“Buscar en nuestro interior un poco de harina  en la tinaja y un poco de aceite en la vasija recomendó en su homilía el Obispo de Matagalpa, Su Exc. Rev. Mons. Rolando J. Álvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, quien manifestó que en las lecturas proclamadas tenemos tres enseñanzas, la primera: “Alcemos nuestra mirada a Él, fundémonos en la roca inamovible que es Él, y descubriremos una vez más, que siendo Dios nuestra esperanza, ésta esperana, nunca defrauda; segundo: La limosna que significa compasión y misericordia, descubrir y  ser sensibles a los sufrimientos y dolores de los otros  y tercero: La limosna, con la compasión y misericordia, el Señor nos cubre una multitud de pecados”, observó.

El Prelado destacó  que los nicaragüenses “Desde  nuestras limitaciones, pobrezas, trabajos, esfuerzos y sacrificios, bendito sea Dios, con la compasión y la misericordia, advertimos las necesidades de los demás los hacemos partícipes, nos hacemos partícipes unos y otros como una comunidad de los bienes de lo que somos y de lo que tenemos, nos ayudamos unos a otros, nos tendemos la mano unos a otros, nos levantamos de las caídas unos a otros, oramos unos por otros”, dijo.

En este orden agregó  que “En esos momentos que podrían ser de angustia, tenemos que buscar, allá en lo recóndito de nuestro corazón, allá en lo más profundo de nuestro interior, allá seguramente encontraremos un poco de harina en la tinaja, y un poco de aceite en la vasija; y disponiendo nuestro corazón a la palabra de Dios, y poniendo nuestra mirada solo en Dios, que es nuestra única esperanza, fundamentando nuestra vida en la roca que desecharon los arquitectos y que llegó a ser la piedra angular que es Cristo nuestro Señor”, sostuvo  Mons. Álvarez Lagos.

Cristo es roca inamovible donde nos asentamos

“Esa roca inamovible e invencible donde nos asentamos nosotros para también sentirnos fuertes y animados, allí, encontraremos que es posible seguir adelante caminando en la vida, allí, buscando en nuestro interior y volviendo la mira a Cristo como tantas veces el Papa San Juan Pablo II nos lo pidió: -Mírenlo a Él  y nos insiste:  -Miren al crucificado, mírenlo a Él» entonces veremos y descubriremos que ni faltará harina en la tinaja, ni aceite en la vasija”

“Entonces descubriremos y veremos que en aquel óbolo de la viuda del evangelio, donde iba y estaba todo su ser, su tener, su haber, es donde realmente se encuentran las grandes riquezas inagotables de la fe, la esperanza y la caridad”, haciendo alusión a la lectura del día.

En este sentido releyó el pasaje diciendo que “El profeta cansado del camino entra a una chocita, se encuentra con una viuda que recogía leña, la llamó y le dijo : – Tráeme, por favor, un poco de agua para beber , cuando ella se alejaba, el profeta le gritó: por favor tráeme también un poco de pan; ella le respondió: No me queda más que un poco de aceite en la vasija y un puñado de harina en la tinaja, voy a prepararlos para mí y para mi hijo, y moriremos -, Elías insiste: -Hazme unos panecillos– , aquella mujer obediente a la voz del profeta, del enviado de Dios, del hombre de Dio, se pone a la cocina y dice el texto que – comieron ella, su hijo y e-profeta, y entonces, a partir de ese momento, ni la tinaja de harina se vació, ni la vasija de aceite se agotó”, observo el Prelado.

“Encontramos a otra viuda, aquella que da su óbolo, todo cuánto tenía para vivir, en estas dos viudas, amadísimos hermanos y hermanas, encontramos el primer mensaje, en ella está la debilidad, la fragilidad, la pobreza, la limitación, también en ella podemos encontrar la aflicción, nuestras aflicciones, nuestros desconsuelos, hasta nuestras desesperanzas, podemos encontrar en ellas nuestra mirada enturbiada cuando no vemos claro el horizonte, cuando los problemas nos agobian, golpean el matrimonio, la familia, cuando las dificultades pesan y sentimos la carga en la vida”

