“Hoy en nuestra Arquidiócesis celebramos la fiesta de nuestra Venerada imagen de la Sangre de Cristo, que desgraciadamente por el odio de algún hermano que tiró ahí un artefacto destructivo, nuestra imagen original está ahí dolida, triste, calcinada pero  en pie y quienes lo miran, miran a ese Cristo que cargando nuestros pecados. Está ahí  presente,  diciendo: cargo yo con sus pecados para que ustedes sean verdaderamente felices”, reflexionó hoy en su homilía su Eminencia Cardenal Leopoldo José Brenes, en cuyo acto participaron  de forma presencial y virtual  miles  de fieles devotos mediante visitas, vigilia, procesiones y actos Eucarísticos en la  Catedral de Managua.

El señor Cardenal aseguró que “La imagen de La Sangre de Cristo  durante más de 300 años nos ha acompañado, hace presente al Señor que nunca nos abandona y que siempre está pendiente e invitándonos a un cambio”, dijo.

El Cardenal manifestó en su meditación que “El Señor verdaderamente nos desconcierta, pero también el Señor nos da muchas sorpresas, constantemente nos está sorprendiendo y a nosotros los nicaragüenses en este momento también dejémonos sorprender por el Señor, dejémonos acompañar con Él que no hagamos como los Discípulos de Emaus, regresan defraudados, regresan tristes, pero el Señor no los deja, ahí va tras ellos, va tras ellos, les va dando la fortaleza y que hermoso la gran fortaleza, la oración y la Eucaristía”

“La Eucaristía es la fuente y cumbre de nuestra vida, de nuestra misión para cada uno de nosotros, comenzando con el Papa, con los Obispos, con los Sacerdotes, con todos ustedes los fieles católicos”, dijo.

Precisamente en la Eucaristía recalcó el Prelado “es fuente y cumbre de la vida, de la misión de la iglesia, repetía muchas veces el Papa San Juan Pablo II, sí, ahí encontramos nuestra fuerza, en la Eucaristía y en la oración. El Papa nos invita a no dejar de rezar el Santo Rosario, Los Obispos en su mensaje del mes de junio nos invitaban a orar, de ir ante Jesús Sacramentado y de manera especial el día jueves, que en todas las parroquias se exponga el Santísimo desde la mañana hasta el atardecer y ahí, en un momento determinado podamos ir hacia Jesús para mirarle” al igual que lo hacía el Santo Cura de Ars”, sugirió  el Cardenal.

Brenes Solórzano animó a la feligresía a “Que el Señor no encuentre en nosotros una fe apagada sino que ¡echémosle gana!, que esa fe pueda ir surgiendo y esa fe nos lleve a confiar plenamente en el Señor”.