Su Eminencia Rev. Cardenal Leopoldo José Brenes Solórzano, Arzobispo Metropolitano reflexionó en su mensaje de este domingo XX del tiempo ordinario que “El Evangelio nos invita al cambio, y nos invita también a la conversión, esa es la experiencia, quien escucha Señor no puede quedarse totalmente pasivo, ¿por qué?, por que ese fuego que quema, transforma verdaderamente, no concede una falsa paz intimista, sino que, enciende una inquietud que nos pone en camino, nos impulsa a abrirnos a Dios y a los hermanos,  es exactamente como el fuego, mientras nos calienta con el amor de Dios, quiere quemar nuestros egoísmo, iluminar los lados oscuros de la vida, consumir los falsos ídolos que nos hacen esclavos”

“Creo que este texto, muy buenos hijos, que a veces es difícil de comprender así de buenas a primeras, sin embargo, es muy hermoso, dejarse quemar por la Palabra, dejar que arda en lo más profundo de nuestro corazón aquellos sentimientos que nos apartan, que nos alejan, verdaderamente del Señor; y la experiencia está en los Apóstoles, la experiencias está los Profetas, de la experiencia está en la iglesia, que se deja conducir por el fuego ardiente del Espíritu Santo que conduce y anima de manera permanente a esta Iglesia”

“María estaba – lo dije ayer – consolándonos, acompañándonos. Ella permanece, así como el Espíritu Santo va guiando a esta Iglesia va conduciendo a esta Iglesia, no consentimientos, humanos, porque a veces, tenemos pensamientos muy de mundo, y queremos ir hacia delante al nivel de violencia, nivel de esto, a nivel de lo otro; pero en Jesús no hay violencia, Jesús es perdón, Jesús es amor, Jesús es esperanzas, y es en la Iglesia, una Iglesia que va anunciando el Evangelio, anunciando que hay un sol, hay una luz adelante”, observó.

 

Refirió que hoy el  evangelio nos narra  “Cómo que nos desconcierta porque lo miramos como duro; bueno, si Cristo ha venido a romper los muros, ¿por qué dice este evangelio se ha venido a traer división, que ha venido del fuego?. y una hermosa realidad, qué es lo que el Señor nos está diciendo, de qué fuego nos está hablando, y qué significan estas palabras hoy para nosotros, ese fuego que nos trae Jesús”

En este sentido, dijo que recordemos aquella zarza ardiendo “Un fuego que llama la atención, un fuego que quema, que arde, que calienta; recordemos la venida del Espíritu Santo; nos dice el evangelio narrando ese acontecimiento – Unas lenguas de fuego caían sobre cada uno de los apóstoles de nuestra madre la Santísima Virgen María-; no es un fuego que destruye a la persona, sino, un fuego que da  la fuerza verdaderamente al Espíritu” sostuvo el Jerarca.

“Aquellos hombres que tenían miedo, que no sabían cómo iban a cumplir la misión que el Señor les había indicado:  -vayan por el mundo – cómo cumplir esa misión si ellos no tenían toda la capacidad intelectual; pero Jesús les había dicho:  -esperen vendrá del Espíritu Santo.  vendrá el Espíritu Santo que les va a comunicar, que los va a guiar -.

 

“Y viene en forma de fuego, de una llama que quema todo un montón de sentimientos que eran como un obstáculo para llevar adelante la misión; pues hoy también esta división que se puede dar en cuando, internamente, el Evangelio nos está llamando a un cambio; pero hay una lucha interna que si dejo o no dejo”, insistió el eclesiástico.

 

Experiencia vivida con la visita de la Imagen Peregrina Nuestra Señora de Fátima

“En primer lugar quiero agradecer a nuestro buen Dios esta oportunidad de poder sentir el afecto, el cariño y el amor de nuestra Madre, a través de esta bella imagen de la Santísima Virgen de Fátima, que recorrió durante 31  mes toda nuestra Provincia Eclesiástica; y los últimos meses aquí con nosotros. No dudo que ella dejado una huella en nuestras parroquias, una huella en nuestro corazón, y que esta huella sea fortalecer nuestra fe como la vivió en ella; poder escuchar la voz del Señor y poder declarar: «he aquí la esclava, he aquí los servidores que somos todos nosotros», sostuvo el eclesiástico.

Arquidiócesis visitó las 118 parroquias

“Me hubiera sentido mal si alguna parroquia se queda sin ser visitadas, pero fueron visitadas la 118 parroquias y también fueron visitados nuestros seminarios;  una oportunidad muy hermosa, pues, damos gracias a nuestro buen Dios y una vez más, pues, a todas las personas: al equipo que organizó esta clausura el rito del día ayer y todas las personas que aportaron su granito de trigo, fueron muchas, muchas personas desde todas nuestras parroquias también dieron su aporte económico para los gastos que significó esta clausura a nivel de nuestra Diócesis, impulsando la clausura que en este momento en las otras Diócesis están haciendo”

Delegación de Diócesis hermanas  se llevaron  una réplica de la imagen de la Santísima

“Van a entronizarlas la también en su sede catedralicias y diocesanas, así que nos unimos también ese gesto muy bonito por que cuando visitemos una catedral o una Diócesis, vamos a encontrar una réplica de nuestra madre la Santísima Virgen de Fátima”, afirmó el Arzobispo.

 

“Creo que hoy también nosotros, estamos llamados a dejar, verdaderamente, quemar aquella actitud que tenemos en lo más profundo de nuestro corazón”

La Virgen acompañándonos

“Nuestra madre en esa bella imagen de Fátima ha recorrido, y ella con ese sentimiento que es madre de la esperanza, situaciones difíciles que estuvimos viviendo durante la pandemia; situaciones difíciles que están viviendo muchas familias” insistió Brenes Solórzano.

Cardenal invita a afieles a meditar un momento

“Yo los invito,  a que cada uno de nosotros podamos meditar, hoy a partir de este texto, nos dejamos quemar, dejamos que esa palabra arma en nuestro corazón, ¿qué significa esto?, leemos el evangelio, leemos la palabra de Dios, nos dejamos, meditamos esa palabra y dejamos que esa palabra vaya como esa semillita que va creciendo, que va creciendo y que se va transformando y que nos hace personas mejores”