Su Exc. Rev. Mons. Carlos Enrique Herrera, Obispo de la Diócesis de Jinotega, manifestó en su meditación de este domingo en relación a la Navididad que “Si Él ha venido para reconciliarnos, ¿Porqué tenemos que vivir como enemigos?, no, entonces yo creo que es importante lo que ha sucedido en el evangelio que nos anuncian hoy, de la Virgen María con Isabel, ese encuentro tan maravilloso de alegría, la Virgen va a asistir, acompañar a su prima Isabel, ese encuentro que la llena de alegría, nos dice el texto:  -y se llenó del Espíritu Santo y el ser que llevaba en su seno se conmovió también de alegría-, esa es la alegría que debemos de llevar nosotros a nuestros hogares, esa alegría que debemos de compartir unos con otros en esta Navidad”

“¿Qué tenemos que hacer?, ¿Cuál es la voluntad de Dios?, ¿Cómo quiere que vivimos la Navidad?, luego responde: En aromonía, en paz, en perdón, que llevemos de veras, que sea una Navidad en paz, como hermanos, que superemos las diferencias que hemos tenido, y es a veces cuando más suceden cosas en la Navidad, que se pelean, que se dicen cosas, hay tantas cosas que suceden en la familia, que sucede en nuestra sociedad y eso no es alegría ni para nosotros ni para el Señor”

“Tratemos de hacer una Navidad nueva en nosotros y que llevemos también  esta realidad, esta verdad que nos revela el evangelio de hoy,  de este encuentro de la Virgen María con Isabel, ese encuentro de que aquellas personas han aceptado el plan de Dios, ya va preparando la Virgen María, a través de ese encuentro al que va a ser el precursor de Jesús, el que va a anunciar que ha venido el Mesías, Él es el cordero que quita el pecado del mundo”, subrayó.

“Esa unidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, que se unen para perfeccionar la obra de Dios para con nosotros, esa obra de restauración de la humanidad, una obra perfecto que no pudo el demonio, a buscado… acabamos de celebrar la Inmaculada Concepción de María, no pudo destruir la fidelidad, la obediencia de la Virgen María, por el contrario, fue perfecta”

“Así  Jesús, también, obediente al Padre, entonces hermanos, que sea esa la espiritualidad, que sea esa nuestro caudal de vivir la Navidad, preparémos, si tenemos enemistad con alguien, llamémosle, acerquémonos, ustedes cada uno ofrenda el perdón, la compresión, la paciencia, ante todo la oración, vamos a orar por aquel, por quien he tenido diferencia, por aquel que tal vez, he sentido que me ha hecho daño, orar, un rosario, orar una oración al santísimo, orar y luego una palabra de la verdadera reconciliación, ahí es Jesús el que esta haciendo en su persona”, exhortó el Prelado.

“En la primera lectura del profeta Miqueas, que es la buena noticia para el pueblo de Israel, donde hacer desde aquella aldea de Belén, nacerá el Mesías, tanto esperado, ¿verdad?, y entonces es una buena noticia para es pueblo que tanto esperado a su Mesías y Salvador”

Ante todo les invita a preparase y que hace ver también que no todo lo van a recibir; pero sí, ese resto que lo recibe con fe, con humildad, con debida preparación van a gozar de la paz, de la bendición del Señor, entonces también es una palabra siempre actual para nosotros hoy, como nos preparamos para celebrar este gran misterio de amor que ya se hizo realidad en nosotros, debemos prepararlo mejor como el pueblo de Israel, ¿verdad?, que todavía era una noticia, para nosotros ya es una realidad; el Señor ha venido entre nosotros, aunque esperamos su segunda venida”

“Otro misterio que se nos revela en la carta a los Hebreos, es esa ofrenda que hacian antiguamente, Dios iba preparando a su pueblo, de una ofrenda material, de una ofrenda de los frutos del trabajo, hacia también a esa ofrenda, que a ser la ofrenda perfecta,¿verdad?, esa ofrenda perfecta que va a darnos a nosotros como una ofrenda de salvación, es el hijo de Dios que viene y toma esa condición humana, la ofrenda es una ofrenda, es una unión de lo divino con lo humano”, sostuvo el Jerarca de Jinotega.

“El Dios que se baja a través de su hijo para reconciliarnos con el Padre, es ofrenda que es perfecta.. era una preparación, una figura de lo que iba a ser, recuerden también a Abraham, como ofrece a su hijo; pero es así, esa figura que se hace realidad y perfecta en la persona de Jesús, él mismo dice: -Señor, ya no quieres de ofrendas, temporales, imperfectas, si no que quieres una ofrenda perfecta, aquí estoy yo para hacer tu voluntad-«, ¿Y cuál es nuestra ofrenda más grande?, es nuestra propia voluntad que debe estar unida a la voluntad de Dios

 

El Obispo de Jinotega observó que “A veces  nosotros nos quebramos la cabeza en nuestra vida, querer hacer nuestra voluntad, en contra de la voluntad de Dios, debemos unirnos a ese plan de Dios, como quieres, si somos hijos de Dios y somos, verdad, parte de la creación de Dios para nosotros, que nos ha hecho a imagen y semejanza, así, tenemos que ir poco a poco,  uniendo nuestra voluntad a la voluntad de Dios, porque es la mejor, y eso es la gran crisis que tenemos hoy, la crisis de fe, la crisis de desobediencia, y vemos desde el pequeño cómo es revelde, ¿por qué?, porque tal vez nosotros no damos testimonio de cómo tenemos que armonizar, nuestra voluntad a la voluntad de Dios, la obediencia”, manifestó.

“Cristo nos enseña a eso, que cómo un Dios viene pobre, cómo se adaptó Jesús siendo el Hijo de Dios, conciente que es el hijo perfecto, nacer, sufrir, ser perseguido y morir en una cruz; todo esto, es una gran enseñanza para nosotros, cómo tenemos que también saber ofrecernos al Señor, esa voluntad que es lo que más nos cuesta”, reflexionó.

“Preparémonos para que podamos celebrar esta Navidad nueva en nuestros corazones, nueva en nuestro hogar, nueva en nuetra sociedad”