Su Exc. Rev. Mons. Isidoro Mora Ortega, Obispo de la Diócesis de Siuna, reflexionó en su mensaje de este domingo que se comprende el misterio de la Trinidad santa  cuando “La familia  reconoce que no es perfecta, pero que buscan la asistencia, la ayuda de Dios en la oración, en la comunión con los hermanos, en el servicio a los más necesitados; los maestros que se preocupan sus alumnos,  los profesionales que usan su conocimiento en beneficio de los más necesitados; los que en sus parroquias se esfuerzan por dar buen testimonio, ayudando en lo que pueden a los más necesitados, testificando de esa manera el evangelio de la caridad y del amor, los sacerdotes que cada día se enfrentan a las críticas, al cansancio, y a sus propios pecados, y aun así, ejercen su Ministerio con alegría  para servir mejor a sus hermanos”, dijo.

 

“La solemnidad de la Santísima Trinidad, que para nosotros es muy común y conocido, son Tres  personas distintas y un solo Dios verdadero, eso ya lo aprendimos de las catequesis, muchos niños ya saben esa respuesta. Al Padre que nos ha creado, al Hijo que nos ha redivido, al Espíritu que nos guía, que nos renueva en al amor, y en la comunión perfecta”

 

Retomando el pensamiento de San Atanasio, explicó que “La Santísima Trinidad no tiene mezclado ningún elemento extraño o externo, que no se compone de uno o que crea y de otro que es creado, sino que toda ella es creadora, es consistente por naturaleza, y su actividad es única, sin embargo, la Santísima Trinidad no deja de sorprendernos, porque no somos capaces de comprender ese misterio de unidad tan profundo porque nuestra mente es muy limitada, por eso a la hora de reflexionar no nos detenemos en hablar tanto del misterio que encierra, sino más bien, sobre el amor que constituye su escencia, y la unidad y la trinidad al mismo tiempo”

 

“Por eso, el conocimiento que posee la Iglesia, es que Dios en una comunidad de amor, Dios es una comunidad de amor, y esto lo sabemos únicamente porque Dios mismo lo ha manifestado, lo ha revelado, difícilmente, humanidad jamás hubiése entrado en ella, si Dios no lo hubiése hecho partícipe de este misterio de amor, este misterio no se puede explicar con lenguaje humano”, expresó el eclesiastico.

“En estos dos mil años, que llevamos nosotros reconociendo a Dios, Uno y Trino, no ha surgido entre nosotros, una persona capaz de crear un argumento claro, ¿cómo es que Tres  personas al mismo tiempo, en un mismo Dios, un solo Dios?; sencillamente porque no se le puede conocer con la mente, ni la razón la puede conocer, ni la lengua tratar de explicar, sin embargo, eso no significa que no se pueda explicar, mientras la razón no puede, el corazón sí lo pued revelar, porque es una reunión de amor”

 

Sobre el particular, sostuvo que “Cuántas personas sin darse cuenta, han tenido esa visión de la Santísima Trinidad como comunión de amor ininterrumpido entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, se han preguntado ustedes quiénes son esas personas que han sentido su presencia y comprenden lo que es la Santísima Trinidad, pues son aquellos que han emprendido, o más bien, han aprendido a vivir en comunidad, que saben entender, que saben comprender, que saben ayudar al que lo necesita, que estan dispuestos siempre a velar por el que lo está necesitando en ese momento, esas personas desde la entrega de cada día, demuestran con sus obras y acciones, quién es la Santísima Trinidad”

“Estoy convencido que la Trinidad, solo se entiende desde la realidad que vivimos, una persona que no juzga, que no condena a su hermano, por el color de piel, por religión o condición social, esa es una persona que entiende lo que es la Santísima Trinidad, una madre que acoge a su hijo a pesar de sus errores, el hombre que permanece fiel a su esposa, a pesar las dificultades económicas, a pesar de los problemas sociales”, enfatizo el Obispo de Siuna.

.

“Queridos, hermanos, amigos, familiares, religiosos, sacerdotes, ninguno esta preparado, capacitado para entender la Santísima Trinidad; pero sin darnos cuenta, cada vez que formamos comunidad, cada vez que nos esforzamos por hacer el bien y no el mal, cada vez que luchamos para que la paz, el amor, la justicia prevalezca entre nosotros, cada vez que nos esforzamos por ser transparentes, en nuestro actuar, en nuestro vivir con los demás, estamos haciendo presente la Santísima Trinidad. Nuestros corazones, se abren un poco al misterio; pero Dios en su bondad nos transmite muchísimas cosas, porque Él quiere demostrar al mundo que solo desde esa entrega, desde esa comunión, desde ese sacrificio,  Él está presente en medio de nosotros”