“Aprendamos de esos tres personajes de hoy: nuestro Señor Jesucristo, Pablo y Ezequiel, el Profeta, mirando siempre para delante,  los malos hábitos, las crisis, las noches oscuras, la decadencia familiar, la decadencia social, los antivalores volverán a quedar atrás y esa perseverancia de Jesucristo y del Profeta será también nuestra satisfacción ” meditó  en su homilía Su Exc. Rev. Mons.  Sócrates René Sándigo Jirón” obispo de la diócesis de León.

“Quienes a veces se desaniman porque no les están saliendo las cosas, esos papás, esas mamás que ven en sus hijos rebeldía, ven en sus hijos fracasos, ven en sus hijos como que ya no hay nada que hacer, sigan como Jesús, sigan como el Profeta: anunciando, dando testimonio, hablando, aconsejando, guiando, sin desánimo,  quienes tal vez ven en su grupo que las cosas no va marchando, que está difícil estar en la iglesia, que es difícil estar en un grupo, de que hay problemas en la parroquia, en el grupo, en la pequeña comunidad, en el ministerio; sigue como el Profeta, sigue como Jesús que dejó Nazareth y se fue a los otros pueblos a predicar”, recomendó .

“El cristiano, el misionero, nosotros no podemos depender de los resultados, nuestra tarea es sembrar la semilla, es inculcar principios, es actuar bien, es abonar hoy, no queremos resultados, los resultados los ve Dios, los resultados los tiene el Señor”, expresó.

“Si hoy la deshonra, la deshonestidad, el fraude se ve como viveza, como astucia, si hoy el que gana dinero fácil con acciones ilícitas se ve como habilidad, nosotros veamos la honestidad, el trabajo, la consecución de los recursos con honestidad como cosa buena y venida de Dios. Si hoy, el ser retórico y convincente con palabras engañosas, sin contenido testimonial se ve como positivo y astuto quien habla bien, nosotros, queridos hermanos, hablemos menos; pero actuemos más en nombre del Señor”, dijo.

“La iglesia será siempre de puertas abiertas, la iglesia continuará predicando la buena nueva, la iglesia seguirá misionando, evangelizando, la iglesia continuará ofreciendo los sacramentos, la iglesia no para porque el Señor a como le dijo a Ezequiel se lo dice continuamente: «yo te envío, yo te envío, yo te envío». Y, el envío siempre encontrará dificultades, pero para sembrar la semilla hay que arar la tierra y la tierra se resiste, pero el arado surca para abrir a la palabra”, declaró el obispo de León.

“Esa es la tarea de esta iglesia misionera, esa es la tarea del llamado de los consagrados, de los ordenados, esa es la tarea de los laicos estructurados en las diversas áreas pastorales, esa es la tarea del pueblo de Dios, ha sido enviado para eso”, sostuvo el prelado.

“Si el Señor – cuando llegó a Nazareth- le hubiese hecho caso a aquella apatía de su gente y a las murmuraciones, pero no, jamás lo va a hacer el Señor, jamás va a desistir por el amor que nos tiene. Dejó Nazareth y continuó caminando por los pueblos, donde sí fue aceptado y donde sí pudo hacer milagros porque si en ese lugar te cierran las puertas, sacude el polvo de tus sandalias y continúa adelante”, reflexionó el eclesiástico.

“Queridos hermanos que el proyecto de Dios siempre va a encontrar dificultades, siempre,  y siempre habrá otros espacios y otros ambientes que tengan más gente que la iglesia, pero Jesús sigue su proyecto, el Señor continúa porque Él no va a depender del rechazo de la apatía, Él no va a depender de que sea aceptado o no, Él continúa su proyecto, y lo hace por amor porque nos ama y continuará porque no quiere que ninguno se pierda”, sostuvo Mons. Sándijo Jirón.

“Mis queridos hermanos, eso es lo que uno ve en el cristianismo de hoy, en nuestra iglesia, en el catolicismo de hoy que continúa dejando atrás dificultades, retos, dejando atrás a quienes le dieron la espalda, y, ella ahí está siempre adelante, siempre caminando porque este proyecto lo lleva Dios”, dijo.