“Nuestra Iglesia es enviada, ella no se inventó sola ni se hizo para ella misma, es enviada, también es poderosa, tiene poder -no en el sentido humano sino poder sobrenatural-, es santa y además es transformadora”, resumió en estos  aspectos las lecturas de hoy  Su Exc. Monseñor Sócrates René  Sándigo Jirón” obispo de la diócesis de León, quien agrego en su reflexión que “Ese báculo, ese bastón es signo del poder que Dios te da, a nosotros, de manera particular, y a ustedes también, queridos hermanos, somos la Iglesia con poder, tenemos el poder de expulsar el maligno y ustedes lo pueden hacer” expresó.

“Es enviada, es decir, es misionera. Hoy enfatizamos mucho este aspecto de la Iglesia  misionera y estamos aclarando que la misión no es ir  a África,  la misión es también aquí, yo soy misionero en mi casa, yo soy misionero en el ambiente donde me muevo, yo soy  misionero donde estoy,  porque soy Iglesia y a mí me enviaron”, manifestó.

El obispo de León  se refirió a la primera lectura del Libro del profeta  “Amós quien vivía en el Sur de  Judá, de ahí lo saca Dios y lo envía al norte de Israel, y por eso, él reclama: si no soy Profeta, ni hijo de Profeta, soy un arriador de animales”, dijo. Y luego añadió  “Pero, el Señor lo ratifica, lo envía y lo manda a ambientes difíciles, a ser crítico de Sacerdotes, de reyes, hasta de Profetas falsos, él se siente enviado, él va enviado. Eso es lo que hace Jesús, tomando a los 12 y los envía de dos en dos, ese Espíritu, nosotros, tenemos que encarnar”, aconsejó Sándigo Jiron.

“Somos enviados, queridos hermanos, y… si yo me estanco, estoy estancando a la iglesia porque yo soy la iglesia, si yo me canso se está cansando la iglesia porque yo soy la Iglesia, si yo no evangelizo, no doy testimonio es mi Iglesia, soy yo el que no lo hago, y  por eso, Pablo decía: Ay de mí si no evangelizara, ay de mí-«, expresó.

El obispo de León dijo que “Hoy en nuestro templo están presentes los catequistas; de manera particular ese tipo de ministerio hay que ejecutarlos, realizarlos, hacerlos, con sentido de Iglesia: Yo soy enviado, no, no, no lo merezco, hay otro mejor, hay otras mejores que yo; pero, Dios ha querido enviarme, enviarme, de dos en dos, soy enviada, yo soy catequista porque a mí Dios me envió”, sostuvo.

El jerarca de la diócesis de León recalcó  la importancia de definirse enviado “Yo, estoy ahí en la puerta repartiendo la hojita dominical porque Dios me envió, yo estoy detrás de una cámara transmitiendo esta Eucaristía más allá de Nicaragua porque Dios me ha puesto para eso, me ha enviado para eso, yo estoy predicando aquí no porque quería sino porque Dios me envió, me envió y cuando te sientes enviado, sientes gusto de lo que haces porque detrás de tí está Dios, porque detrás de tu quehacer está Dios, porque contigo está Dios, porque en tu actuar está Dios sembrando la semilla; pero hay que sentir que soy enviado”, apunto.

Los envió con poder

“Los envió con poder, nosotros tenemos poder, queridos hermanos, a veces no lo usamos”, dijo. Luego de recordar la experiencia vivida en la capilla de Las Peñitas dedicada a Sor María Romero por haber muerto ahí  “Leíamos una oración que ella repetía, es un pequeño exorcismo, pero se nota que la beata sentía el poder: «Ángeles, Arcángeles, Santos, Dominaciones, ayúdenme a expulsar al maligno»; pero ella sentía el poder. Miren, miren, miren que bonito como la frase da un giro, a veces le decimos: San Miguel expulsa al maligno, Arcángeles expulsen… ella no les dice que lo expulsen… Ayúdenme… Ayúdenme a expulsar al maligno de mi vida, de mi familia, de mi patria; pero ella no le dice a ellos que lo hagan”, rememoró.

Enfatizó que el cristiano también tiene poder “Porque Dios me lo ha dado, tú tienes poder porque el Espíritu del Señor está contigo, porque el Padre, el Hijo y el Espíritu están contigo porque eres su hijo, porque eres Iglesia; tenemos poder y les dio poder -dice el texto de hoy- y por eso les digo: no, no vayan con cosas ahí, no lleven plata, no lleven cosas porque no vaya a ser que con eso se sientan, se empoderen, eh, cuando la gente tiene dinero, muchos bienes, recursos, se sienten empoderadas que todo lo pueden; pero cuando llega la enfermedad se dan cuenta que no tienen poder”, manifestó.

El Prelado sostuvo que el creyente tiene el poder “Usted tiene poder, libere a su familia, papá, protégela, cuídela, mamá, invoque el poder del Señor sobre su familia, sobre sus hijos, cuídelos, vete de mi familia maligno, aquí está Cristo que nos cuida. Libero a mis hijos de toda maldad, los alejo de todo aquello que les aceche que los quiera pervertir, que los quiera alejar, los alejo en nombre del Señor, tengo poder, somos iglesia que fue enviada con poder. Por eso, no lleva muchos recursos para el camino”, exhortó  Sándigo Jirón.

Iglesia Transformadora

“Es Iglesia transformadora por empezar a liberar a los enfermos, a curar a los enfermos, transformadora… ¿Porqué?, porque en la presencia de un buen Sacerdote, transforma, cambia. ¿Qué vi yo en esos barrios donde creé parroquias?, que había, primero, muchos cultos sectarios,  y yo pensaba pero… ¿Porqué si hay diez cultos ahí, el barrio no cambia?, ¿Porqué ahí sigue habiendo pobreza? ¿Porque ahí sigue habiendo inseguridad, robo?, ¿Porqué?. En cambio, miraba que cuando ponía un Padre y creaba un hermosa Iglesia y ya activaba aquella comunidad, el barrio se sanaba”, aseguró el prelado.

“Es una transformación íntegra, va desapareciendo la inestabilidad, producto de la inseguridad, del robo y, se va ganando paz; el egoísmo se va transformando en honestidad, la pobreza va desapareciendo porque la gente empieza a invertir, ya no tienen miedo a abrir un negocio en ese barrio porque ya no les van a robar, va cambiando, va cambiando, transformando, la iglesia es transformadora”, afirmó.

Mons. Sándigo Jirón expresó que “Donde hay un buen cura con una buena parroquia, ahí el ambiente tiene que cambiar; donde hay una estructura pastoral buena, una buena catequesis, un buen grupo misionero, un buen staff de comunicadores, un buen grupo juvenil, una estructura pastoral, pronto eso va a cambiar porque la iglesia fue enviada para cambiar, para transformar, fueron a predicar la conversión”.

El obispo motivó a implementar la transformación   en normas y principios básicos del creyente y de forma pedagógica explicó, cómo desde la familia y en el hogar se puede transformar el entorno donde se vive y lograr “Cambiar ese ambiente y después el cambio interno, moral… decir ya eso no lo puedo volver a hacer, no es correcto”, ejemplificó.