Su Exc. Rev. Mons, Sócrates Rene Sándigo Jirón, Obispo de la Diócesis de León,  en su homilía de este domingo de Resurreccion invitó  a los fieles  a “No quedarse solo con la parte liturgica que anoche y hoy, hermosamente estamos celebrando, sino que, agarremos a borbotones esa gracia que brota del resucitado, la hagamos interioridad y renovados, rejuvenecidos, salgamos a ese mundo a darle testimonio de que Cristo ha vencido la muerte y en nosotros ha creado nueva vida, y de ahí que ese perfil de los creyentes en el resucitado, va aflorando en mí, con mi comportamiento amoroso, mi dinamismo, mi entrega, mi entusiasmo, mi testimonio, a una humanidad que en ocasiones entra en crisis”, dijo.

 

 

 

“Dice el texto que el primer testigo de la resurrección del Señor fue aquel sepulcro, los lienzos, el sudario que llevó Jesús, la piedra corrida, vacío y los lienzos  y el sudario bien acomodaditos, fueron los testigos, de aquel momento en el que Jesús se despierta dejando atrás la muerte y alzándose con el estandarte, con la bandera de la victoria; luego las mujeres, valientes como suelen ser, atrevidas como son, ellas, de madrugada van al sepulcro, porque les invade el deseo de cumplir con el Señor aquellos ritos que quedaron faltando por la premura del entierro”

“El ser humano en ellas, ve por primera vez, la victoria de Jesús, como sucederá siempre a lo largo de la historia, el anuncio tiene, en los mismos discípulos, la duda, la incredubilidad, por ello, al principio no es creída aquellas palabras de las mujeres, y eso que no dijeron – Anastasia- , que significa  -levantarse-, sino, que dicen: se han robado el cuerpo de Jesús«, reflexionó.

“Dos de ellos, esos discípulos, y sus Apóstoles, corren, corren, movidos por algo especial, ellos empezaron ya a sospechar aquel momento hermoso, llegando al sepulcro, también son testigos de la resurrección del Señor, no podían quedarse con semejante gozo, y de ahí, que con la presencia del Espíritu Santo son fortalecidos, iluminados, para salir a las plazas y darnos el primer anuncio, el Kerigma, la noticia hermosa, Jesús, ese que que ha muerto, ese que ustedes mataron, ese que ustedes crucificaron, ese que ustedes enterraron el viernes, está vivo, ha resucitado, extendiendo su testimonio por el mundo entero”

En este sentido explicó que “Ese anuncio no es solamente verbal, sino que es existencial, los Apóstoles transforman en su interior su vida y empezaran a tener un comportamiento que los identificará como hombres convencidos que Cristo está vivo, y a los miembros de la iglesia, por el bautismo, los empieza a cobijar una identidad que en la humanidad, en la sociedad, tendrá una existencia que contagiará en medio de los obstáculos”, reflexionó el Obispo de León.

 

Lo primero que descubrieron en aquel grupo de creyentes en la resurrección

“Es la forma de vida, cómo se amaban dice los textos, cómo se amaban, todo lo tenían en común,  no se guardaban nada para sí, los identificaba el amor, su comportamiento amoroso hacia los demás y los principios que de él brotan, como el servicio, que brota del amor, el respeto hacia los demás que brota del amor, la paz que brota del amor, la forma justa de vivir, que brota del amor, empieza a ver la sociedad, no unos entes vengativos, incitadores del mal y la violencia, sino por el contrario, personas de una pasividad, no el sentido de inactividad, sino en el sentido de no responder a la violencia, en el sentido de fermentar el mundo de paz”

“Hasta su lenguaje y tono de voz, era propio de quien no quiere violentar, porque un grito, violenta, una ofensa, violenta, una respuesta brusca, violenta, una mano lenvantada, violenta y ese amor hasta se manifiesta en su manera tan serena, tan calmada de ser de aquellos hombres, por eso no nos extrañemos queridos hermanos, que nuestras vidas también vayan aflorando esas capacidades de autocontrol, de paz, de serenidad, de estima del otro, de servicio, que en ocasiones deslumbra y confunde a la humanidad, cuando ve personas con ese perfil, que, en medio de la violencia, pregonan el perdón, pregonan la paz, siembran la tranquilidad”

 

“Esa resurrección va siendo acompañada pues, por signos personales que se convierten en testimonio de que Cristo venció a la muerte, de que Cristo ha resucitado y  corporativamente, ese cúmulo de testimonio va creando en la iglesia esa sociedad que en el mundo se filtra hasta en la periferia para transformarla”, destacó  el Prelado.

Predicación acompañada de compromiso

En este sentido agregó que “Ese testimonio, esa predicación de la Palabra, también, mis queridos hermanos, va acompañada con un compromiso, aquellos Apóstoles, no regresaron a su pasado, atrás, quedó para ellos, su historia laboral, su historia familiar, su historia pueblerina, para lanzarse adelante, a transformar la humanidad, se dinamizaron, se fortalecieron”

“La resurrección renueva  y por eso  a partir de este domingo, dinamizamos nuestro proyecto y el afán de querer estructurar una Diócesis con pastorales bien definidas, que pretenden atender a todos los sectores de la sociedad, desde el alejado con la tarea misionera, hasta el sufrido por la pastoral de enfermos, y la pastoral caritativa, debe salir rejuvenecida, refortalecida, renovada, con este acontecimiento hermoso de la resurrección que iremos extendiendo durante 50 días”

Vayamos pues, a continuar celebrando y diciéndole al mundo entero, Cristo que había muerto, ha resucitado.