Asimismo, recordó el relato bíblico  “Del muchacho de los cinco panes y dos peces, que es lo único que tenía, también él tuvo que buscar en lo recóndito y encontró lo único que tenía y se lo ofreció al Señor, y ¿qué sucedió?  Preguntó  el eclesiástico, al tiempo que dijo: Cristo multiplicó los panes, le dio de comer a las  muchedumbres, y con esos doce canastos que sobraron y fueron recogidos por los Apóstoles, Cristo, en medio de las vicisitudes, sufrimientos y dolores del mundo, de todos nosotros, va alimentándonos, va sosteniéndonos, va el Señor caminando con su pueblo, va el Señor acompañándonos, Él que nunca nos deja solos”

La “limosna” es compasión y misericordia

“Segunda enseñanza que podríamos encontrar: la limosna es una palabra procedente del griego que significa compasión y misericordia, a través del tiempo por las circunstancias y malos entendidos, realmente en la práctica se ha desvirtuado el significado profundo de la limosna, que es compasión y misericordia. La compasión y la misericordia dice el Papa San Juan Pablo II  – Que nos lleva a advertir, a descubrir y a ser  sensibles a los sufrimientos y dolores de los otros -, a descubrir la necesidad de los otros que son mis hermanos, del otro que es mi próximo, mi prójimo”

Retomando nuevamente el magisterio de San Juan Pablo II  citó –La compasión y la misericordia es la verdadera limosna, no solo nos ayuda a advertir y a descubrir las necesidades de mis hermanos, si no, dice, también hacerlos partícipes de mis bienes, pocos o muchos -Qué bonita expresión del Papa , hacerlos partícipes de mis bienes, de lo que soy y de lo que tengo”, subrayó Álvarez Lagos.

Somos un pueblo sencillo que desde nuestras pobrezas nos hacemos participes unos y otros

“Nosotros somos un pueblo sencillo, normalmente, mayoritariamente, todos, somos un pueblo de trabajo, somos un pueblo de trabajadores, el pueblo de Dios se gana el pan de cada día como obreros, oficinistas, técnicos, profesionales, campesinos y con el sudor de su frente y con una profunda y gran dignidad, llevan ustedes, llevamos todos el sustento del pan de cada día a nuestros hogares, así somos nosotros los nicaragüenses”

“Le hacemos sentir a los otros, al hermano, al hermana, a través de una palabrita de un gesto sencillo, amable, que estamos juntos caminando, como hermanos, que vamos en la misma barca, y que vamos enfrentando los oleajes del mar y que confiados en el Señor que es quien la lleva, llegaremos a puerto final, a buen puerto. Así somos, nosotros los nicaragüenses, así el pueblo de Dios, porque encontramos siempre en la palabra y en Cristo que es la palabra de Dios hecha carne, todas estas luces que nos motivan, nos impulsan y nos animan a seguir adelante”, manifestó.

La limosna: compasión y misericordia el Señor  nos cubre una multitud de pecados

“La tercera enseñanza parte de (1 Pe cap. 4) cuando dice que -Las obras de caridad, las obras de misericordia, cubren una multitud de pecados-, siempre me ha llamado la atención que Pedro no dice cuantos pecados cubren; pero dice una multitud, es decir, amadísimos hermanos y hermanas que con las obras de caridad, las obra de misericordia, con la limosna, con esta compasión y misericordia, el Señor nos cubre una multitud de pecados, nos perdona una multitud de pecados, es parte de su misericordia”, insistió.

Y dice el Papa Benedicto XVI, con la limosna, con esta compasión y misericordia, el Señor nos convierte, nos conduce al arrepentimiento, nos reconcilia con Él y nos reconcilia con los demás, miren cuántas maravillas, cuántos frutos se recogen de las obras de caridad y misericordia y la limosna, dice el Papa Benedicto, son instrumentos de conversión, de arrepentimiento, de reconciliación con Dios y de reconciliación entre nosotros, es decir, las obra de misericordia, la limosna, la compasión, nos perdonan una multitud de pecados.

Pedir intercesión de la Virgen Santísima

El obispo de Matagalpa exhortó  “Pedir al Señor amadísimos, que por intercesión de la Virgen Santísima, primera discípula y modelo del discipulado, nos ayude a nosotros a buscar siempre en lo más profundo de nuestros corazones, ese poco de aceite y ese poco de harina, elevar nuestras miradas a Cristo, fundamentar nuestra vida en el Señor que no defrauda y seguramente nunca faltará harina en nuestra tinaja y aceite en nuestra vasija”, sostuvo.