Este 12 de Diciembre, durante su homilía de este III Domingo de Adviento Su Eminencia Rev. Cardenal Leopoldo José Brenes Solórzano, invitó a meditar y ha preguntarnos  interiormente ¿Qué es lo que entristece mi corazón? Y el personalmente lo hace  ¿Qué es lo que entristece mi vida como Obispo? Y luego agregó que “Cada uno de nosotros tenemos una historia, una historia que vamos labrando, una historia que a veces tiene momentos difíciles, muy duros, muy fuertes y eso nos causa tristeza, nos causa dolor.. Santa María de Guadalupe  Emperatriz de América es verdaderamente un consuelo para todo el pueblo católico y de manera especial para este pueblo que peregrina en situaciones difíciles, de toda nuestra América Latina”, sostuvo.

“Al preguntarnos hoy: ¿Qué es lo que entristece mi corazón?, ¿Qué es lo que entristece mi vida?, vendrán tantas cosas; sin embargo, al ver a  nuestra Madre, como en tantas ocasiones nos dice el Santo Padre: -Miren a María cuando tengan tristeza en su corazón, mírenle a ella y ella como Madre amorosa les va a dar una respuesta-“

El Prelado compartió su sentir y dijo:  “Y pensé que esta misma pregunta al iniciar esta Homilía proponérsela a ustedes, proponérsela a cada uno de ustedes aquí presentes, como también a todos los que están participando a través de los medios de comunicación: ¿Qué es lo que entristece mi corazón?, ¿Qué es lo que entristece mi vida en este momento?”, insistió en dichas interrogantes.

“Y quisiera invitarles a un minutito de silencio y que cada uno podamos, frente a nuestra Madre, viéndola a ella, que nos ilumine: ¿Qué es lo que entristece mi corazón?, ¿Qué es lo que hoy, verdaderamente entristece mi vida?. Así que hacemos un momentito de silencio. También en los hogares, si tienen una imagen, miren esa imagen y que ella responda”

 

 

He querido celebrar la solemnidad a Santa María de Guadalupe, ella es nuestro consuelo

El eclesiástico dijo que  el Papa recordaba: -Santa María de Guadalupe, Emperatriz de América, toda América Latina, el Caribe y Filipinas están celebrando hoy a nuestra Madre, La Santísima Virgen de Guadalupe – Y  ella ha sido el consuelo, ella es consuelo para todos nosotros, sin duda alguna y sin temor a equivocarme, muchos de ustedes han acudido a ella en momento difícil y sí han encontrado ese consuelo”, aseguró.

“Que hermosa esta frase que dirige a San Juan Diego:  -¿Qué te preocupa?, ¿Que no estoy yo aquí, que soy tu Madre?. Y que hermoso, yo pienso en nuestras mamás biológicas cuando tenemos un problema y acudimos a ella y recibimos ese abrazo, a veces sin una palabra, solamente el abrazo de mamá nos fortalece, nos consuela y nos hace seguir adelante; pensemos en nuestra niñez, cuando acudíamos a ella llorando, nos lanzábamos a sus brazos y ella nos abrazaba también y era el consuelo”

 

Santa María de Guadalupe Emperatriz de las  Américas es verdaderamente un consuelo para todo el pueblo católico

“Santa María de Guadalupe es verdaderamente un consuelo para todo el pueblo católico y de manera especial para este pueblo que peregrina en situaciones difíciles, toda nuestra América Latina, el Caribe y Filipinas, hoy unidos en una misma oración, unidos en esa mirada que tuvimos nosotros la miran a ella, ¿Cuántos templos dedicados a ella?, y ella es verdaderamente el consuelo. Vayan hacia ella y ella nos indica el camino  -vayan hacia mi hijo- . Y esa es la gran experiencia de hoy, ¿Quién puede verdaderamente darnos la verdadera alegría?”, manifestó el Cardenal Brenes.

