El Arzobispo de Managua Su Eminencia Rev. Cardenal Leopoldo José Brenes S; meditó en su mensaje de este domingo, que para sentir verdaderamente la presencia de Señor “Debemos preguntarnos   ¿Cómo está mi fe? Y no nos cansemos de pedir: Señor, aumenta mi fe-“. Al tiempo, que observó que: “Siempre el Señor llama para manifestar su amor, su gracia, en  momentos difíciles quizás no comprensible para nosotros, pero sí, comprensible para Dios. Por eso es hermoso poder escuchar al Señor y  reconocer a nuestro buen Dios,  en cada acontecimiento,  ahí está la fe que nos ilumina”,  manifestó.

El purpurado refirió que el  Evangelio  de hoy, nos da un ejemplo de cómo se aproximan 10 personas a él para  pedir –Señor cúranos, ten misericordia de nosotros -, pero van  a él como un médico, alguien así, y del cual le piden un favor pero no están obligados a decir:  -gracias -, ¿porqué?, porque no descubren que en aquel hombre hay alguien más que un simple hombre, y  solamente uno de los diez  regresa, reconociéndolo como el Señor, con algo divino en Él, y vemos que el evangelio nos dice:  -y se postró ante Él -, y el postrarse, es un signo de reconocimiento de la grandeza de Jesús”, observó.

Arrodillarnos gesto sencillo para reconocer que Jesus es el Enviado

“Se postra Pedro, se postrarnos todos los discípulos, se postra aquella mujer para lavarle los pies, el postrarse significa ese respeto y ese descubrir, por eso es bien interesante, entre nosotros, que cuando vamos a la capilla del Santísimo podamos postrarnos, podamos arrodillarnos porque ese… es ese gesto sencillo, quizás a veces a los que nos duelen las rodillas, nos puede costar arrodillarnos, pero qué bonito, el poder arrodillarnos ante Jesús para reconocerle que Él es Dios, que Él es el enviado que ha venido para que tengamos vida”

La Fe

Durante el acto litúrgico, con ocasión del Novenario en Santa Misa de Noveno día en el novenario de Doña Lilliam Solórzano de Brenes, en catedral Metropolitana, el  Jerarca contempló que la fe será fundamental. “Durante esta semana hemos meditado: -Señor, auméntanos la fe –; creo que todos, durante esta semana, y de manera especial, este servidor le he pedido tanto al Señor, junto a mis hermanas, a mi familia: – auméntanos la fe , para descubrir en este momento, cuando un ser querido, y sobre todo, como era mi mamacita, 96 años junto a nosotros, teniéndola cerca, sintiendo su cariño, sintiendo su amor, sintiendo sus regaños, sintiendo sus besos, pero a veces, humanamente, nos cuesta separar, aceptar, por eso, pedirle al Señor:  –auméntanos la fe, para descubrir tu voluntad -, en estos acontecimientos, qué me estás pidiendo, qué me estás diciendo, y que todos nosotros podamos, con gozo y con alegría, aceptar la voluntad del Señor”, subrayó el Cardenal Brenes.

Cardenal Brenes agradece al pueblo de Dios que acompañó a él y a su familia en Novenario

“Mis buenos que están en comunión con nosotros, como muchos lo han hecho durante estos 8 días, uniéndose con este servidor, con mis hermanas, desde nuestro hogar, ese hogar, que nuestra madre fue forjando, fue formando, y donde ella quiso verdaderamente que la veláramos, y donde ella también dispuso que hiciéramos nuestra oración y nuestro novenario, así que, gracias”

“A Aquello que mediante las imágenes del Canal Católico de Nicaragua y plataformas digitales. gracias a esa cantidad de personas siempre más de 1500 personas estuvieron pendientes de nosotros y, sin duda alguna, es la fortaleza, algunos sacerdotes, algunas personas me preguntaban eso, en primer lugar, ¿cómo me sentía?, ¿Cómo nos sentíamos?, a lo respondía: – en primer lugar con el cariño de mi mamacita, pues, siempre fuerte”, sostuvo.

Papa Francisco, hermanos Cardenales, obispos, Sacerdotes y el Clero Arquidiocesano cercanos

El jerarca reiteró su agradecimiento al Papa Francisco quien le escribió nuevamente en esta semana.  Así también dijo  “La compañía de mis hermanos Obispos, que han estado pendientes que ha estado muy, muy pendientes, las hermanas también, de manera especial, las hermanas de Cristo Rey han estado muy cercano, y ustedes, pues los fieles, de que verdaderamente, hay cosas que uno descubre sin merecerlo, sin merecerlo, sino, como una gracia que el Señor nos da, y una gracia, que ustedes también, nos conceden su amistad, con su afecto, con su cariño, así que gracias por esa cantidad de oraciones que han dirigido por el eterno descanso de mi mamacita”, enfatizó.

 

En su meditación de la Palabra

“En el fondo  es importante en momentos difíciles que podemos vivir, en situaciones difíciles que, a veces, como familia nos pueden tocar, como comunidad nos pueden tocar, es esa presencia del Señor, pero una presencia del Señor no utilitaria, no utilizar al Señor, no acercarme a Él solamente para utilizarlo en determinadas situaciones, sí no, ver a Él con otros ojos, en primer lugar, descubrir en Él su presencia divina; este hombre que se acerca al Señor de retorno, se arrodilla,  -se postra ante Él -, dice el Evangelio, y el postrarse es un reconocer”

 

El prelado refirió que “Jesús hacía milagros, curaba muchos enfermos, lo miramos a estos leprosos, lo oscuro, les invita, vayan y preséntense a la autoridad, ellos le piden:  –ten misericordia de nosotros– ; pero descubren quizás a un médico, una persona que hace cosas extraordinarias, pero detrás de eso ¿qué hay? Interpeló. Tras agregar que: “Los apóstoles están en ese proceso de descubrir en Jesús a alguien, más que un simple hombre, más que un simple hombre que hace unas obras que no se saben de dónde vienen y por eso le van a decir: -auméntanos la fe-, que sin duda alguna, puede ser algunas veces en la actitud de nosotros, pedirle al Señor que –aumente nuestra fe– “, destacó.

No podemos preguntarle al Señor, el ¿por qué? Sino el ¿para qué? Allí está el fondo

El  Arzobispo explicó que a veces nos interpelamos  ¿Porqué se dio esto?, nunca vamos a encontrar la respuesta, porque, un porque, lleva otro porque, y es otro porque es una cadena de por que, ¿qué es lo importante?, descubrir el – para qué -, y en el  -para qué – está algo de fondo en nuestra vida religiosa y es la fe, o sea, – ¿para qué voy a ir detrás de este hombre? -, dirán los apóstoles, para qué no el por qué voy detrás, sino para qué voy, y en ese para qué voy es descubrir en Jesús aquel que es el Enviado”

En este sentido, citó el pensamiento del Santo Padre en relación a la  fe. –La Fe  no es algo que viene de un día para otro, sino es todo un proceso  –  Es un  proceso que nos va encaminando a un encuentro con Jesús”, argumentó.