“Quien confía en Dios, puede estar seguro de que logrará superar victoriosamente todas las adversidades, todas las dificultades, todas las circunstancias dolorosas. Cuando uno quiere dar vuelta a la situación genera un nuevo ciclo de violencia porque el poder envenena a los héroes”, dijo Su Exc. Mons. Juan Abelardo Mata, Obispo de Esteli, después de  agregar que; “Con todo, para que la acción de Dios se manifieste es preciso ser humildes, dóciles al Señor. Quien crea que puede alcanzar metas ambiciosas con sus propias fuerzas y de una manera orgullosa, a buen seguro no las alcanzará y encontrará dificultades insuperables; en cambio, quien pone su propia confianza en el Señor, siempre conseguirá superar todas las dificultades y vencer”, aseguro.

 

 

Al tiempo que sostuvo que  “La liturgia nos ofrece  enseñanzas que tienen que ver con la confianza y el coraje. El  Reino de Dios es una fuerza que avanza a través de cualquier dificultad y circunstancia que tiene un dinamismo imposible de detener, igual que la luz del sol, la luz del día avanza”, señaló en su homilía de este domingo, luego de  añadir    que: ”Cuando se vive hostilidad, debilita nuestro dinamismo; en consecuencia, debemos recuperar el coraje porque el Señor es más fuerte que cualquier otro poder y nosotros le sentimos presente dentro de nosotros como una fuerza maravillosa”

El Prelado detalló que “Puede que tengas tanta necesidad, particularmente en estos días, hay circunstancias como las que estamos pasando en estos días, circunstancias en nuestra vida personal y social que ponen en crisis nuestra confianza que nos impulsan al pesimismo, ¿cuánta gente cayendo?, ¿y porqué?, ¿no estamos seguros aquí en esta tierra?, aquí no se puede vivir. aquí no hay ni para comer, quiero un futuro mejor para mis hijos, estoy endeudado. y eso es duro, porque no es más que nuestra patria, hay mucho pesimismo, circunstancias dolorosas y circunstancias de hostilidad por parte de gente que se consideran adversarios, simplemente por externar una opinión, ya es enemigo y te mancha la paz” dijo.

Mons. Mata Guevara enfatizó que “Si como iglesia en estos días, los cabezas de la iglesia local estamos sufriendo ataques frontales, así es simplemente por llamar a la honestidad. Si se quiere cambiar el sentido de democracia, hay que consultar al pueblo, no a un grupito, no a un partido, al pueblo y el mandato que el pueblo da, dando su voto a una persona para que tome el poder, no es de hacer lo que le da su regalada gana, hay cosas que van contra la ley fundamental, hay que consultar al pueblo”.

Asimismo, el Obispo explicó que las lecturas nos presentan la  que “El pueblo de Israel está pasando una gran prueba, la situación del exilio,  una amenaza para la esperanza, su oráculo quiere infundir al pueblo una gran confianza. El profeta Ezequiel presenta la imagen de un retoño muy pequeño que Dios planta y se convierte en un cedro magnífico. «y sabrán los árboles silvestres que yo, el Señor, humillo el árbol elevado y elevo el árbol humilde, seco el árbol verde y reverdezco el árbol seco».

En este sentido manifestó que: “Dios siempre da vuelta a la situación, y cuando uno en la fe lee la historia personal y colectiva, la historia de la sociedad que uno vive y de la familia, ¡como se ve esa constancia!,  pero a veces somos tan torpes que no interiorizamos las experiencias de vida. Dios siempre da la vuelta a la situación”.

Al tiempo que dijo que en las parábolas de hoy pone en relación el Reino de Dios con todas las realidades de la vida, especialmente con la vida del campo. Aquí compara el Reino de Dios con una semilla echada en tierra, la semilla de por sí no es nada recuerden la parábola del sembrador: 60,70, 100% de fruto, la palabra de Dios tiene una fuerza vital, es capaz de vencer los obstáculos como una planta que se abre camino y hunde sus propias raíces, incluso en terrenos inhóspitos, en terrenos duros. Él está permitiendo un poco, es dejar esa gracia, es poder penetrar en la propia conciencia y empieza el cambio, cuando la conciencia no ha echado cambios. Por eso, debemos tener confianza en el dinamismo de la palabra de Dios”.

 

“El Señor ha sembrado la semilla de su palabra en nuestra tierra; es decir, en nuestra existencia humana. Podemos estar tranquilos y estar seguros de que esta semilla producirá su fruto en todas las circunstancias, incluso en las más difíciles” expresó.

En su explicación, Mons. Mata Guevara recreó  otra parábola de Jesús que presenta un contraste entre un comienzo muy humilde y un resultado espectacular “compara el Reino de Dios con una semilla de mostaza que es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra; pero en cuanto ha sido sembrada crece y se hace más grande que las demás hortalizas, hecha ramas tan grandes que los pájaros del cielo pueden refugiarse bajo su sombra, será por consiguiente un fuerte contraste entre un comienzo muy modesto y un resultado grandioso”.

“La iglesia comenzó con una semilla muy humilde, modesto, era como un grano de mostaza, tras la muerte de Jesús todo parecía haber acabado, todo parecía haberse frustrado; sin embargo, pasando a través de muchas dificultades y persecuciones creció porque tenía en sí la fuerza de la palabra y de la gracia de Dios”, ejemplificó.

El Prelado mencionó que el amor de Cristo es el secreto de todo “La fuerza de la palabra de Dios procede del hecho de que exprese el amor de Jesús, el amor de Dios revelado por Jesús, la fuerza de la gracia es la fuerza de este amor, la fuerza está ahí, buscando con sinceridad el corazón, ahí está la raíz, verdaderamente de la victoria. Pablo se muestra siempre repleto de confianza como nos muestra la segunda lectura, incluso frente a la muerte tuvo una actitud positiva en vez de una actitud pesimista, reconoce que la muerte es el medio de alcanzar al Señor de una manera definitiva”