Su Exc. Rev. Mons. Francisco Tigerino, Obispo de la Diócesis de Bluefields, dijo en su reflexión del I Domingo de Adviento que: “La venida del Señor no nos tiene que llenar de temor, todo lo contrario, nos tiene que llenar de alegría porque eso es lo que estamos esperando como cristianos, por eso en el evangelio escuchamos esa frase, después de que están bajando todo lo que va a acontecer antes de la segunda venida del Señor, el escritor sagrado dice: –Cuando estas cosas comiencen a suceder y levanten la cabeza-  se fijan en ese detalle mis queridos hermanos, no se trata de que todos estos acontecimientos nos tiene que llenar de temor, de ninguna manera, no, todo lo contrario nos tiene que llenar de alegría porque es la presencia del Señor en medio de nosotros”, destacó.

 

“La palabra Adviento, quiere decir que ya está próxima la venida, que ya está por venir, de hecho las primeras comunidades cristianas creían que la segunda venida de Jesucristo era inminente, lo vemos en la segunda lectura, el mismo San Pablo creía que la venida de Jesucristo, la segunda venida iba a ser en su tiempo, poco a poco van descubriendo que el tiempo de Dios no es nuestro tiempo y que tiene el momento oportuno para sus segunda venida, lo importante es que estemos preparados”

“Y de ahí el motivo por el que la Iglesia año con año empieza el año litúrgico, precisamente preparándonos para recordar la primera venida que celebramos el día de navidad y para recordarnos que el Señor va a venir con gloria al final de los tiempos como Rey del Universo, que es lo que celebramos el domingo pasado”, refirió el Obispo.

 

Asimismo, hizo un recorrido del  transcurso de la historia biblica  “Que han habido varios advientos, el primer gran adviento lo tenemos en todo el Antiguo Testamento, el pueblo judío que esperaba la venida del Mesías,no sabían exactamente cómo es que Dios iba a enviar al Mesíasóna nadie se le hubiera ocurrido la forma en que el Señor escogió enviar a su hijo nacido al final de los tiempos, como dice San Pablo en lo Gálatas –Nacido de una mujer –. Era algo inpensable, era algo inconcebible, porque el Yahvé, la idea de Dios que tenía era el Dios que estaba por encima del aguacero y que era imposible verlo y seguir viviendo”, explicó.

Añadiendo que el inmenso amor que nos tiene “Y aquí está el punto central,  porque era inpensable, y entendemos cómo las personas que convivieron con Jesucristo, no lograban entender qué significaba su venida en medio de nosotros y no  creían, pues si nosotros lo hemos visto crecer, si ha crecido con nosotros, alguno debe haber:- dicho y esta mesa que tengo Él me la hizo, cónmo es posible que ahora digan que es este el hijo de Dios, y  de todo ese período del Antiguo Testamento, se puede considerar el gran Adviento, todo el pueblo escogido por Dios que espera la venida del Mesías”, narró el eclesiastico.

El Obispo de Bluefields refirió que “Hay un Adviento que es un poco más profundo, que inicia el 25 de marzo con la solemnidad de la Anunciación, y precisamente la iglesia pone esa fiesta el 25 de marzo, 9 meses antes del 25 diciembre que es el tiempo en que la Virgen María estuvo embarazada esperando a que naciera el hijo, esto también fue Adviento, ustedes como madre, toda la ilusión, todos los preparativos que esto requiere cuando estan esperando al niño”, dijo.

“Las promesas que el Angel medió, podía haber dicho la Virgen María, cómo se va  a cumplir, todo ese tiempo de espera un Adviento de preparación para la Virgen María, que realmente aunque cuando nació Jesús, no lo va comprender plenamente hasta que resucita”

 

Tambien expresó que “El otro Adviento, es el Adviento que estamos viviendo, Jesucristo se ha hecho uno como nosotros, menos en el pecado, ha tomado nuestra condición humana, ha cumplido su promesa; pero esta promesa no va a llegar a su plenitud hasta la segunda venida del Señor, es precisamente lo que anunciamos el domingo pasado y con lo que la biblia termina, el deseo profunto de toda la iglesia:  –Ven Señor Jesús – “comentó.

Y finalmente, para recordarnos este misterio, entonces la Iglesia inicia el año litúrgico, el año de la iglesia lo inicia con está preparación que dura 4 domingos, por esa razón la corona de Adviento tiene 4 candelas. Tal vés ahora con la energía eléctrica no vemos, lo logramos descubrir este significado de estas 4 candelas; pero si fuera la luz ahorita y solo quedan encendidas una de esas veladoras, y domingo que viene encendemos la otra, el otro domingo la otra, ya cuando se va acercando la navidad, nos vamos acercando nosotros espiritualmente a Cristo quien es la luz del mundo, que el significado, cada vez que nos acercamos a la Navidad, la luz de Cristo nos va iluminando con mayor claridad”.

 

En algunos lugares ponen Cirio Pascual  para  significar que el Señor ya ha nacido

“Se simboliza también con  esa vela blanca , signfica que Jesús ha tomado nuestra condición humana, se ha acercado a nosotros para que nosotros podamos estar junto a Él y nos espera, nos espera para que podamos alegrarnos de su presencia, entonces, toda nuestra vida también es un Adviento, es una espera; pero es una espera que no debe de llenarnos de temor”, advirtió el Prelado.

Mons. Tigerino  dijo que “Podemos alegrarnos y regocijarnos porque al final va a llegar a plenitud lo que se nos ha prometido en el Antiguo Testamento, lo que se ha cumplido con el naciendo del Señor y que, con la segunda venida, entonces logremos  a Él como dice el Apóstol – Ya no necesitaremos luz lámpara ni de Sol porque porque el cordero será nuestra luz, o ahora vemos como en un espejo, entonces lo veremos a Él tal cual es – Esa es la esperanza de la Iglesia y por eso nos reunimos año con año, recordándo la primera venida con nuestra mirada puesta en el triunfo del Señor al final de los tiempos”, explicó.