“El Señor nos enseña a orar” contempló en su mensaje de este domingo XVII del tiempo ordinario Su Excelencia Rev. Mons. Rolando J. Álvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, tras destacar que la súplica –No nos dejes caer en la tentación– “ Es una de nuestras peticiones en el Padre Nuestro, está incluido la disponibilidad para aceptar, la carga de la prueba según nuestras fuerzas; también la petición de que Dios no nos suelte de la mano, entre las súplicas,  –no nos dejes caer en la tentación -, y la exhortación en Getsemaní, hay una fortísima relación, en Getsemaní Jesús alerta a los discípulos por la tentación de la traición que se acerca. El contexto indica que la tentación, es la de ver a su Maestro como siervos sufriente” sostuvo.

“ Jesús conocía, no solo el escándalo que se iba a producir entre los suyos, sino, que por ese motivo iban a dejar de creer en Él , alerta, velad y orad para no caer en la tentación, la tentación del odio, de la venganza, del desprecio de pagar mal por mal, puede, y está circundándonos, debemos resistir, pronunciamos esta petición del Padre Nuestro con la confiada certeza que San Pablo nos ofrecen en  sus palabras:  -Dios es fiel y no permitirá que seamos tentados por encima de nuestra fuerza, al contrario, con la tentación nos dará fuerzas suficientes para resistir a ella-“

 

Papa Francisco: Revolución de la ternura, revolución espiritual, y pacífica

Haciendo alusión al pensamiento del  Santo Padre  refirió “ –No es un tiempo inútil en el que abandonamos los remos en la barca, sino que, es un tiempo para seguir dando frutos, hay una misión que nos espera y nos invita a dirigir la mirada hacia el futuro, y será una elección de amor hacia las nuevas generaciones, es nuestro aporte a la revolución de la ternura, una revolución espiritual en la que estamos invitados a ser protagonistas-“, dijo el Prelado.


“Una conversión que desmilitarice los corazones -, afirma también el Papa;  vivimos un tiempo de dura prueba marcado por la tempestad inesperada de la pandemia, por situaciones que afectan la paz y el desarrollo; estas grandes crisis pueden volvernos insensibles o indiferentes, frente a esto, necesitamos un cambio profundo, una conversión que desmilitarice los corazones, que deponga las armas de la soberbia, el orgullo, de la mentira, y  que permita que cada uno reconozca en el otro a un hermano-“  todos llevamos una gran responsabilidad: enseñar a las mujeres y a los hombres de este tiempo a ver a los demás con una misma mirada comprensiva y tierna, hoy todos, haciéndonos cargos de los demás podemos encontrar una forma de vivir pacífica y atenta con los más débiles, esta actitud tal vez pueda ser confundida con debilidad o sumisión; “

Y añadió “pero serán los mansos no los agresivos los que heredarán la tierra, instrumento más útil y valioso: la oración; coro permanente de un gran santuario espiritual, insiste del Santo Padre, hagamos todo esto aprendiendo a utilizar el instrumento más valioso que tenemos: el de la oración”, insistió el eclesiástico.

“Estamos invitados a vigilar sobre nosotros, cultivar nuestra vida interior por medio de la lectura asidua de la palabra de Dios, la oración cotidiana, la práctica de los sacramentos, y la participación en la liturgia, y junto a la relación con Dios, las relaciones con los demás, sobre todo con la familia, los hijos, los nietos a los que podemos ofrecer nuestro afecto lleno de atenciones; pero también, con las personas más desfavorecidas, descartable, desechables por el mundo los, afligidos, los de la periferia, a los que podemos acercarnos con la ayuda concreta y con la oración; así no seremos solamente espectadores en el teatro del mundo, no nos limitaremos a balconear, a  mirar desde la ventana, afinando, en cambio, nuestros sentidos para reconocer la presencia del Señor, seremos como verdes olivos en la casa de Dios y podremos ser una bendición para nuestra patria”

 

 Vuelvo a invitarles y adoración a esta cruzada de oración

El obispo reiteró la invitación  a la Cruzada de Oración: “que consiste en que ayunemos todos los primeros viernes de mes en la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, que hagamos a las 5 y media de la mañana el rosario de la aurora, desde nuestra casas, hogares, familias y comunidades, y desde los templos parroquiales, y el resto de las 1000 avemarías estamos hablando especialmente de las siguientes fiestas: el 15 agosto en la Asunción de Nuestra Señora de los cielos, el 22 agosto en Santa María Reina, el  8 septiembre en el nacimiento de la Santísima Virgen María, el  15 septiembre la festividad de Nuestra Señora de los Dolores, el 24 septiembre la festividad de Nuestra Señora de la Merced, el 7 octubre en la fiesta de Nuestra Señora del Rosario, el 27 noviembre en Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, el  8 diciembre la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María,  y el 12 diciembre en la fiesta de Santa María de Guadalupe”, detalló.

