“Hoy es un día de esperanza para el mundo, para la iglesia, para nuestra Nicaragua porque hoy se alza la Virgen a los cielos, hoy se levanta la Virgen a los cielos y también nos alzamos y levantamos nosotros en clamor y súplicas al cielo y, la vemos como luz resplandeciente diciéndonos :Este es el final de la historia, siempre el triunfo de la vida, el triunfo del amor sobre el odio, sobre la  muerte-. Y eso hermanos nos llena de energías nuevas, hoy día de la Asunción, los nicaragüenses hemos de llenarnos de energías renovadas, nuevas en nuestro interior, esperanza siempre viva, siempre actual, siempre actuante. Ella es la vencedora del fiero dragón” meditó en su homilía durante la solemnidad de Nuestra Señora de la Asunción, en Ocotal, Nueva Segovia, Su Exc. Rev. Mons. Rolando José Álvarez, Administrador apostólico de la Diócesis de Estelí,

“En la Asunción de la Virgen Santísima que ha vencido a este dragón infernal del que nos habla el texto apocalíptico, que la ha querido mancillar, pero que no pudo por el amor eterno de Dios derramado en ella, refirió Mons. Álvarez, nos señala nuestro destino, también nosotros en esta vida tenemos que batallar. La lucha que debemos de vivir, experimentar todos los días de nuestra vida, la lucha contra el pecado personal para vencerlo también nosotros con la fuerza del amor de Dios, la lucha contra el pecado que quiere herir a los matrimonios, a las familias, la lucha contra el pecado social y estructural en nuestra patria, vivimos en lucha, somos un pueblo en lucha diaria contra este dragón”

“Pero… ¿Qué pasa?, la Virgen nos está indicando que la última palabra no la tiene el dragón infernal y por lo tanto, no la tiene ni la muerte, ni el pecado, ni la iniquidad, la última palabra siempre la tiene la vida, la resurrección y el triunfo sobre la muerte”

Al tiempo que rememoró palabras del  Papa Francisco: «-En este dragón infernal se ve la lucha -eso nos está indicando, por eso, así como a Nuestra Señora del Carmen la aclamamos Stella Maris, Estrella de los Mares, también de la Virgen Asunta hemos de decir es una Estrella de los Mares, porque en el horizonte que pareciera infinito, indefinido, en los mares lo que se logra ver es una densa oscuridad; pero ella se levanta Asunta como una gran luz que nos ilumina en medio de las tinieblas de la historia que vivimos y nos hace saber, nos hace sentir, nos hace estar convencidos que también nuestro final será el triunfo sobre esa oscuridad”, enfatizó.

Asimismo, el Prelado dijo que “Esta fiesta a  nosotros nos compromete porque cuando nosotros guardamos la palabra de Dios en el corazón nos convertimos también en una Arca de la Nueva Alianza, cada uno de nosotros aquí presente y los que nos siguen a través de los medios de comunicación, al guardar la palabra de Dios en nosotros como lo hizo ella”, exhortó.

“Ciertamente nos compromete celebrar la Virgen de la Asunción y nos hace Arca de la Nueva Alianza a cada uno de nosotros, para llevar a Cristo, para llevar la esperanza, a cualquier hermano nicaragüense que se sienta deprimido, sofocado, confundido, aturdido. Eso, hermanos, es un poder de la fe que nadie lo tiene sobre la faz de la tierra y es un poder, fíjense ustedes, que gratuita y amorosamente nos ha dado Dios a todos y nadie en la faz de la tierra lo tiene”

“La siempre y excelsa Virgen María, nuestra Señora Asunta al cielo en cuerpo y alma, ella que fue preservada inmune desde la eternidad y por los méritos de su Hijo amadísimo, de toda mancha, de toda culpa, de todo pecado original desde el primer instante de su ser natural y que, por tanto, no conoció defecto ni arruga en su vida terrenal, ella la siempre Virgen María, La Inmaculada, la siempre Virgen María antes del parto, en el parto y después del parto, la mujer que Dios se eligió y escogió desde siempre y para siempre para hacerla morada de su Hijo, el Hijo del Dios vivo, la palabra que llegada la plenitud de los tiempos se hizo carne”

