Su Exc. Rev. Mons. Carlos Enrique Herrera, Obispo de la Diócesis de Jinotega contempló en su meditación de las lecturas de este domingo que “De nuestro corazón salen y pueden salir las cosas buenas como también pueden salir las cosas malas y, es el peligro. Es  lo que denuncia Jesús a los fariseos porque están más preocupados por las normas externas, la ley por sí misma no salva, sino el Espíritu de la ley que es caridad, que es amor a Dios, que es amor al prójimo; eso es lo que tenemos que entender, porque nos podemos mover por un interés externo, que a veces somos muy legalistas o muy perfeccionistas en lo exterior, pero en lo interior, podemos estar alejados del Señor”, meditó.

“Y esa es la reflexión que nos da; por eso dice: ¿Quién agrada al Señor?, ya nos dice: –el que hace el bien-, no el que disfama, no el que condena, no el que destruye a la otra persona, la dignidad, sino que aquel que perdona, aquel que tiene tolerancia con el otro, aquel que se esfuerza por siempre que haya reconciliación y paz en el corazón del otro y de la familia también y del pueblo; entonces debemos tener ese discernimiento de nuestra propia religión con Dios, subrayó.

En este sentido, el obispo de Jinotega interrogó. ¿Cómo entendemos la buena relación con Dios? -Como dice San Juan – Aquel que dice que ama a Dios y no ama a su hermano, es un mentiroso-. Y por ahí es que el Señor les dice a los fariseos – Ustedes se preocupan por si se lavan las manos, los platos, cosas externas; pero así están alejando al pueblo de esa verdadera relación con Dios, la parte espiritual, la parte en la caridad– recordó.

Moisés en nombre del Señor recuerda al pueblo que ha liberado que debe vivir esa alianza

“Los diez mandamientos es una norma en ese momento de vida, una norma para liberarse de la esclavitud, de la idolatría y no contaminarse con los otros pueblos paganos. El Señor le da estas normas : el primero es siempre «- Amar a Dios con todo el corazón, con toda la mente, con todo el ser-.

“Los demás mandamientos, la mayoría son también hacia el amor al prójimo, en las diferentes enseñanzas «-Honrar a nuestros padres, no robar, no matar, no cometer adulterio, no difamar-, todo como vemos, esos mandamientos, en mayor parte, está dirigido a la relación nuestra, que va a depender de esa buena relación con Dios, primero”, manifestó.

El Obispo de Jinotega  explicó la importancia del pasaje de la carta del Apóstol Santiago  –La religión verdadera es… se vive y se realiza cuando atendemos a los más pobres, cuando estamos preocupados por los más débiles– y Jesús viene a confirmar y a perfeccionar estos mandamientos, diciendo que lo importante es esa ley del Espíritu que Él  –ha venido a derramar en los corazones, Espíritu Santo y, he ahí en ese corazón que tiene que vivirse ese don, ese regalo que el Señor nos ha dado, el Espíritu Santo que nos ha creado nuevas creaturas, nuevos hijos de Dios en el bautismo”.