“Hagámoslo por nuestra iglesia, por nuestros sacerdotes, y por nuestra amada Nicaragua, porque sólo la oración salvará  a Nicaragua”

 

 

«Señor, enséñanos a orar»

Mons. Álvarez Lagos, dijo a la feligresía presente y a quienes lo ven escuchan mediante las diversas plataformas digitales que “Es la súplica qué hacen los discípulos a Jesús en éste décimo séptimo domingo del tiempo ordinario y, es también, amadísimos hermanos y hermanas la súplica que nosotros hacemos con sencillez al Señor: –Señor, enséñanos a orar- Y Jesús con esa sencillez propia de Él, nos enseña a orar, presentándonos esta plegaria modelo el Padre Nuestro”

– cuando oren, digan: Padre Nos ilumina el Divino Espíritu para llamar a Dios  Padre

“Esto significa reconocer y experimentar a un Dios bueno Y misericordioso. Dios es bueno, pero también reconocer y experimentar a un Dios que está vivo y que me permite y con el que puedo platicar, al que puedo hacer mi máximo confidente, el Dios que como Abraham en la primera lectura le puedo regatear, un Dios en el que en la oración le podemos regatear. Este es el Padre Nuestro”

EL Jerarca de Matagalpa enfatizó que es “Un Dios al que le puedo desnudar toda mi conciencia, con el que me siento en total y completa confianza para que penetre en lo más profundo de mi ser. Un Dios que… ciertamente, aunque ya conozca mi pensamiento, mi sentimiento, mi vida más interior, yo puedo acercarme a Él para platicársela, para que Sin miedo Él pueda conocerme abriéndole yo libremente de mi corazón, mi interior, mi conciencia”

“ Un Dios con el que, por supuesto, no tenemos nada que perder y todo que ganar, el Dios bueno, al que puedo hablarle de mi pecado, de mis limitaciones, de mis fragilidades y debilidades. Un Dios que conoce nuestras distracciones en la oración, un Dios que conoce también cualquier perturbación que podamos tener en la oración y que no nos llama la atención por eso, sino más bien quiere Él que todo Lo que en este momento de intimidad se le entreguemos, sea la dispersión, la distracción, cualquier perturbación y, como les decía: hasta nuestros propios pecados, claro que sí, ¿si no es a Él, a quién?, y  si no es con Él que me puedo abrir totalmente”

 

Padre, santificado sea tu nombre

 

En este orden, rememoró el magisterio de  San Juan Pablo II –Vivimos la santidad de Dios en nosotros cuando le damos a Él la primacía, el primer lugar, el lugar principal en nuestro corazón -. Y ciertamente, amadísimos hermanos y hermanas, todos tenemos nuestros propios quehaceres, nuestras propias preocupaciones, nuestras luchas, nuestros esfuerzos, nuestros trabajos, nuestros fracasos por las frustraciones que pueden existir en el caminar de la vida, todos vamos en una búsqueda permanente de conversión, donde a veces hasta podríamos pensar o sentir que retrocedemos en vez de avanzar; todo eso es parte de la vida, lo importante es que Dios tenga el primer lugar,  ya Él se encargará de ir ordenando todas las áreas de nuestra existencia, ya Él con su santidad se encargará de ir tocando cada aspecto de nuestra vida para santificarla, para bendecirla”, aseguró.

“Nosotros hagamos nuestra parte y es permitirle al Señor que Él sea el primero y el principal para vivir la santidad de Él y, junto a esta santidad, entonces ya puede venir La siguiente petición  -venga tu reino -, su reino que son los valores del Evangelio que una vez que lo hemos puesto a Él en el primer y principal lugar, ya nosotros ahí donde nos encontremos con sencillez, con normalidad y espontaneidad de vida, esos valores van instaurándose, esos valores van extendiéndose, van esparciéndose como la buena semilla que siembra el sembrador, valores de justicia, de santidad, de verdad, de libertad, de amor, de perdón, de misericordia, de fraternidad, de amistad, -¿Ven?, ya el Señor estando como el Santo de los santos, en el lugar que le corresponde en nuestra vida, nos permite ir viviendo e instaurando en el mundo esos valores del reino”

 

Nunca nos dejemos engañar por el demonio

“Muchas veces en el mundo, en la historia, en nuestra propia Nicaragua podría hacernos pensar que es más lo malo que lo bueno, podría hacernos pensar que reina más la maldad que la bondad y, eso no es cierto, no es cierto. Dice el Papa San Juan Pablo II que –En el mundo hay una fuerza, un poder, un potencial entrañable que va transformando la historia, que va transformando desde dentro los acontecimientos, convirtiéndolos en acontecimientos de vida; probablemente en muchas ocasiones nuestros ojos, nuestros sentidos no los vean, no los miren, no los sientan, no los toquen, no los palpen, pero… siempre… y esto es de Dios: siempre es mayor el bien que el mal. Nunca, nunca en la historia de nuestra salvación ha sido mayor el mal que el bien, siempre quien tiene la última palabra es la bondad de Dios”

