un lugar principal y primordial, en esta obra sencilla y muchas veces silenciosa, callada de la evangelización y la misión, en la que cienes, miles y miles de hombres y mujeres, insisto, como ustedes, estamos comprometidos”