Su Exc. Rev. Mons. Isidoro Mora Ortega, Obispo de la Diócesis de Siuna, reflexionó en su mensaje de este domingo  a no cerrar la mirada ni su corazón ante los necesitados “Hay  muchos jóvenes sin dirección y sin esperanza, hay muchas personas que carecen de respeto y que sufren del embate en la sociedad injusta en la que se vive. Hay muchas personas que les está tocando vivir situaciones difíciles en las cárceles y en el destierro. Que Dios nos ayude a tender siempre una mano, incluso nuestra oración, nuestro tiempo y atención y que no nos volvamos invisible ante esa realidad que nos está tocando vivir, no nos ausentemos del mundo en el que nos está tocando vivir. Jesús lo ha apostado todo. Nosotros, hermanos y hermanas ¿Qué vamos a dar?, ¿Cuál va a ser nuestra propuesta? interrogó.

“Se imaginan que hacer una buena obra tiene su recompensa, es decir, aquel que no cerró su mirada ni su corazón al que lo estaba necesitando en ese momento; por eso para el cristiano, el Evangelio es y será siempre un desafío cada día, a quien Jesús le pedirá mucho más. De ahí que nuestra Iglesia jamás podrá ser movida por fanatismo, todo lo hace y lo debe hacer movido por el amor, por la misericordia, aunque con esto, la tachen de terrorista, de vandálica, por velar por los más débiles, por los más necesitados, por los que más sufren, que son la mayoría”, sostuvo Mons. Mora.

El Prelado manifestó que “El Espíritu de los seguidores de Jesús debe ser abierto, donde lo primero sea el bien de los demás y por eso, el creyente debe estar alerta a todo, a todo problema, a toda situación que se presente; por eso, el Apóstol Santiago cuestiona a aquellos que están sumergidos en sus riquezas, que viven nada más para el lujo y el placer, ignorando la suerte de los demás. Ese es precisamente, el peligro en el que vivimos y que nos asecha permanentemente y que de pronto, nos aísle y a su vez, ignoremos la suerte del que sufre”, advirtió.

“Es un tiempo de oración, de reflexión, de escucha, de ver, escuchar, orar, 3 cosas que para mí siempre van a ser primordial en estancia. Reflexionar mucho, para ver, conocer y  el Pastor tiene que conocer a su rebaño”

Mons. Mora refirió que aunque a veces les cuesta salir a las comunidades, le  encanta salir  todos los días a las 6:30 de la mañana, poder orar, poder compartir un poco la reflexión “Pero también, poder compartir la realidad que vivo y poder compartir también la realidad de la familia, que creo yo que es muy importante en estos tiempos. Hoy que pareciera que esas verdades de fe están puestas en dudas, esos valores, esas rocas firmes en la que hemos afianzado nuestro cristianismo, muchos las están poniendo en duda y es ahí donde el valor de lo grande, lo que viene del corazón de Dios, siempre va a estar en peligro”, meditó.

Tiempo de mucha vivencia, de mucha oración, de mucha reflexión.

El obispo de Siuna  enfatizó sus plegarias por “Aquellas personas que cada día ponen en peligro sus vidas para ayudar a tantos hermanos que sufren por esta pandemia, mis oraciones por ellos; de igual manera, mis oraciones por este bello país al que pertenecemos todos, que no se mira tan claro el camino por donde va; pero nos sostiene la esperanza firme de que la paz, la justicia volverá muy pronto, este pueblo que tanto sufre merece siempre el consuelo y el amor de Dios”, expresó.

“Vivimos tiempos tan difíciles, incluso, hablamos de los meses o así como hablamos de los meses, de pronto hablamos de nuestros seres queridos. Se nos va septiembre, empezaremos el mes de octubre, el último trimestre del año, haber qué tal nos va. Podríamos decir lo mismo: se nos fue otro hermano, se nos murió otro Doctor, se nos murió otro Sacerdote, haber qué tal nos va en el mes de octubre. Dios nos ampare siempre, esperamos en Él, confiamos en Él, vivimos en Él; solo Él es nuestro consuelo, nuestra fortaleza y nuestro refugio, nuestro fin último. Dios es nuestro amor”

 

El eclesiástico refirió que la  Liturgia de la Palabra “Nos dice una frase muy importante que los discípulos no entendían y le dicen a Jesús:-Hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y como no es de los nuestros, se lo hemos impedido-  Jesús retomó lo que Moisés dirá en el Libro de los Números  –Ojalá que todo el pueblo de Dios fuera Profeta y descendiera sobre él o descendiera sobre todos el Espíritu del Señor –. Jesús lo dirá de otra manera: –No se lo prohíban, el que no está contra nosotros, está a nuestro favor-«.

Asimismo, continuó con el  relato del Evangelista San Marcos “Es sorprendente,  al mismo tiempo ilumina al Discípulo que le expone a Jesús la situación que se está dando y que molesta a muchos. Una persona que no forma parte del grupo y de pronto está echando demonios en nombre de Jesús, sencillamente se dedica a dignificar y liberar a las personas del mal para que vivan en paz y dignamente. Solo pensaba, cuántos profesionales de la salud en estos momentos orientan, invitan a la población, aunque fuesen ateos, incluso, aunque no crean en Dios; pero con sus orientaciones están iluminando, incluso, dan hasta la vida por ayudar, por hacer el bien, eso la Iglesia lo valora, lo agradece”, subrayó el Prelado.

“Dios se manifiesta en esa acción solidaria, en esa acción salvadora; aunque aquel tal vez no lo haga por fe, pero si lo hace por amor a sus hermanos, que los mira sin dirección, que los mira que van buscando el peligro y no logran percibir el problema al que se están enfrentando”

En este sentido explicó Mons. Mora que “Con esto, nos damos cuenta que los discípulos no entendían la lógica de Jesús, que pretendían monopolizar no solo su enseñanza sino sobre todo, su acción salvífica. Jesús rechaza su actitud porque lo importante no es el prestigio, no es formar parte del grupo, sino que la salvación llegue a todos, incluso, por medio de aquellos que no pertenecen al grupo de los 12; por eso, dirá  –El que no está contra nosotros, está a nuestro favor«.

“Cuánto valoramos a personas que luchan por un mundo mejor, por un mundo más justo y que gastan esfuerzo, gastan tiempo y entrega e incluso sus vidas, superando a aquellos que son creyentes, pero que viven acomodados, relajados y frescos como la lechuga en el supermercado sin importarle la suerte de los demás, la suerte de sus hermanos”, reflexionó.

“Cuando Jesús dice «¿Quién es tu prójimo?», nos dice –Nunca debes vivir como si fueras único en este mundo, son muchos los que están ahí necesitados y necesitados de tu ayuda, trata de hacerte presente en la realidad que vives –  por eso, cuando alguien que conoce y, no es capaz de hacer obras en beneficio de los demás, el Señor va a suscitar personas que hagan lo que tal vez tú o yo, hermanos, no fuimos capaces de realizar”,

“No nos sorprenda que de pronto nuestro cristianismo sea una farsa, una vana ilusión y los no creyentes nos lleven la delantera; tal como nos lo dice Lucas 16-9  -Utilicen al dinero sucio para hacerse amigos, para que cuando les llegue a faltar los reciban a ustedes en la morada eterna-«

“Pidamos al Señor que nos ayude a no estar ausentes de la realidad que nos está tocando vivir. Hay muchos que no tienen trabajo, hay muchos que no tienen que comer, hay muchos que están enfermos, hay muchos ancianos olvidados”, puntualizó el obispo.