(Fuente Diócesis Media Matagalpa)Varias razones del porqué Dios ama a Nicaragua aún en medio del “desierto que vivimos”, mencionó Monseñor Rolando Alvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, durante su homilía el cuarto domingo de Cuaresma, 14 de marzo 2021, domingo de Laetare, en la Iglesia Catedral San Pedro Apóstol.

Dios ama a Nicaragua. En el desierto que vivimos, encontramos su Amor. Cuando hay madres que dicen si a la vida, familias unidas; cuando hay hombres y mujeres honestos que trabajan arduamente para ganarse el pan de cada día, cuando hay gente que no se da por vencida a pesar de las dificultades, cuando a pesar de los profetas de la desesperanza, el pueblo sostiene su mirada en alto, cuando a pesar de los profetas de la confrontación y la descalificación, del odio, del rencor, de la venganza, de la calumnia, de la difamación, el pueblo cree en la capacidad del perdón, de la memoria histórica, de la no repetición, de la reparación al daño causado; cuando se trabaja en tiempos mejores, buscando cómo construir una Nueva Nicaragua.

Cuando hay quienes creen en esta Nueva Nicaragua y con altura, con dignidad, con profesionalidad, con respeto, con claridad, sencillez y caridad, proponen sus ideas; cuando el pueblo escucha con calma y serenidad esperando el momento de las grandes decisiones, cuando no nos desesperamos, cuando con la inteligencia propia del nicaragüense que sabe distinguir el gato de la liebre, observamos, analizamos quién está hablando con sensatez y verdad, ahí Dios está pasando. En Dios que nos ama es en quien ponemos toda nuestra esperanza y confianza y la esperanza no defrauda”.