Su Exc. Rev. Mons. Carlos Enrique Herrera, Obispo de la Diócesis de Jinotega, manifestó en su meditación de este domingo  con ocasión del inicio de la fase diocesana del Sínodo en la Diócesis de Jinotega, Su Exc. Rev. Mons. Carlos Enrique Herrera medito en su homilía sobre “La importancia de esta vida cristiana, todos tenemos que configurarnos con Cristo, el hijo de Dios, ha venido a enseñarnos en una actitud humilde, una actitud de servicio, una actitud de entrega totalmente”, tras recordar  que el Papa Francisco ha denominado en su  Documento Iluminativo tres acciones : encontrar, escuchar y discernir”, sostuvo.

 

Durante el acto litúrgico celebrado en la santa catedral San Juan Bautista, dijo que  debemos “Caminar en ese espíritu de humildad, de obediencia, es así como vamos a alcanzar, alcanzar lo que nosotros necesitamos en esta vida espiritual, en la eternidad. No estemos pensando que allá también es como aquí en la tierra, que hay poderes, hay poderes no para servir sino para manipular, sino para degradar la dignidad de la persona, sino para dividir, sino para servir”, argumentó Mons. Herrera.

“No es lo mismo allá, es diferente, entonces por eso también regaña a los otros diez – el que quiera ser grande, que sea el primero y último más bien, servidor de todos, que se ponga a servir, que sea el humilde, el servidor-. Ese es la espiritualidad del cristiano; sin embargo, muchos nos llamamos cristianos, pero más bien actuamos con el poder de una ley temporal, de una ley que nos separa, de una ley que no es amor y es ahí el peligro”, sostuvo el Prelado.

“Por eso, el Papa Francisco ha convocado a un Sínodo, un Sínodo que está marcado por la comunión, por la participación y por la misión, tres, tres momentos importantes. La comunión, la comunión, solo cuando nos vemos como hermanos podemos estar en comunión, en unidad y solo cuando estamos unidos, podemos ser partícipes de los intereses del reino de Dios, bajo la acción del Espíritu Santo. Y solo cuando estamos también en ese camino de participación, estamos dispuestos a la misión”

“Creo que todos debemos de estar centrados en la enseñanza del Papa, en las orientaciones de la Diócesis, tenemos que estar un poquito atentos; además de sus movimientos, sus grupos que tienen, pero tienen que ustedes estar en conexión qué está pasando en nuestra Diócesis, tenemos que estar más inteligente. Eso nos falta. Eso falta a la comunión, es un desafío que vamos a trabajar en este proceso sinodal que se llama  -Fase Diocesana – y que ya ha comenzado con la Eucaristía de apertura que ayer y hoy”.

 “La Carta a los Hebreos habla del sacerdocio de Cristo que… el sacerdocio es un sacrificio, es el culto más grande a Dios Padre, porque lleva vida, salvación, redención a la humanidad; por eso, Jesús nos deja este memorial para que nosotros lo podamos vivir cada día, para que Él se acerque a nosotros por nuestras plegarias, nuestras… nuestras ofrendas, nuestras solicitudes necesarias y nuestra salvación, a través de la Eucaristía, a través de los demás sacramentos “

En este sentido dijo que “A través de Jesús, el sumo y eterno Sacerdote, que no hizo alarde a su categoría de Dios, sino que se hizo siervo, humilde, servidor de todos nosotros y eso es lo que les enseña a sus discípulos en ese camino,  siempre, cada momento le iba enseñando cuál era la característica, la espiritualidad de el Discípulo de Cristo, de su Discípulo”.

“Encontrarse los que están en los movimientos se motivan, tratando de encontrarse en pequeños comunidades, grupos, como le llamen; ese encontrarse es para compartir su fe, su vida, animarse mutuamente, conocerse, ser solidario”

 

¿Qué debemos hacer para lograr este encuentro?.

