El Obispo de la Diócesis de Juigalpa Su Exc. Rev. Marcial Guzmán, meditó en su homilía de este Domingo de gozo que “En medio de nuestra preparación para el nacimiento de Jesús que ya se acerca, la iglesia nos invita a vivir uno de los gozos, de los frutos del Espíritu Santo, esa alegría que viene internamente desde lo más profundo de ese misterio de amor, y hoy en este III domingo quiero meditar tres aspectos que nos deben hacer reflexionar a todos:Escuchar a Dios, la presencia de una persona prudente en  Juan el Bautista  y la Virgen Maria”.

“El primero: en medio de tanto ruido, en medio de tantas tentaciones, en medio de tantas diversiones, y en medio de tantas pérdidas de tiempo, podemos escuchar a Dios y eso lo que la primera lectura nos presenta, Sofonías, y es ante aquella comunidad dispersa, ante aquella gente de Jerusalén, que está por todas partes en diásporas y tristemente no han encontrado el valor y entonces Sofonías llama a toda esa comunidad, le dice -Alégrense gósence porque el Señor está en medio, el Señor no se olvida de su pueblo, el Señor será siempre el Rey de Israel y en medio de tí está Èl y no temerás ningún mal, no temas porque no desfallezcan ya tus manos, el Señor tu Dios tu poderoso salvador esta en medio de tí, qué palabras que nos deben de llenar, saber escuchar a Dios, saber atender a Dios-“

 

“El segundo aspecto es la presencia de una persona prudente, de una persona llena de Dios, que le búscan por esa circunstancias, y es la figura de Juan el Bautista, Juan el Bautista, que está ya en el desierto predicando; pero ha algunos, han escuchado todos tenemos una necesidad, todos tenemos un ancias de poder escuchar, llenar nuestra vida y es Juan el Bautista”, comento el Obispo de Juigalpa.

“El que esta ya en el desierto, encontrándose con Dios, y es por eso que mucha gente en el desierto va ha encontrarse con Dios. Ojalá tuvieramos tiempo de reflexionar y encontrarnos con Dios, vernos qué nos quiere decir Dios en mi vida concreta, en mi realidad concreta, en mis circunstancias que estoy pasando, viviendo, ahí ¿Qué me quiere demostrar Dios?”

 

En un recorrido histórico recordó el evangelio referido a Juan el Bautita que “Toda la gente del pueblo que va al desierto y le pregunta con humildad: ¿Nosotros qué debemos hacer?, y esta gran interrogante, va a hacer  reflexionar a muchos porque Juan el Bautista, sin querer quedar en apariencias, va a la profundidad y va tocar la conversión, la conversión es volver a Dios, la conversión es escuchar a Dios, ¿Qué debemos hacer?, comparte lo que tú tienes, da las obras de misericordia que el Señor nos ha mostrado y que la iglesia nos sigue enseñando, esas obras de misericordia”, subrayó.

“Después uno de los publicanos, que era el que se encargaba, los que se encargaban de cobrar los impuestos, una gente bien odiada por todos porque, pues, siempre pedían más, daban menos; y entonces le pregunta y – ¿Nosotros qué tenemos que hacer?-, y Juan el Bautista les dice:- no cobren más-, es decir, lo que esta estipulado, no cambien ese ley, no cobren más de lo que está estipulado”

“Y hay otro grupo todavía más, el grupo de los soldados,les dice:- ¿Y nosotros que debemos hacer?, no extorcionen a nadie ., no denuncien a nadie falsamente –, dijo, tras añadir que “Son palabras fuertes para todos nosotros también en todos estos tiempos, poder buscar a Dios, poder cambiar y agradecerle porque a veces lo que nosotros anciamos es pasar la vida fácil, por eso vienen tantas extorsiones, vienen tantas cosas que unos contra otros, vamos haciendo el mal y es por que Juan el Bautista llama – a la conversión  -y este camino debe de ser una camino constante, para todos, para chicos, jóvenes, ancianos”, animo Mons. Guzman Saballos.

