(Fuente VaticanNwes)

“Un signo de esperanza al mundo, sufriente por el conflicto en Ucrania, y profundamente herido por la violencia de los tantos escenarios de guerra aún activos”, reza el comunicado del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización. El martes 31 de mayo, a las 18 horas, en conexión por streaming desde la Basílica de Santa María la Mayor en Roma

Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano

Al final del Mes Mariano, el martes 31 de mayo a las 18:00 el Santo Padre recito la oración del rosario delante de la estatua de María Reina de la Paz en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma, según informa la nota del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.

La estatua se sitúa en la nave izquierda de la Basílica, añade el texto. Fue encargada por Benedicto XV y realizada por el escultor Guido Galli, entonces subdirector de los Museos Vaticanos, para pedir a la Virgen María el fin de la Primera Guerra Mundial en 1918.

La Virgen, explica el comunicado, está representada con el brazo izquierdo levantado como señal para ordenar el fin de la guerra, mientras que con el derecho sostiene al Niño Jesús, dispuesto a dejar caer la rama de olivo que simboliza la paz. Las flores están esculpidas en la base, simbolizando el florecimiento de la vida con el retorno de la paz. Es tradicional que los fieles depositen a los pies de la Virgen pequeñas notas manuscritas con intenciones de oración. El Papa depositará una corona de flores a los pies de la estatua antes de dirigir su oración a la Virgen y dejar su intención particular.

El Santo Pueblo Fiel de Dios unido a la convocatoria

Distintas personas acompañaron la oración del Santo Padre: habrá chicos y chicas que recibieron la primera comunión y la confirmación en las últimas semanas. Además, estarán presentes Scout, familias de la comunidad ucraniana de Roma, representantes de la Juventud Ardiente Mariana, miembros del cuerpo de la Gendarmería Vaticana y de la Guardia Suiza Pontificia y las tres parroquias romanas dedicadas a la Virgen María Reina de la Paz, junto a los miembros de la Curia Romana.