Su Excelencia. Rev. Isidoro Mora, Obispo de la Diócesis de Siuna exhortó a la feligresía a no tener fe interesada “Es necesario dar, el Señor quiere hacer obras grandes en nosotros; pero Él necesita que nosotros abramos un poco, demos un poco. ¿Queres que tu hijo sea una buena persona?, da de lo tuyo a él, prepáralo”, meditó  y luego añadir que : “los jóvenes siempre tienen una respuesta. Los  jóvenes son los que vienen asumiendo la responsabilidad y este joven dice: «aquí hay, aquí está esto que ando– Para que el Señor haga la obra tienes que presentarle algo; para que el mundo cambie la familia tiene que presentar jóvenes, niños, porque de esos niños de esos jóvenes es de donde va a resurgir, la iglesia nueva”, subrayó el Prelado.

“Es el Espíritu Santo que va suscitando  va renovando y va fortaleciendo las mentes; los seres humanos, llega un momento, que caducan y alguien tiene que asumir el futuro, alguien tiene que dar una respuesta nueva y esa es la acción de Espíritu Santo, esa es la acción de la Iglesia, eso es lo que Dios nos está pidiendo, que hay que renovarnos”

“Debemos dejarnos “Seducir por su amor y verás cómo Dios hará obras maravillosas,  tienes que dar también, Dios hace la obra siempre y cuando tú te dispongas y por eso nos dice el Evangelio de hoy que de aquellos panes y de aquellos peces , sobró tanta comida que a cada discípulo le tocó un canasto, es decir, hace falta la disponibilidad, de aquellos doce hombres hoy son millones de cristianos”, aseguró.

Mons. Mora Ortega detalló que “Hoy se congregaron,  unos dos mil niños, y eso es un futuro hermoso, eso es esperanzador, eso nos hace sentir que nuestra iglesia está viva, y nos hace sentir que nuestras familias están comprometidas. Algo hermoso poder contemplar esto y parte de esto,  me llama la atención que la misma escritura, el mismo evangelio de San Juan que hemos escuchado en la que el Señor, tiene un encuentro con muchísima gente y que cuando Él pregunta, o le dice a sus discípulos  –hay que darles de comer – porque sabe que está en despoblado, Él dice  a sus discípulos : «denle ustedes de comer – y ellos no tienen, mas bien , comienzan  cuestionar: » ni doscientos denarios ajustaríamos para darle de comer a tanta gente –“

“Pero de pronto se aparece un joven, ahí un muchacho, que es el que anda las cosas, anda la comida; un muchacho que no tiene nombre y que, sin embargo tiene la respuesta”

“También  quiere que sus discípulos se integren y se formen con esa misma mentalidad, porque si yo le pregunto a ustedes ¿Cuántos años misionó Jesucristo en la tierra? ¿Cuántos años misionó?, ¿cuántos años vivió en la tierra Jesús?, ¿Y cuantos años tiene la iglesia de existir?, más de dos mil años, significa que la misión ha caído sobre ¿Quién?- sobre la iglesia, sobre los hombres y mujeres .Aquí queremos gente, gente que dice: «-Le agradezco a Dios que me llamó, me formó y aquí estoy-, y no porque sea el mejor o el más perfecto, si no una persona que quiere emprender un camino y que sabe su proceso de conversión es todos los días” reflexionó el eclesiástico.

“Es necesario escuchar también esa voz que Dios que dice: –Denles ustedes de comer-, es necesario,  también que nosotros formemos a nuestros hijos con esa idea, por eso lo decía, allá en Catedral, ¿cuántas madres ya van enseñando a sus hijitos a compartir lo que tienen?, cuando la mamá le dice al niño: – vaya dele esta comidita a aquel viejito que está allá en su casa-,  Son los padres que de pronto le dicen:  -mire, no le levante la voz a su abuelo -, » -no ande de malcriado- , – mi niño, no ande diciento malas palabras -, recomendó.

“ Y como hoy estamos celebrando el día del abuelo, también el abuelo le dice la hijo, al nieto, lo educa, dicen que los abuelos son blandengues con los nietos, no sé si será cierto. Son nuestros padres los que nos educan, nos forman y van infundiendo y van transformando nuestra mente y nuestro corazón y nos van ayudando al crecer, por eso es hermoso cuando al hijo, se le pone un poquito, no tan duro; pero un poquito de exigencia en la edad temprana, porque cuando el hijo en lo pequeño no se le formó, no se le educó, hermano, cuando sea adulto  va a sufrir él”, recordó.

“Por eso estar aquí, entre ustedes, compartir con ustedes esta Eucaristía, solo me viene al corazón que la formación que Cristo estaba infundiendo en el corazón en el corazón de sus Apóstoles, es la que ustedes tienen que hacer en sus hijos, formarlos para la iglesia, formarlos para la sociedad”