 

Y el otro aspecto es que tenemos a la Virgen María Nuestra  Señora de Guadalupe que hoy nosotros la celebramos como la Emperatriz de América, a la Virgen María que es la misma a la que estábamos celebrando el 8 de diciembre, y que todo el pueblo decíamos con gozo, agradecimiento, de que ¿Quién causa tanta alegría?, la misma Virgen María que llegó el Angel Gabriel donde estaba presente ella y la saludó con tanta ternura y le pidió un consentimiento y ella se hizo también testigo de esto, y le dijo:  –Yo soy la servidora, la esclava del Señor –“

“Es esa misma Virgen María que en diversas advocaciones ha aperecido al frente del  pueblo, en diversas circunstancias, en diversas circunstancias, ha aparecido la cercanía de la madre que Dios es tan cercano a todos nosotros, que nos muestra su amor”.

El obispo de Juigalpa rememoró la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe a Juan Diego,  justo el momento  cuando  le habla :  –Juanito mío,¿Por qué te preocupas tanto?, ¿Por qué te afanas tanto?, ¿Acaso no estoy yo aquí que soy tu madre?, porque Juan Diego iba con una misión, su tio estaba enfermo y le enviaba a buscar a un Sacerdote. Cuánta gente tenemos, gracias a Dios, en nuestras iglesias, en nuestras comunidades, en nuestras familias, personas que se preocupan por otras”

» –No te preocupes por tu tío Bernardino, tu tío se va a sanar -, yo quiero, Dios te ha escogido a tí para que sea mi mensajero, mi Apóstol ahí, y él humildemente, le dice:  -Señora ¿Y por qué a mí?, mira que hay gente poderosa, hay gente famosa, que le van a creer, a mí no me van a creer porque soy uno más de ese pueblo que llega a buscar -; pero la Virgen le insiste, -el Señor, que lo ha elegido, para que lleve lo que dice al final del evangelio: -con esta y muchas exhortaciones anunciaba al pueblo la Buena Nueva”

Démosle gracias, de corazón, y con humildad recibamos y hagamos nuestra la Palabra

“Hoy con el vínculo de la Madre que a todos nos llama, no solamente a Juan Diego, si no a tí, a todos nosotros, nos llama con ternura, nos llama como Madre con un diminutivo de amor, nos llama a cada uno, no como, Diego, si no, lo llama –Juan Dieguito mío, no te afanes, no te preocupes-,  te llames tú como te llámes,siéntete amado por Dios, con una ternura especial de Mamá”

El Obispo de la Diócesis de Juigalpa Su Exc. Rev. Marcial Guzmán, meditó en su homilía de este Domingo de gozo que “En medio de nuestra preparación para el nacimiento de Jesús que ya se acerca, la iglesia nos invita a vivir uno de los gozos, de los frutos del Espíritu Santo, esa alegría que viene internamente desde lo más profundo de ese misterio de amor, y hoy en este III domingo quiero meditar tres aspectos que nos deben hacer reflexionar a todos:Escuchar a Dios, la presencia de una persona prudente en  Juan el Bautista  y la Virgen Maria”.

“El primero: en medio de tanto ruido, en medio de tantas tentaciones, en medio de tantas diversiones, y en medio de tantas pérdidas de tiempo, podemos escuchar a Dios y eso lo que la primera lectura nos presenta, Sofonías, y es ante aquella comunidad dispersa, ante aquella gente de Jerusalén, que está por todas partes en diásporas y tristemente no han encontrado el valor y entonces Sofonías llama a toda esa comunidad, le dice -Alégrense gósence porque el Señor está en medio, el Señor no se olvida de su pueblo, el Señor será siempre el Rey de Israel y en medio de tí está Èl y no temerás ningún mal, no temas porque no desfallezcan ya tus manos, el Señor tu Dios tu poderoso salvador esta en medio de tí, qué palabras que nos deben de llenar, saber escuchar a Dios, saber atender a Dios-“

 

“El segundo aspecto es la presencia de una persona prudente, de una persona llena de Dios, que le búscan por esa circunstancias, y es la figura de Juan el Bautista, Juan el Bautista, que está ya en el desierto predicando; pero ha algunos, han escuchado todos tenemos una necesidad, todos tenemos un ancias de poder escuchar, llenar nuestra vida y es Juan el Bautista”, comento el Obispo de Juigalpa.

“El que esta ya en el desierto, encontrándose con Dios, y es por eso que mucha gente en el desierto va ha encontrarse con Dios. Ojalá tuvieramos tiempo de reflexionar y encontrarnos con Dios, vernos qué nos quiere decir Dios en mi vida concreta, en mi realidad concreta, en mis circunstancias que estoy pasando, viviendo, ahí ¿Qué me quiere demostrar Dios?”