Mons. Álvarez Lagos refirió que “En el arca de la alianza se guardaban las dos tablas de la ley, en las que el Señor escribió los dos mandamientos dados a Moisés en el Sinaí para realizar con el pueblo una alianza – Ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios -, dice el Señor. Esta arca de la alianza, estas tablas de las leyes les da una identidad de pueblo, es ahí donde Israel realmente reconoce su pasado, se afianza en su presente, es consciente de su realidad y se lanza con fuerza renovada, con esperanza, con expectativa, buscando la tierra prometida que le han sido anunciado”, recordó.

Esta arca de la antigua alianza da paso a una nueva arca.

El Eclesiástico mencionó la carta de San Pablo a los Hebreos que – “Llegada la plenitud de los tiempos, Dios ya no quiso hablarnos a través de los Profetas sino que quiso hacerlo a través de su Hijo, el Hijo del Dios vivo-, de la cual dirá San Maximiliano María Kolbe, cuya fiesta acabamos de celebrar el sábado pasado dijo – sí por amor, por amor a Dios, por amor al proyecto que Dios le proponía y por amor a la humanidad, por amor a nosotros-“.

«El verbo se hiciera carne y habitara entre nosotros. Ella es el arca de la nueva alianza, ella es Dios mismo en ella, la segunda persona de La Santísima Trinidad en ella y en el Hijo está presente el Padre, y en el Hijo está presente el Divino Espíritu, ya no es está arca de la nueva alianza como aquella antigua, símbolo de la presencia de Dios, esta lleva en su corazón y en su vientre al Dios mismo” Jn 1.14

María con solo su saludo transmitía fuerza y poder divino Espiritu

Al referirse  al Evangelio de San Lucas expresó: “-María se encaminó presurosa  a la región montañosa de Judea, entró en casa de Zacarías y, en cuanto ésta, Isabel oyó el saludo de María, la creatura saltó en su seno”. Cómo no iba a saltar Juan El Bautista en el seno de Isabel si María con su saludo le transmitía toda la fuerza y todo el poder del Divino Espíritu que se encontraba ya, no solo en ella llena de Gracia sino en el mismo Hijo germinando para la redención. Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo y levantó la voz, exclamando: –Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre-«, dijo.

“Esta mujer bella y preciosa, cuya imagen ustedes tienen como un lindísimo reflejo de lo que es aquí en este templo, convenía, claro que sí, que no habiendo conocido la corrupción del pecado, tampoco conociera la corrupción de la muerte y, así como por los méritos eternos de su Hijo fue preservada del pecado ahora por los méritos eternos de Cristo, el Hijo del Dios vivo y el Hijo de sus entrañas es llevada al cielo en cuerpo y alma, quien no conoció la corrupción del pecado, tampoco conoció la corrupción de la muerte”.

Al tiempo que reseñó el  texto de San Juan en el Apocalipsis, en donde “Expresa de una manera tan ilustrativa que yo me atrevo a decir: quiere inducirnos, quiere conducirnos a que echemos a volar nuestro pensamiento y nuestra imaginación. Escuchen que belleza  -Apareció, entonces en el cielo una figura prodigiosa, una mujer envuelta por el sol, con la luna bajo sus pies y con una corona de doce estrellas en la cabeza-. Si la Inmaculada nos lleva a la Asunción, la Asunción nos lleva a la coronación de la Virgen Santísima como Reina y Señora de todo lo creado. Dios pone a sus pies la creación que su hijo ha redimido, gracias a este sí de la Virgen Santísima, un sí dado por amor”, meditó el Jerarca.

Al concluir la celebración eucarística procedió a recitar la ORACION propuesta por los Obispos de la CEN,  Consagración de Nicaragua al  Inmaculado corazón de María y particularmente al pueblo de Dios  encomendado en las Diócesis de Matagalpa y como Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí, en donde la feligresía presente recitó la Oración Consagratoria, así también invitó a quienes estaban viviendo la santa Misa, mediante los medios y plataformas digitales de la Iglesia.