Su Exc. Rev. Mons. Isidoro Mora Ortega, Obispo de la Diócesis de Siuna, exhortó en su mensaje de este domingo “La liturgia nos invita a  que proclamemos la misericordia del Señor, la misericordia de Dios que sale al encuentro de la miseria humana, Dios se proclama a sí mismo el triunfador del amor, sobre el pecado y sobre la muerte, Dios es Padre, es rico en misericordia, que no quiere nunca la muerte del pecador, sino que viva; por eso pues, mientras vivamos en este mundo, mientras estemos en este mundo siempre vamos a tener la tentación de querer volvernos soberbios ante la invitación de Dios”, sostuvo.

“Que cada uno de nosotros nos volvamos instrumentos de Dios, que si decimos conocer a Cristo, si decimos conocer el amor de Dios, si decimos que nos sentimos amados, emprendamos un camino nuevo,  y que aquellos que se afanan en su mal actuar, porque estan ciegos, por poder o por dinero, por lo que sea, oremos para nunca nos falte la fe ante las pruebas de los hombre sin Dios”

Nunca nos sintamos débiles por el mal testimonio de otra persona

“Si nosotros somos causantes del mal hacia otro, que seamos humildes  le pidamos a Dios que nos de sabiduría, para que aprendamos a ser hombres y mujeres de bien, no hagamos la vida difícil a los demás, pidámosle a Dios eso: -Señor que yo no le haga difícil la vida a los demás, ayúdame a ser instrumento de paz, ayúdame a ser puente de gracia, ayúdame a transmitir tu amor  y tu misericordia, ayúdame a que eso que yo conozco de tí, Señor, no se quede en mis labios”, exhortó.

“No  dejemos nunca de proclamar la grandeza de Dios, porque Dios es inmesamente bueno, estamos llamados, desde la libertad, como hijos de Dios que somos, a descubrir ese tesoro, a sentirnos totalmente atraídos por esa bondad infinita, a veces, por no decir siempre, encontramos a personas que tienen una imagen distinta de Dios”

“No se logra ver el verdadero rostro de un Dios bueno que es infinitamente misericordioso compasivo, que nos espera siempre para amarnos, para bendecirnos, fortalecernos, renovarnos, santificarnos, y hacernos sentir siempre que su amor no tiene fin, cuánto se goza el Señor cuando nos dejamos seducir por Él, cuánto se goza el Señor cuando nos doblegamos ante Él, y Dios que es infinitamente bueno, incluso hasta las mismas cosas difíciles deberían ser para nosotros una oportunidad para que descubramos al Señor”

En este sentido Mons. Mora aseveró que “A veces hasta las cosas malas, nos ayudan a que verdaderamente nos demos cuenta que si seguimos por ese camino, nos estamos quitando la oportunidad de descubrir  a un Dios amigo, a un Dios cercano”, sostuvo el Jerarca de Siuna.

Pareciera que hablar de Dios es como una idea

“A veces vemos a Dios como si no fuese persona,  a veces a Dios como un ser extraño, alejado totalmente de nuestra realidad, y por eso no es de sorprendernos cuando las personas tienen borrado en su corazón y en su mente quién es Dios, nos sorprende cómo este tipo de personas actúa, y es ahí donde hay tanta injusticia, tanta maldad, tanto egoísmo, tanta mentira, incluso nosotros mismos nos afanamos en hacer cosas contrarias”, enfatizó el eclesiástico.

En Cuaresma, qué bueno sería que tuviéramos la oportunidad de reconciliarnos

“De abrir un poquito nuestras puertas, de salir de ese hombre viejo, de esa mujer vieja que ha venido arrastrando sus propias dificultades y que lo único que hace nada más en hundirse en su propia miseria, qué bueno es cuando una persona dice: -me voy a confesar porque soy conciente que cometo errores, y que si estoy cometiendo errores, soy conciente  que Dios no me quiere hundido en el mal, sino que quiere rescatarme porque su amor en infinito, por su amor es eterno, porque Dios no quiere la condenación del pecador”, observó Mons. Mora.

“Las palabras que Dios nos regala, son precisamente para que las meditemos, para que entremos a descubrir y penetremos ese ministerio de amor, que está ahí delante de nuestros ojos,  y que desgraciadamente por estar sumergidos en el mundo, no descubrimos el mayor tesoro que es Dios”

 

“A veces encontrás personas que te preguntan:  y ¿realmente Dios existe?, ¿por qué?, porque creen descubrir a Dios en tanto asesinato, en tanta maldad, en tanta hambre, en tanta miseria, y desde ahí quieren descubrir si existe o no esxiste Dios, cuando todo eso es fruto de los hombres sin Dios. ¿Ustedes creen que a Dios le agrada que hayan muertos, o que caiga una bomba y desaparezcan pueblos?, eso no le agrada a Dios, esos son los afanes de los hombres, y si queremos ver a Dios desde esa realidad, hermanos, somos injustos, porque eso es fruto de los hombres sin Dios”

A Dios no le agrada que entre nosotros nos maltratemos

“A Dios no le agrada que yo tenga odio contra un hermano, a Dios no le agrada que yo cuestiones la verdad que la iglesia nos anuncia desde el evangelio, por estar apegados a cosas meramente humanas, a ideas humanas, cuando deberíamos de actuar de una manera totalmente distinta, precisamente por aquel que muere en la cruz, por aquel que nos dice: yo te amo, y no te lo digo de palabra, lo digo desde la realidad que vivo, Dios mismo que entrega a su propio hijo en rescate de nuestros pecados”