 

Asimismo, añadió que “Podemos hacer una fiesta hermosa, llenar una plaza, llenar un auditorio, celebrar con pompa y siempre pienso en algunos artistas que dan un concierto con miles y miles de personas que los aplauden, que les hechas vivas; pero cuando este artista está solo en su camerino, viene con un montón de problemas y testimonio de muchos de ellos dice:  -hemos llorado, porque aquella cantidad de gente es anónima y mi gozo y mi alegría ha desaparecido –“

“Este III Domingo de Adviento -el domingo de la alegría-» y si ya el primer domingo decíamos que era necesario que fuéramos contando, componiendo aquel camino, hoy también, la primera lectura ya decía: –Se ha compuesto Jerusalén el camino, puedes llegar, Dios te ha perdonado-, sí, solamente Cristo, el Señor es el motivo de nuestra alegría”, observó.

“Estad alegres, estad siempre alegres”

El Arzobispo se refirió a la  Segunda Lectura de hoy que dice: -Estad siempre alegres, estad siempre alegres; pero ¿Dónde está el motivo de nuestro gozo, de nuestra alegría?,  interrogó. Tras responder: Está en el Señor. Y cuando nosotros gritamos: ¿Auién causa tanta alegría?, ¡La Concepción de María!. Hoy también este pueblo que peregrina en América Latina, el Caribe y Filipinas, también está llena de gozo y llena de alegría ¿en quién?, al celebrar a la Madre”

 

El Arzobispo Metropolitano de Managua recordó que “Mientras era Obispo de Matagalpa, escuché varios slogan de los campesinos que decía: donde está un católico, ahí hay alegría, fíjense que bonito eso: donde está un católico, ahí hay alegría”

 

“Hoy podríamos preguntarnos: yo como católico ¿Soy verdaderamente imagen de la alegría? y ¿Cómo voy a ser imagen de alegría?, cuando Cristo está en mi corazón; solamente esa presencia de Cristo en mi corazón nos da el gozo, nos da la alegría; por eso, hoy la respuesta la tenemos en nuestra Liturgia:  -Estad siempre alegre», estad siempre alegre y que hermoso que nosotros podamos ser ese fermento de gozo y de alegría. Vamos caminando para celebrar ese gran momento, el nacimiento del Señor que trajo alegría”

 

“-Una buena nueva les voy a dar -, decían los ángeles a los pastores, una buena nueva. Que hermoso que también nosotros podamos ser esos portadores de gozo y de alegría”, insistió el eclesiástico.

 

“El Evangelio nos recordaba esa confrontación. Juan el Bautista nos da una respuesta a cada uno, a cada uno ¿Qué tengo que hacer?, ¿Qué tengo que hacer?. Aquel joven que se acerca a Jesús: ¿Qué tengo que hacer para adquirir la vida eterna?. Muchos de ustedes también en algún momento van ante su director espiritual, ante su confesor y le pregunta: ¿Qué tengo que hacer?, muchos jóvenes nos preguntan: ¿Qué tengo que hacer?. Y vemos como no hay una respuesta única, sino que cada uno de nosotros con nuestra historia tenemos que cambiarla y transformarla a partir de escuchar al Señor”, recomendó el señor Arzobispo.

 

“¿Qué tengo que hacer? el Señor se dirige a cada uno, porque cada uno tenemos una historia, una historia muy, pero muy especial y Cristo, el Señor nos va a ir acompañando, Él es aquel que nos viene a bautizar en el Espíritu Santo, ese Espíritu que guía de manera permanente a la Iglesia, ese Espíritu Santo que vino sobre nuestra Madre, la Santísima Virgen María y fue motivo de gozo y fue motivo de alegría y que la transformó totalmente. Pues, que hoy, nosotros también, mis buenos hijos, al preguntarle al Señor: ¿Qué tengo que hacer?, le escuchemos, como bien, nos dice Nuestra Madre: -Vayan hacia mi hijo, escúchenle y hagan lo que Él les diga.”