Tres días que van del Viernes Santo al Domingo de Resurrección

“Son días de oscuridad que a todos nos duele. Los discípulos de Emaús ya regresaban frustrados, fracasados, Porque pensaban que el Mesías, aquel que les había prometido tantas cosas, había sido derrotado en la cruz, había muerto. -¿Ven? eso es lo que nos quisiera hacer pensar el maligno que ya han pasado tres días, ha pasado mucho tiempo, ha pasado tanto tiempo y Cristo sigue crucificado, Cristo ha muerto, Cristo está en la sepultura, no hay solución, no hay salida; esos son los tres  días donde hay tentación, pero el Señor resucita al tercer día- Siempre, amadísimos, el Viernes Santo tiene un final inexorable, imprescindible, no falla y es el Domingo de la Resurrección”

El  eclesiástico  abogó a “Que el Señor nos siga enviando su reino para que siga instaurando en el mundo, en nuestro país, en nuestra patria, esos valores que desde las entrañas de la historia van transformando los acontecimientos de nuestra vida”

 

Danos hoy nuestro pan de cada día.

“Esta es una oración, claro que sí, pero es una oración que se convierte, sobre todo, en nuestra sociedad nicaragüense, en una acción de solidaridad, de fraternidad, de amistad. Ante tanta pobreza, ante tanto dolor, tanta hambre, nosotros estamos llamados, sí, a pedirle al señor que nos de el pan de cada día, pero también a compartir el pan de cada día. Qué hermoso que nosotros como parte de nuestro estilo de vida cristiano tengamos la certeza y la convicción que debemos de compartir lo que hay en nuestra mesa”, instó el obispo.

Segunda jornada mundial de oración por las personas mayores, por los abuelitos

“Las abuelitas, los ancianos, las personas de la tercera edad, estamos siendo llamados con urgencia a compartir nuestro tiempo con ellos, a compartir nuestro tiempo con todos los vulnerables, con todos los necesitados, a poder escucharles sus historias repetitivas, porque ellos  su presente lo viven de cara a su pasado y nos cuentan una y otra y otra vez las mismas historias y al escucharles no sólo hacemos una obra de misericordia, sino también que recuerden, dice el Papa Francisco:  -ellos son la sabiduría escondida en el mundo -, ellos también representan nuestra memoria histórica, es decir, nuestros orígenes”

“Ellos nos permiten volver al inicio de dónde venimos todos, de donde procedemos, quiénes somos, entonces, ellos son punto de comunión siempre donde están los abuelos ahí se reúne la familia”, dijo.

Perdona nuestras ofensas.

“Puesto que también nosotros perdonamos a todo aquel que nos ofende; nos recuerda el Padre Nuestro que ninguna sociedad, ninguna familia, ningún matrimonio, ninguna persona, amadísimos, puede vivir sin el respeto, sin el perdón y el amor; siempre necesitamos respetarnos en medio, de nuestras diferencias, recuerden que ni los dedos de la mano son iguales, tenemos hasta maneras diversas de concebir al hombre, al mundo a Dios mismo; pero el respeto a esa diversidad, a esas diferencias, marcan el inicio para después llegar al perdón, para después llegar al amor, para después poder amarnos, para poder tratarnos como hermanos, para poder reconocernos como hijos de un mismo Padre”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No nos dejes caer en tentación

 

“En la tentación del odio, de la venganza, de la muerte, de la prepotencia, de la ofuscación, de la furia interna, que no nos deje caer el señor en la tentación de dividir nuestro corazón, no, que el señor no nos dejes caer en la tentación de pensar que el mal se le puede vencer con el mal, eso no es cierto, eso no es posible para los cristianos, nosotros estamos convencidos y proclamamos, y predicamos que al mal se le vence a fuerza del bien”, subrayó

“El maligno nos quisiera convencer que  al mal se le vence con la venganza, con la furia interna, nosotros vamos a insistir pidiéndole a nuestro Padre que -No nos dejes caer en esa tentación -, que siempre nuestro corazón esté abierto a la misericordia, siempre nuestro corazón esté abierto para tener entrañas misericordiosas, esta es una verdad de fe en la que nosotros creemos; pero que también hemos visto con nuestros propios ojos, hemos descubierto en nuestra vida que efectivamente cuando nos ponemos al lado del bien, estamos del lado correcto de la historia, estamos del lado correcto de los caminos de la vida y por supuesto en el lado correcto, exacto de la iglesia,  y como Dios lo pide”