“Tres experiencias o expectativas a meditar: Primero: Dios llama y llama a todos; Segundo: Escucha, el saber escuchar, el saber discerner y tercero: Accion de gracias, eso encierra toda nuestra existencia”, contempló en su mensaje del V Domingo del Tiempo Ordinario, El Obispo de la Diócesis de Juigalpa Su Exc. Rev. Marcial Guzmán, quien agregó  que“Jesús llama en nuestra condición de pecadores para que podamos descubrir en Él la salvación, descubramos en Él al Santo de los santos, al que nos hace partícipes, no por nuestros méritos sino por su grandeza de la obra de Él”

Dios nos llama con toda nuestra historia

El Jerarca manifestó a la feligresía presente y a quienes lo ven y escuchan mediante los medios eclesiales y plataformas digitales que “Dios nos llama con toda nuestra historia, historias de cosas oscuras, historias de gloria, de actitudes que Dios ha mostrado hacer brillar su presencia también por cada uno de nosotros. Esa experiencia de ser llamado es la riqueza de la Iglesia”, destacó.

 

“Porque Dios nos ha llamado, llamó al hombre para que mantuviera su amistad todo el Antiguo Testamento va a ser una constante de ir llamando para que el pueblo se sintiera animado, para que el pueblo no estuviera solo fue llamándolo a vivir esta experiencia con Él”

 

“Hoy, escuchábamos a través del Profeta Isaías esa llamada que nos cuenta ya en el capítulo 6, aunque quizás si nosotros hemos leído desde el inicio el Libro de Isaías y nos preguntamos y ¿por qué aparece hasta ahora en este capítulo esta experiencia cuando debiera ser al inicio? “, Interroga el Obispo en el acto Eucaristico celebrado en la santa Iglesia catedral Nuestra Señora de la Asunción.

Sin embargo, refirió que  los escritores o hagiógrafos, nos han dejado este pasaje acá por una razón fundamental que es el inicio de la experiencia pública del Profeta Isaías cuando él va a poder reconocer su realidad humana, su condición humana “ Y Dios que lo ha llamado desde el no ser para ser, estar con Él, le va a poder mostrar de que Él es el todo poderoso”, dijo.

“Isaías reconoce esta experiencia cuando decía de que  -la gloria del Señor se ha manifestado – y él mostraba aquella acción de decir: -¡ay! Señor, mira estoy perdido, porque yo soy un hombre de labios impuros, que habito en medio del pueblo de labios impuros, porque he visto con mis ojos al Rey y Señor de los ejércitos -; pero después el Señor que todo lo puede va a dar razón a esto:  -mira,  yo te he llamado, escuché tu voz y voy a enviarte a dar una buena noticia al pueblo -“

Mons. Guzmán Saballos explicó  que “La misma experiencia la vamos a encontrar en el Evangelio de San Lucas, toda la experiencia del capítulo 5 de San Lucas, cuando Jesús va comenzando su misión y lo primero que hace es llamar a aquellos que van a tomar conciencia de su amistad, a aquellos que le conozcan, a aquellos que estén con Él, aquellos que lleguen hasta lo más íntimo de dar lo que piensa Jesús que es la salvación de todos y va a hacer la llamada Pedro, la llamada a los apóstoles estando allá por el Lago de Genesaret”

Constituir una gran familia que es lglesia

Especificamente manifestó que “Jesús va a fijarse en Pedro, va a fijarse en Santiago, va a fijarse y los va a llamar con su nombre, también estos hombres tienen su propia historia, son llamados por Jesús para que formen la gran familia que está constituyendo, que un día le pondrá nombre que es Iglesia a la que nosotros hoy,  reconocemos que somos parte viva de este cuerpo del Señor, Jesús los llama para que colaboren con É”, anotó.

“Y va a poder mostrar en una experiencia de milagro cuando la desilusión, cuando el cansancio ha llegado, cuando parece que pasó toda la noche sin sentido, desvelado, agotado, tanto el Apóstol San Pedro en su barca – echando las redes y no había pescado nada -; de pronto Jesús lo llama y le dice: -Tira las redes – y, es aquella experiencia de la pesca milagrosa cuando las redes se llenaron de peces y cogieron tantos peces que tuvieron que llamar a otros también para que vengan a participar de esta experiencia”

El Jerarca de Juigalpa, narró que “Llamaron a otros para que también ayudaran en esto que va a ser un signo, pero que se va a convertir en una realidad a lo largo de todos los siglos y, va a ser con la actitud de la pesca milagrosa cuando Pedro va a poder decir su condición, la respuesta a la llamada que puso obstáculo  –Señor, apártate de mí que soy un picador-«, sostuvo.

“Y va a ser la experiencia también del Apóstol San Pablo  cuando en la Carta a los Corintios capítulo 15 nos regala también una confesión cuando va a reconocer – Yo el último de los apóstoles, quizás que fui llamado como un aborto, porque fui perseguidor de la Iglesia , sin embargo, Dios me llamó y por eso la gracia de Dios no ha sido estéril en mí y por eso, por su gracia soy lo que soy – Es una invitación. Toda la Liturgia de hoy al saberme llamado por Dios”

Dios nos invita …

“En otro aspecto, el saber escuchar, Dios tiene voz, Dios nos invita. Nos ha dado también la libertad de decir  –sí, lo escojo o lo rechazo -; por lo tanto, en medio de tantas dificultades de mundo, en medio de tantas atracciones que el mundo nos ofrece, muchas veces en acciones que van contraria hacia Dios mismo, porque van con el pecado, en medio de todo ese abanico de ofrecimiento del mundo, podemos dedicar un tiempo a la escucha. –Señor, quiero escuchar tu voz-“, expresó.

“Cuando no escucho su Palabra, cuando no cumplo su voluntad, porque cuando yo lo escucho, pasamos a la otra actitud que es la acción de gracias, cuando reconozco cuantas cosas he recibido de Dios, incluso la vida humana es un regalo de Dios, la vocación particular que nos ha hecho es un regalo de Él”

“La invitación a que estemos con Él que es la vocación universal para que todos seamos santos como Él es Santo, es un regalo particular y Él mismo nos da las gracias siempre que sabemos actuar, que esas gracias no se desperdicien, primero que las tengo, que Dios me ha llamado, no por mis méritos, no por lo que soy, sino me ha llamado por lo que Él ha querido para prolongar su Reino”, explicó el Prelado.