Su Exc. Rev. Mons, Sócrates Rene Sándigo Jirón, Obispo de la Diócesis de León, reflexionó este domingo en su homilía que la Palabra proclamada “Tiene un énfasis vocacional que implica un énfasis discipular, es decir, en ella el Señor nos está mostrando experiencias de llamado para seguirlo, lo que significa mis queridos hermanos, la experiencia de fe es la de hacer un camino, no literalmente la de utilizar los pies, sino, un camino existencial que tiene un itinerario, pero sobre todo está bien definido el fin”

“Cuando Dios llama, como lo hizo en el Antiguo Testamento, con Eliseo en una hermosa figura donde Elías, lo encuentra arando, trabajando y le deposita el manto, la transmisión de la experiencia para ser profeta, vienen los clásicos obstáculos: Señor deja ir a despedirme de mis padre, pero se encamina, hasta sacrifica los bueyes y con el arado hace fuego para ofrecerle sacrificio al Señor, va, se encamina, y lo mismo sucede con cada uno de los discípulos a quien el Señor involucra y los va jalando, los va guiando, hacia una meta: la eternidad; hacen camino con Él”

 

“Cada cristiano, tiene una experiencia vocacional y el documento de Aparecida habla de la familia como el primer lugar de encuentro con Cristo, o sea, es el lugar donde nació nuestra vocación, donde fue forjado el camino para desarrollar esa vocación, es decir, ese llamado a una misión concreta, la familia”, enfatizó el obispo de León.

Experiencia sinodal

EL obispo de León mencionó  que  tuvieron un  hermoso proceso de escucha “Al cerrar la etapa sinodal que se refiere a la captación de observaciones de ideas en nuestras parroquias, qué hermoso es, que, compartidas, las observaciones recogidas en nuestras parroquias, los representantes de las parroquias, laicos, en tres momentos, cogieron el micrófono,  y con qué atino, con que serenidad y también con qué caridad intervenían,  y qué hermoso se escuchar, es escuchar, las familias también en la iglesia son escuchadas, pero queremos escucharlas más”, animó.

 

Asimismo dijo que “A partir de ahí, pues también la iglesia hace propuestas y esos encuentros, precisamente, son para hacer propuestas, a veces propuestas preventivas, a veces propuestas curativas y les lanza proyectos, retos, como lo ha hecho el Papa al clausurar esta actividad, enviándoles, enviándoles como familias misioneras a cumplir su tarea, y hemos de tomar conciencia que la familia tiene una primera tarea y es velar por su interioridad”, sostuvo el eclesiástica.

 

En este sentido manifestó que  “La  iglesia,  les lanza retos, proyectos, les envía a ser familias misioneras, primero hacia ellas mismas, cuidar, cuidar, cuántas familias tal vez podremos salvar, si estamos pendientes de que en ellas se manejen esas necesarias básicas actuaciones, como la de respetar, cuando ya hay falta de respeto, gritos, y hasta a veces, incluso, fuerza física violenta, entonces se viene todo desmoronando, cuidar la confianza, porque cuando aparece la confianza, la desconfianza, aparece la inestabilidad, ya no ves al otro, y ya estas.. vigilante, atento y hasta ves cosas donde no hay, porque se los está comiendo la desconfianza, hay que cuidar esa confianza, la justicia, hay que cuidar el ser justos”

 

“Hay que cuidar esa relación dulce, respetuosa de confianza en las familias, hay que cuidar el ambiente de encuentro con Dios, qué bonito cuando sabe de familia, que diario, o una vez a la semana cogen la biblia, leen, oran, oran y hacen hasta lectio divina, qué bonito, a veces rezan el rosario juntos, participan a los hijos de esas lecturas”, observó.

 

El obispo aconsejó la importancia de la comunicación y de propiciar  un ambiente de diálogo. “Esa es la primera tarea después vas a la parroquia y como familia colaboras en ella, la buena misión a la familia, estas ya ayudando a la iglesia, por que traerás a la iglesia un niño, una niña, un joven, una joven buena, y que en la parroquia, en la iglesia, no solo se alimentará, sino que aportará”, dijo.

 

“Esa pues, es la tarea hermosa en este proyecto, en cual Jesús, nos está llevando, nos está llevando a Jerusalén, nos está llevando al cielo