Su Exc. Rev. Mons. Rolando José Álvarez, Administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, contempló en su homilía de este domingo XXII del Tiempo Ordinario que: “Jesús se dirige contra todo formalismo legalista; es decir, contra la ley por la ley. Cuando la ley pierde el espíritu y únicamente se queda con la letra, convirtiéndose en una letra muerta y por lo tanto, una ley de muerte. Toda ley, religiosa, civil, pierda el espíritu y se quede únicamente con la letra, se convierte inmediatamente en una ley de muerte, en una ley que oprime y sofoca la conciencia y la dignidad de la persona humana; esto es cuando la ley no está al servicio del hombre, es decir, cuando la ley no cuida la dignidad humana la promoción humana, el orden social, en vista de un bien común que debe de ser el espíritu y el sentido y finalidad de toda auténtica ley”, manifestó.

 

“Jesús habla hoy contra este legalismo que… incluso, puede llegar a oprimir la conciencia nuestra, la conciencia de los hombres y, por eso, por esta gravedad es que tiene uno de los tratos más duros contra los fariseos, los escribas, los doctores de la ley, diciéndoles «hipócritas».

El Prelado de Matagalpa, sostuvo que “La hipocresía, amadísimos hermanos y hermanas, es diferente a la incoherencia. El incoherente no logra unificar la fe con su vida, lo que cree con lo que actúa, esa es la incoherencia. La hipocresía es mucho peor; es no creer ni siquiera en lo que se está diciendo. Y, ahí que la expresión de Jesús es también gravísima: –Hipócritas, no creen ustedes en lo que dicen, ustedes no creen en lo que enseñan. ¡Que bien profetizó Isaías sobre ustedes!-“, reprendió.

 “Nosotros, creyentes ¿Cómo podemos hacer?, ¿Cómo podemos lograr no caer en este legalismo sofocante? Y respondió  -Y fijense… que a nivel religioso, eso no solo es peligroso sino que realmente nos obstaculiza nuestro crecimiento humano y espiritual”, aseguró.

Al tiempo que cito ejemplos como: “Cuando nosotros le hacemos una promesa al Señor, a la Virgen a un Santo de nuestra devoción y, por una razón y circunstancia que escapó de nuestra voluntad, a nuestra buena intención, no pudimos cumplírsela en un determinado momento. ¿A cuántos, a cuántos católicos eso les causa un malestar de opresión en el corazón?”, interrogó, luego de responder que “Entonces, ahora ya el Señor no será generoso con ellos, le han incumplido una promesa, una ley. -¡Ven!, se olvidaron del Dios amor y suplantaron el Dios juez implacable, se olvidaron del Dios que lo que quiere es nuestra libertad interior, que vivamos nuestra fe, nuestra religión como fuente libertad, de liberación, no de opresión”.

En su meditación explicó que ¿Cuántas veces a nuestra mente… que Santa Teresa ya la llamaba – la loca de la casa -… viene un pensamiento negativo sobre cualquier situación, de cualquier género, de cualquier tipo?. Y nosotros, inmediatamente lo dejamos pasar, lo rechazamos, no lo aceptamos, no lo consentimos; pero, inmediatamente comienza aquella auto-condena, aquella severidad contra nosotros mismos, sintiendo que le hemos fallado al Señor, pero sí pasó por nuestra mente. Ahí, estamos cayendo en una religiosidad legalista. Ahí estamos olvidándonos del Dios misericordioso y estamos sustituyéndolo por un Dios”, dijo.

El Administrador Apostólico de Estelí, recordó el pensamiento de  San Agustín “Cuya fiesta celebrábamos ayer y nos dice: – ama y has lo que quieras-. en un tratado llamado de La Trinidad, dice: – El gran gozo que nosotros encontramos es entrar y contemplar el amor de Dios-“, así también rememoró a San Gregorio Magno, quien “Tiene una expresión realmente, no solo virtuosa, sino preciosa, significativa y profunda: –A todos nosotros, a todos, se nos ha dado un talento» y él lo hace, precisamente, comentando la parábola de los talentos que todos conocemos, y, ese talento que se nos ha dado a todos…es el amor”, aseguró.

