El Obispo de la Diócesis de Juigalpa Su Exc. Rev. Marcial Guzmán, meditó en su homilía de este domingo “Hoy reconocemos que todos los hijos de Dios, somos cada uno de los que somos bautizados y somos llamados a permanecer unidos a Él, por eso que Jesús sale a su encuentro y va a salir con la misericordia, por eso, con la ayuda la gracia de  San Juan Pablo II, mucho quería impregnar en este domingo esa etiqueta que nos debe ayudar para que nosotros nos llenemos de la misericordia de Dios, el domingo de la Divina Misericordia que es el domingo del amor, del encuentro que Cristo también tiene para cada uno”, dijo.

Aprendamos a ser de la misma forma, misercordiosos, hoy, como fruto de esta experiencia, vemos que en la primera comunidad, animada, fortalecida, realizaban muchas señales, prodigios en medio del pueblo, porque todos los creyentes solían reunirse para celebrar, solían reunirse en aquel momento para mostrar la bondad del Señor y los demás que se les atravían también a ír juntandose poco a poco, iba creciendo de 1 en 1 la estructura particular de esta iglesia, que hoy formamos parte”

 

“En medio de nuestra incredibilidad, se nos ha manifestado Cristo y esa experiencia hoy la viven los apóstoles que les revela que él a venido para permanecer para siempre, en esta iglesia que Él a fundado que Él a constituido y este día nosotros podemos decir que es un día de encuentro, aquel que ama busca, aquel que ama siempre esta dispuesto a estar buscando el bien para el otro; esa es una de las cualidades que se caracteriza de aquel que ha amado, de aquel que ama y de aquel que siente también la necesidad de compartir el bien a los demás”, sostuvo el Jerarca.

 

En este sentido explicó que “Cristo, se da cuenta que con los discípulos que ha amado, compartido, no fue indiferente, no fue un número más, sino a cada uno les ha amado, y por eso Él sale a su encuentro y en su encuentro va a encontrar desánimos, heridas, tristeza, desolación, pero al contrario de esto, la persona de Jesús va a dar paz, va a dar su presencia que va a transformar toda la existencia apostólica y va a transformar aquel miedo en una fuerza viva de la presencia de Dios”

Fijarnos si estamos hacienda experiencia misericordiosa

El Prelado instó a fijarnos hoy “Si estamos haciendo cada uno para que venga un hermano, con tu Palabra, con tu testimonio, con tu experiencia, logras que se acerque un hermano, porque sería muy triste de que con nuestras palabras, nuestras acciones, mejor alejásemos cada día un hermano, sería lo contrario al evangelio, era la experiencia apostólica congregar, animar, unir para que la presencia de Dios sea una manifestación de vida, y la misericordia de Dios sea una expresión también de ese encuentro con el Señor”

Discipulos con miedo

“Los discípulos, estan con miedo, los discípulos estan encerrados por miedo a los judíos, y aquella acción va a poder mostrar una caso de conciencia, porque ellos eran humanos también y se habían dado cuenta que habían fallado, habían fallado porque a un Jesús que se les había revelado ellos han fallado por su falta de fe”, recordó.

“Hoy encontramos que ocho días después se aparece Jesús, devolviéndole lo que más necesitan, porque cuando uno ha pasado un momento difícil en su vida, ha pasado que se ha avergonzado de Dios, pues no tiene paz, y Jesús, cuando se les presenta a ellos lo primero que les dice para que vuelvan a unirse, invitándoles a reconocer quién era Él, les dice: -La paz esté con ustedes-. Ese don que les regala en esta primera acción”

 

¿Dónde esta puesta nuestra confianza?,

 

“Jesús les va a poder mostrar, es que a pesar de su flaqueza, a pesar de su incredibilidad, el Señor se fía, y ahora se fía más para que aquellos que habían puesto su confianza solamente en su fuerza, en su sabiduría, en su capacidad, en su intención, ahora serán capaces poner la fe la confianza en Dios, y este paso a nosotros nos debe de marcar en nuestra vida, ¿En quién confías tú?, ¿En quién confío yo?, ¿Dónde esta puesta nuestra confianza? Invita a interpelarse.

“El Señor inmediatamente les va a dar ese poder de la fuerza del Espíritu Santo para que vayan a unir la iglesia, vayan a sanar la iglesia, y ¿cómo lo van a sanar?, con la paz, con el perdón, esa acción de Dios, Dios no se cansa nunca de perdonarnos; a veces nosotros nos da vergüenza de ser perdonados, nos da vergüenza  porque a veces tomamos una y otra vez nuestra propia acción de pecado, y nos da pena, no nos queremos dejar reconciliar”

 

“El Señor no se cansará nunca de perdonar, y por eso es que hoy nos dice, miren les dice a los discípulos – Yo los envío como el Padre me ha enviado, también yo los envoi -, y al decir esto, dice que sopló sobre ellos y les dió el Espíritu Santo, los transformó en hombres de Dios, y con el poder de Dios, puedan decirle a los demás, yo te perdono en nombre de Jesús, por el don del sacerdocio del Sacramento de la Penitencia”, argumentó el eclesiástico.

 

#Ojalá que nosotros pudiéras estar en este pueblo  que cree, que no va disminuyendo su fe, que no se va apagando su fe, que no se va volviendo indiferente, sino más bien, en un pueblo que cada día siente, más entuciasmo en testimoniar la persona de Jesús, en su casa, en su trabajo, en su diversión en cualquier momento, ojalá que nos llenemos de esta presencia para que vayamos a anunciar a Cristo ante aquellos que ya no vienen a al iglesia, ante aquellos que por cualquier circunstancia se han vuelto indiferentes, llevarle la invitación, mostrarle esas heridas de Jesús, para que sean oportunidad de ser sanados en sí mismo”, animó elobispo de Juigalpa.