Hoy es cuando más se habla de Dios, entre comillas

“Hoy  cualquiera te dice, yo leo la biblia, la medito, la escudriño, y te dicen cada barbaridad; pero  en el fondo el mundo no cambia, porque la cosa no es aprender lo que dice, sino a vivir lo que se nos dice, y es una gran diferencia entre lo que leo y lo que hago, y eso es lo que cuesta, poder entender qué es lo que Dios nos pide, o nos pide a mí de manera personal”

“Dios quiere que le amemos, Dios quiere que nosotros reaccionemos, ¿te gusta un mundo polarizado en la maldad?, ¿te gusta un mundo donde lo que abunda es el odio?, preguntó  alos fieles. Y  si no te gusta empieza a cambiar tu mundo, empieza a cambiar por ti mismo, empieza a cambiar tu vida, a veces es fácil ver los problemas ajenos”, meditó el Obispo de Siuna.

“Imagínese qué fácil es que si vas ahorita a los medios de comunicación, darte cuenta de lo que está pasando en Ucrania, pero a veces se nos olvida lo que le está pasando al vecino, a veces se nos olvida lo que está viviendo tu propio hijo, a veces se nos olvida lo que está viviendo tu propia familia, a veces se nos olvida lo que vivimos en nuestro propio país, se nos olvida; tenemos que empezar desde nuestra vida personal”

El evangelio es bien claro que dice: nadie da lo que no tiene

“Hoy retoma el evangelio la parabola del  hijo pródigo,  este joven, como ya hemos escuchado en el evangelio, pide la herencia al padre, y el padre respeta su libertad y le da lo que pide, le respeta lo que quiere, el padre sabe que no está preparado para enfrentarse a la realidad a la que el cree que se siente libre para ir o introducirse”

Haciendo alusion a este pasaje, hizo una comparación  con la realidad actual “Yo solo veo ahí a la madre, con el hijo chiquito que se le quiere ir para la carretera, al hijo chiquito que quiere salirse de su protección para agarrar el camino, o a la niñita ya de 14 años que le dice a la mamá: mamá yo soy mujer, ya soy grande, déjame; y cuantas madres sufren al ver la irresponsabilidad de esa pequeñita que apenas comienza a dar los primeros pasos, y ya se cree con toda la libertad de hacer cualquier cosas, pues Dios respeta nuetra libertada”, destacó.

“Dios sufre cuando aquel joven le dice:  –Señor dame lo que yo quiero, dame mi herencia -; permíteme hacer lo que me plazca. ¿Hasta cuándo aprendió aquel joven de que el padre lo amaba? Interpeló. Hasta que tocó fondo, hasta que estaba buscando cómo alimentarse de lo que comían los cerdos, hasta que ya no tenía nada de qué hechar mano, hasta que se dio cuenta que su vida es un desastre, que toda la riqueza que tenía, se le fue de las manos, y que ese mundo en el que vivía estaban mucho mejor los sirvientes de su padre”, refirió.

“Que cuesta al ser humano valorar lo que tiene, qué cuesta al hombre valorar lo que tiene en sus manos, qué cuesta; pero el ser humano se empecina por ir ahondando en el mal y en el mal, y no solamente se va él, sino que se lleva consigo a aquellos que tiene de cerca”

 

Nuestros mundos se estan hundiendo, nuestros pueblos se estan hundiendo en tanta cosa

“Por causa de algún personaje, que no es capaz de reflexionar, cuándo quisiéramos perdirle a Dios: Señor dános sabiduría, Señor !, Señor ilumina a esta persona para que logre entender hacia dónde tiene que caminar; pero es imposible porque el ser humano se afana, se ciega, y no logra comprender lo que va realizando, y no le interesa”, insistió.

 

“Los hombres sin Dios, hermanos, el demonio los ilumna con una facilidad y que son capeces de estar renovando muchas para que te sigas hundiendo  o vayamos perdiendo la confianza en Dios, porque muchos, me imagino, ahorita van a comenzarse a quejar y a decirle, Señor, si relamente es existes,  ¿porque estas permitendo tanta cosa?, esos son los grandes sábios ignorantes, los sábios, necios, que lo único que saben es cuestionar a Dios y no cuestionan a los que hacen el mal”, manifestó Mons. Mora.

 

“El evangelio nos enseña que los fariseos y escribas murmuraban contra Jesús,  – Y este come con pecadores, con publicanos -. Jesucristo no se avergüenza de nadie, aunque a Él lo cuestionen, de que es un falso guia; meditaba y leía, Jesucristo más tarde será maldito en la cruz, porque lo condenan los hombres, es decir, para el hombre de este mundo Jesucristo siempre será un despreciado, no es bien amado, no es bien recibido, y Jesucristo no solamente recibe flagelasos, sino que recibe el odio del hombre, quién no es capaz de reconocerlo”

“Quien ha roto todos los esquemas para encontrarnos, para amarnos y para morir por nosotros, esa es siempre la respuesta de los hombre, condenar a Jesús, condenar al inocente, condenar a aquel que por ser fiel a la verdad de Dios, siempre condenarlo, desaparecerlo, destruirlo, y al final decirle, tú eres el culpable de todo lo que te pasa”, reflexionó.