En este orden, el eclesiástico recordó a la feligresía presente y a quienes lo escuchan  ven por radio, tv y redes sociales que  “Quiere decir que si hay un talento que el Señor nos ha dado a todos por igual, es la capacidad que tenemos de amar; por eso el amor no conoce la muerte. ¡Ven!, por eso el amor no conoce legalismo, por eso el amor supera la ley, por eso el amor nos libera, por eso el amor es una fuerza invencible, por eso el amor evita que la ley se cumpla por la misma ley como letra muerta, por eso el amor le da vida a cualquier ley, por que el que ama nunca hace daño, el que ama nunca desea un daño, el que ama recuerda las obras de misericordia, recuerda lo que dice San Juan de la cruz «-En el atardecer de la vida seremos juzgados por el amor-«, aseveró.

“Ayer les decía a los hermanos de la Parroquia San Agustín en Ocotal «ante tantas dificultades que vivimos nos nicaragüenses, ante un panorama que se vuelve sombrío y a veces pareciera más sombrío, aquí nosotros tenemos nuestra fuerza invencible, la del amor»; por eso, el Papa San Juan Pablo II y el Papa Francisco, nos insisten: «-mírenlo a Él -«, ¿Por qué?, porque mirando al Crucificado, vamos a descubrir la fuerza del amor de Dios que vence a todo poder infernal, la fuerza del demonio nunca… escuchen bien… fue tan poderosa para querer destruir la obra de la redención como en la cruz”, dijo el obispo  enfáticamente.

El demonio fue vencido en la cruz….Miren a El…

“El demonio en la cruz lanzó todo el poder que tenía sobre el Hijo de Dios y ahí fue vencido; por eso, mirar el árbol de la cruz, mirar al crucificado, nos llena a todos de energía, de fuerza interior, de esperanza, nos llena de su amor y nos hace y nos vuelve invencibles”

El Prelado dijo que “Es un lenguaje, como decíamos con la palabra el domingo pasado, muy duro, ¿Quién lo puede soportar? -Este no es un lenguaje que lo pueda entender y comprender cualquiera; por eso, esta Palabra evangélica de hoy, pensaba… que nos vincula con todas estas reflexiones Eucarísticas que hemos realizado los domingos pasados, ¿Por qué?” Interrogó y luego responder:

“Recuerden que La Eucaristía no se puede celebrar si cada uno de nosotros no trae y no deposita en el altar los cinco panes y los dos peces que el Señor los convierte luego en el pan y el vino, en su cuerpo y sangre, nos lo retorna para alimentarnos”

“Pero también, para darnos los doce canastos que sobraron de la multiplicación de esos cinco panes y dos peces que le entregamos y, cada uno sale de La Eucaristía con esos doce canastos a distribuirlos a los demás,  de tal manera que: La Eucaristía se convierte en misión y, el Señor a través de nosotros y de la Celebración Eucarística sigue dando de comer a las muchedumbres y multitudes. Ahí está la fuerza del amor que vence al odio, que vence al formalismo de la ley, que vence la letra muerta de la ley, que vence la ley por la ley”, sustentó.

Álvarez Lagos hizo alusión a la lectura del día del Deuteronomio “Nos ha dicho algo maravilloso «Ahora, Israel, escucha los mandatos y preceptos que te enseño para que los pongas en práctica y puedas así vivir y entrar a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de tus padres, te va a dar. Cuando tengan noticias de todos estos preceptos, los pueblos se dirán, en verdad esta gran nación es un pueblo sabio y prudente«, explicó.

“Que la Virgen Santísima nos ayude, a que,  cumpliendo la Palabra de Dios, sus preceptos y mandatos en la libertad de los hijos de Dios, en el amor, entonces, también, también los pueblos digan –En verdad esta es una gran nación, este es un pueblo sabio y prudente– “, concluyó.