Su Excelencia Rev. Mons. Jorge Solórzano Pérez, Obispo de la Diócesis de Granada, meditó en su homilía de este domingo que “Ante las pretensiones de los hermanos Santiago y Juan, Jesús da una lección memorable sobre el uso del poder y el sentido de la autoridad, les dice: –El que quiera ser grande entre ustedes que sea su servidor -, luego de añadir que  “Este texto de Jesús sobre el uso del poder, debería ser meditado una y mil veces por todas aquellas personas que detentan alguna parcela pequeña o grande de autoridad: los padres de familia, educadores, jefes de recursos humanos, dirigentes empresariales, políticos, líderes religiosos”, manifestó .

“Jesús da una lección magistral y nos enseña que el reconocimiento social y eclesial no se obtiene buscando el protagonismo, ni queriendo llamar la atención”

“Nos hace caer en la cuenta de que el reconocimiento social y eclesial se gana por el camino del servicio.  Jesús nos está diciendo a todos aquellos que tenemos responsabilidades particulares dentro de las instituciones que  – el poder no se puede ejercer sobre los demás, sino que es para el crecimiento de los demás -. Se nos propone a la comunidad el servicio, como un elemento esencial del seguimiento del Señor. Jesús nos da una orientación muy precisa  –El que quiera ser grande entre ustedes que sea su servidor y el que quiera ser el primero que sea el esclavo de todos-“, externó.

“De esta manera, Jesús establece una clara diferencia entre el reino que el anuncia y los poderes de este mundo, cuya motivación es el dominio”

Realidad moral profunda

“Hay una realidad que leemos entre líneas en el Evangelio, que es la moral. Hay una realidad más profunda que no puede ser expresada por los reglamentos, ni por los manuales de funciones, se trata de la autoridad moral o reconocimiento que la persona va ganando gracias a su dedicación, sentido de la justicia, capacidad de inspirar a su equipo de trabajo; por eso, podemos decir que hay dos tipos de jefes: los que son temidos y los que son respetados. Los que generan temor imponen su autoridad por la intimidación que ejercen. Los que son respetados convocan con la autoridad moral que irradia”, observó.

“El Papa inauguraba el Sínodo de la Iglesia en Roma, ahora en este domingo 17 lo inauguramos nosotros en cada una de nuestras Diócesis, en cada una de las Diócesis del mundo, en cada una de las Diócesis de Nicaragua, estamos inaugurando en Granada esta fase diocesana del Sínodo de la Iglesia”, expresó.

“Lo celebramos de dos maneras como lo pide el Papa: un momento formativo, hemos venido trabajando en este momento formativo, en esta formación de cómo caminar juntos, ya desde los primeros planes de la Diócesis se habla de la comunión, se habla de la unidad y últimamente, pues, hemos tenido formaciones, sobre todo con Clero de cómo trabajar en equipo, es esa clave sinodal”, comento.

Asimismo, el eclesiástico  dijo que “Estamos preparando el Tercer Plan Pastoral de nuestra Diócesis que precisamente tiene como objetivo caminar juntos en la esperanza. Hemos venido formándonos, pues, en esta clave sinodal y hoy el momento celebrativo, pero realmente reconocemos que tenemos mucho que hacer todavía en el aspecto de la comunión, de la unidad, del caminar juntos”

“En la clave sinodal y esta convocación que hace el Papa Francisco nos anima, nos ayuda, nos confirma, nos entusiasma, para que sigamos trabajando en nuestra Diócesis en esa clave sinodal”

Profundizar en clave sinodal y caminar juntos

“Así que invocaremos al Espíritu Santo al final de esta Eucaristía o en esta celebración para que comencemos a profundizar en esta clave sinodal y poder trabajar juntos, caminar juntos, que nadie camine solo, sino que todos juntos podemos hacer grandes cosas”, destacó el obispo.

 

“ Los seres humanos soñamos con ascender por la escala del reconocimiento social o eclesial,Pero la lógica asumida por Dios en su Plan de Salvación, siguió la dirección contraria en Jesús, el hijo eterno de Dios se despojó de su condición divina para asumir nuestra condición humana”

 

En este orden explico que “Para hacer más evidente este despojo voluntario al que se somete el hijo eterno de Dios, la liturgia de este domingo nos trae un breve pasaje del Profeta Isaías que describe la manera, el sufrimiento que padecerá el siervo de Yahvé para que nosotros tengamos acceso a la vida divina; la lógica humana busca el ascenso, la lógica del Plan de Salvación es despojarse de la condición divina”

Enseñanzas y Milagros de Jesús

“A través de sus enseñanzas y de sus milagros, sirvió a aquellos que estaban más necesitados, los pobres, los excluidos de la sociedad, los enfermos, los pecadores. La vocación de servicio es llevada por Jesús hasta el extremo de dar la vida por nosotros para que tuviéramos acceso a la participación de la vida divina y ese es el mejor servicio que Jesús nos presta, su servicio en la cruz, dando su sangre, su vida por nosotros”, dijo el obispo haciendo alusión a  la Palabra proclamada”, meditó.

“Este concepto, el servicio del Señor a la humanidad tiene la impronta de la solidaridad y la compasión”

 

“Vemos, pues, que el hilo conductor de la Liturgia de este domingo, es el servicio, tal como lo muestra en las lecturas: servicio como entrega expiatoria del siervo de Yahvé, servicio como solidaridad y compasión en el sumo sacerdote de la nueva alianza, servicio como estilo peculiar de ejercer la función de autoridad dentro de la comunidad”, comentó Mons. Solórzano Pérez.

“Si queremos seguir las huellas de Jesús, el servicio a los demás es el criterio por excelencia para tomar las decisiones correctas. En el Evangelio, el amor a Dios y a los hermanos son inseparables. De ahí que nuestra espiritualidad debe tener la impronta del servicio, el cual se puede expresar de muchísimas maneras”