Su Exc. Rev. Mons. Carlos Enrique Herrera, Obispo de la Diócesis de Jinotega, meditó en su mensaje de este domingo que se celebró la Fiesta de la Divina Misericordia  que: “Nosotros, no nos quedemos solos son esa gracia, como dicen, esa alegría en el Espíritu, esa devoción para nosotros de Cristo resucitado de su misericordia, sino que también podamos transmitirla a los demás y esta tiempo de pascua, es tiempo de misión, para que vayamos a decir como Jesús envió a sus discípulos, vayan, vayan a anunciar, en que Jesús ha perdonado su pecado, que se arrepientan y que cuántas personas en nuestra familia, en nuestra comunidad andan,  extraviadas, sin conocer a Dios, sin conocer, su misericordia”

“Es bueno que cada uno, pues, tratemos de la experiencia que tenemos de Jesús misericordioso, es gozo, esa alegría, esa palabra que escuchábamos de ayer, vayamos a decir que el Señor, pues, les bendiga  y que Jesús de la Divina Misericordia derrame en todos ustedes, en sus corazones, esa alegría, esa paz, la paz este siempre con ustedes”

“Unidos a toda la iglesia que celebra en este II domingo de Pascua, verdad, esta gran fiesta que recordamos a nuestro querido Papa Juan Pablo II, nos dio esta fiesta para  esta nueva etapa del siglo, verdad, que viviésemos, en esta fiesta grande de la Divina Misericordia”, sostuvo el Jerarca.

En medio de las dificultades tener fe

El Prelado de Jinotega refirió que la Palabra proclamada recuerda “Aquella primera iglesia, cómo iba creciendo bajo la acción del Espíritu y la acción de Jesús resucitado que acompañaba a sus primeros discípulos y hacían grandes prodigios, verdad, iba creciendo día en día la comunidad cristiana, también hoy si el Señor sigue haciendo milagros a través de los sacramentos, a través de la Palabra, vamos en medio de dificultades, también, verdad, a veces, muchos como el ejemplo de Santo Tomás, que no creen, han vuelto a esa fe en el Señor, y eso es lo importante en nuestra vida”, dijo.

 

“Pasamos momentos difíciles pero el Señor llama, el Señor derrama su Espíritu de vida con su Palabra y eso es lo importante, nosotros tenemos centrarnos siempre en esa presencia de Cristo resucitado, nos decía hoy, verdad,  -yo soy el alfa y el omega, el principio y el fin -, yo soy el que estaba muerto, pero vivo para siempre, le decía en esta misión a San Juan, verdad, yo soy el que soy, estoy siempre con ustedes”, sostuvo el eclesiástico.

 

“-Vayan para toda la iglesia -. Ha llegado para decirnos, pues, que despertemos que Cristo esta vivo y eso lo celebramos en esta Pascua, verdad, pero no solo en esta pascua podemos decir que Cristo ha resucitado, sino en toda la liturgia de la iglesia, verdad, en todo el año repetimos que Cristo ha resucitado”

Asimismo, rememoró el mensaje  evangélico “Cómo los discípulos después que Jesús es condenado a muerte, todos se dispersan, lo dejaron solo.  Y por lo tanto, pues, Jesús tiene que volverlos a llamar y a través de entrar y dar testimonio de que Él está vivo, de que todo esa palabra que Él había dicho: – Es necesario que el hijo de Dios tiene que sufrir, padecer, morir, pero resucitar al tercer  día-“, subrayó.

“Es importante esos signos de la Iglesia Católica, la absolución de los pecados que recibimos cuando nos acercamos con corazón arrepentido, un corazón dispuesto siempre a hacer la voluntad de Dios, un corazón dispuesto a, como decía San Juan:  -A ponernos de rodillas delante del Señor de la Misericordia, encontrar en Él una vida nueva -”

Mons. Herrera enfatizó que “Por eso venimos nosotros aquí, como hambrientos y sedientos de su misericordia, para retomar y seguir el camino de esta vida, por eso, es importante la Eucaristía, es importante la oración, es importante las obras de caridad, son elementos, verdad, fundamentales en nuestra vida cristiana para ir creciendo en el amor, el amor más grande de Cristo se ha manifestado en esta imagen de la Divina Misericordia, esos dos rayos que salen de su sangre de su corazón, y del agua, verdad, esa agua que conocemos el Bautismo que nos ha regalado y su sangre que libera y purifica de nuestros pecados”

“Esta imagen es una revelación más en nuestra vida, el Señor se va revelando a través de la palabra, nuestra vida, a través de acontecimientos especiales, que Él nos ha dado a través de la historia y de la iglesia, por lo tanto hermanos, podemos decir, que esto es una revelación muy ya actual, una revelación, qué más nos puede decir el Señor que nos ama, ¿ya?, que es un Dios compasivo y misericordioso, un Dios que esta siempre esperándonos, verdad, para derramar su amar, su misericordia”

El obispo Herrera agradeció la presencia a toda la feligresía expresándoles: “ – Paz y bien para todos-, como decía Jesús a sus discípulos, paz y bien para todos, paz y bien a los laicos y párroco de esta parroquia Jesús de la Misericordia, Padre Cristóbal, Padre Alfonso, Padre Gabriel, buenos hijos de esta zona y así, cuadros pastorales, catequistas, coro, fieles todos, muy devotos de otros lugares a esta gran fiesta de la Divina Misericordia, sean bienvenidos todos”