“Encuentro. Pero hay en esta pequeño grupo una palabra, la Palabra de Dios que es la que nos ayuda a encontrarnos con Cristo, porque si nos encontramos solo nosotros, cualquiera puede ser, puede ser un club, un club social, un club deportivo, un club… simplemente social; pero como Cristianos, nosotros en nuestro caminar tenemos que tener en el centro a Dios; por eso, la palabra va a iluminar ese diálogo, esa reflexión, esa animación que tenemos nosotros en el encuentro; entonces es importante el encuentro”, sostuvo el Jerarca de Jinotega.

“En las situaciones de  nuestra vida el encuentro con otro exige atención, tiempo, disponibilidad, para encontrarse, especialmente el encuentro con Jesús que nos llevará al cambio de la vida”, ¿Qué debos hacer para lograr este encuentro con Jesús? Interrogó y respondió: “En este camino sinodal, estamos llamados a ser expertos en el arte del encuentro, no en organizar eventos, sino también tiempo para estar con el Señor y favorecer el encuentro con Él y con el hermano. Se trata de dar un espacio a la oración, a la adoración, bajo la guía del Espíritu Santo y escuchar la Palabra de Dios y de nuestros semejantes. Dejémonos alcanzar por la preguntas, también inquietudes del hermano”, aconsejo el obispo.

 

Asimismo, añadió que “Escuchar. Un verdadero encuentro solo nace de la escucha de la Palabra de Dios, cuando escuchamos con el corazón sucede esto: el otro se siente acogido, no juzgado, libre para contar la propia experiencia de vida y el propio camino espiritual. Efectivamente, esto es lo que pretende el Sínodo: ponerse en el mismo camino del verbo hecho hombre, seguir sus huellas escuchando su Palabra junto a la palabra de los demás”

“Esta invitación: juntos encontremos nuevos caminos ante los desafíos y cambios que enfrenta nuestra Iglesia, esa Iglesia doméstica, esa Iglesia en movimiento, esa Iglesia jerárquica; así, pues, por una Iglesia Sinodal que anuncie el Evangelio, fruto de la escucha de los demás y el Espíritu Santo que suscita, ilumina y anima a la Iglesia”

 

“La otra palabra es discernir: el encuentro y la escucha recíproca nos llevará al discernimiento que se realiza en la adoración, en la oración y el contacto con la palabra de Dios, con la alegría de saber que mientras buscamos al Señor, es Él, el quien viene primero a nuestro encuentro con su amor misericordioso. Ya. Él es el primero que está ahí esperándonos”, insistió el eclesiástico.

Asimismo, refirió que ante esta etapa de caminar como Iglesia “Estamos iniciando un  camino que se barre a la historia y el futuro de la misión en esta Iglesia particular. Este actuar de la Iglesia está configurada con la acción trinitaria, el Padre que la guarda, el Hijo que la reúne con su Palabra y el Espíritu Santo que la guía y la ilumina”, advirtió.

 

Para nuestro caminar junto como Diócesis necesitamos el perfeccionamiento de la unidad, mediante dos aspectos:

-El primero, hacia adentro como Iglesia, como… cristianos, como comunidad, como familia. La comunidad debe priorizar en la fe, el amor y la santidad que tiende a una unión siempre mayor en Jesucristo y de Jesucristo con el Padre.

-Y el segundo, nuestro actuar, ser misionero. Está fuera de nosotros, para que el mundo conozca que tú me has enviado. La comunidad congregada en unidad de amor, entonces el mundo podrá reconocer la presencia del Hijo enviado por el Padre.

“¿Qué decían de los primeros cristianos?  Interpeló a la feligresía –Miren como se aman -. Si a nosotros con el testimonio de la unidad, va a decir la gente  -como se aman estos, como están unidos, como evangelizan, como comparten-. Ese es el signo que nosotros los cristianos debemos proyectar hacia afuera, para aquellos que no vienen a misa, para aquellos que… no creen. Entonces, esto, creo es un signo importante que debemos lograr algo en este Sínodo, mejorar nosotros como cristianos”, animó  el obispo.

Mons.  Herrera subrayo que “Para nosotros los cristianos, trabajar por la unidad siempre será una tarea. La unidad se construye desde el amor, solo el amor es el que une, comprende, espera, el amor de Dios, por medio de Jesús se hace amor en nosotros; por lo que debemos realizar la unidad dentro de la pluralidad.”