 

En un recorrido histórico recordó el evangelio referido a Juan el Bautita que “Toda la gente del pueblo que va al desierto y le pregunta con humildad: ¿Nosotros qué debemos hacer?, y esta gran interrogante, va a hacer  reflexionar a muchos porque Juan el Bautista, sin querer quedar en apariencias, va a la profundidad y va tocar la conversión, la conversión es volver a Dios, la conversión es escuchar a Dios, ¿Qué debemos hacer?, comparte lo que tú tienes, da las obras de misericordia que el Señor nos ha mostrado y que la iglesia nos sigue enseñando, esas obras de misericordia”, subrayó.

“Después uno de los publicanos, que era el que se encargaba, los que se encargaban de cobrar los impuestos, una gente bien odiada por todos porque, pues, siempre pedían más, daban menos; y entonces le pregunta y – ¿Nosotros qué tenemos que hacer?-, y Juan el Bautista les dice:- no cobren más-, es decir, lo que esta estipulado, no cambien ese ley, no cobren más de lo que está estipulado”

“Y hay otro grupo todavía más, el grupo de los soldados,les dice:- ¿Y nosotros que debemos hacer?, no extorcionen a nadie ., no denuncien a nadie falsamente –, dijo, tras añadir que “Son palabras fuertes para todos nosotros también en todos estos tiempos, poder buscar a Dios, poder cambiar y agradecerle porque a veces lo que nosotros anciamos es pasar la vida fácil, por eso vienen tantas extorsiones, vienen tantas cosas que unos contra otros, vamos haciendo el mal y es por que Juan el Bautista llama – a la conversión  -y este camino debe de ser una camino constante, para todos, para chicos, jóvenes, ancianos”, animo Mons. Guzman Saballos.

 

Y el otro aspecto es que tenemos a la Virgen María Nuestra  Señora de Guadalupe que hoy nosotros la celebramos como la Emperatriz de América, a la Virgen María que es la misma a la que estábamos celebrando el 8 de diciembre, y que todo el pueblo decíamos con gozo, agradecimiento, de que ¿Quién causa tanta alegría?, la misma Virgen María que llegó el Angel Gabriel donde estaba presente ella y la saludó con tanta ternura y le pidió un consentimiento y ella se hizo también testigo de esto, y le dijo:  –Yo soy la servidora, la esclava del Señor –“

“Es esa misma Virgen María que en diversas advocaciones ha aperecido al frente del  pueblo, en diversas circunstancias, en diversas circunstancias, ha aparecido la cercanía de la madre que Dios es tan cercano a todos nosotros, que nos muestra su amor”.

El obispo de Juigalpa rememoró la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe a Juan Diego,  justo el momento  cuando  le habla :  –Juanito mío,¿Por qué te preocupas tanto?, ¿Por qué te afanas tanto?, ¿Acaso no estoy yo aquí que soy tu madre?, porque Juan Diego iba con una misión, su tio estaba enfermo y le enviaba a buscar a un Sacerdote. Cuánta gente tenemos, gracias a Dios, en nuestras iglesias, en nuestras comunidades, en nuestras familias, personas que se preocupan por otras”

» –No te preocupes por tu tío Bernardino, tu tío se va a sanar -, yo quiero, Dios te ha escogido a tí para que sea mi mensajero, mi Apóstol ahí, y él humildemente, le dice:  -Señora ¿Y por qué a mí?, mira que hay gente poderosa, hay gente famosa, que le van a creer, a mí no me van a creer porque soy uno más de ese pueblo que llega a buscar -; pero la Virgen le insiste, -el Señor, que lo ha elegido, para que lleve lo que dice al final del evangelio: -con esta y muchas exhortaciones anunciaba al pueblo la Buena Nueva”

Démosle gracias, de corazón, y con humildad recibamos y hagamos nuestra la Palabra

“Hoy con el vínculo de la Madre que a todos nos llama, no solamente a Juan Diego, si no a tí, a todos nosotros, nos llama con ternura, nos llama como Madre con un diminutivo de amor, nos llama a cada uno, no como, Diego, si no, lo llama –Juan Dieguito mío, no te afanes, no te preocupes-,  te llames tú como te llámes,siéntete amado por Dios, con una ternura especial de Mamá”