“La historia enseña que los reinos fundados sobre el poder de las armas, la intimidación, la amenaza, el chantaje, la coacción, son realmente frágiles y débiles y en cualquier momento se quiebran y antes o después, pero terminan quebrándose”, dijo en su meditación este domingo en la  solemnidad de Cristo Rey del Universo Su Exc. Rev. Mons. Rolando Álvarez Lagos, Administrador Apostólico de Estelí,  tras agregar que: “El reino de Dios se fundamenta sobre el amor, la reconciliación, el perdón, la fraternidad, la solidaridad, la no exclusión, la no discriminación, que son condiciones para el desarrollo humano sostenible y el respeto a los derechos humanos”, observó.

“Para los creyentes: reinar es servir,  solo así se puede estar atento al clamor del pobre, del débil, del marginado. Muchas son las causas y no de ahora, que han empobrecido a nuestro país y estas causas las arrastramos desde hace 200 años; es decir, no somos pobres porque nos tocó ser pobres, sino porque desde que hay una decisión política de no distribuir la riqueza con equidad, a la persona se le somete a ser pobre”

 “Esta errónea decisión política e histórica, en nuestro país se ha configurado a partir de no construir cimientos mínimos aceptables para la edificación de un estado social y de derecho”, sostuvo el Prelado.

“Sin una justicia independiente el Estado se degrada en detrimento de la seguridad jurídica del pueblo, el pueblo debe pagar en pobreza y en mayores costos en precio de una justicia que no es independiente, de una justicia dependiente”

“La historia enseña que los reinos fundados sobre el poder de las armas, la intimidación, la amenaza, el chantaje, la coacción, son realmente frágiles y débiles y en cualquier momento se quiebran y antes o después; pero terminan quebrándose. El reino de Dios se fundamenta sobre el amor, la reconciliación, el perdón, la fraternidad, la solidaridad, la no exclusión, la no discriminación, que son condiciones para el desarrollo humano sostenible y el respeto a los derechos humanos”,insistió.

“El reino de Dios se radica en los corazones, ofreciendo a quien lo acoge paz, libertad y plenitud de vida”.

Jesucristo Rey del Universo lo descubrimos en el Crucificado

“Amadísimos, el reinado de Cristo lo descubrimos en la cruz, lo descubrimos en el crucificado, su reinado es el servicio, de ahí que el Papa Benedicto XVI con sencillez y profundidad afirma:  –Reinar es servir -. Esa akénosis, es decir, ese abajamiento, esa humillación que sufrió el hijo del Dios vivo, una de las mayores humillaciones y el más grande dolor que podría experimentar un ser humano, derramando su sangre y entregando su cuerpo por nosotros, es un reinado de cruz, es un reinado de la cruz, de la crucifixión, un reinado de la humillación del hijo del Dios vivo para exaltarnos a nosotros”, manifestó.

“De ahí que al contemplar a Cristo que reina desde la cruz, viene a nuestra memoria, a nuestro corazón aquel momento en el que el Señor sentado con sus apóstoles en la última cena, se quita su túnica, se ciñe una toalla y comienza a lavarle los pies a sus discípulos -Si yo que soy el Señor y el maestro, he hecho esto por ustedes, es para que también ustedes lo hagan unos a otros-«.

En este sentido afirmó que :“Cristo reina en nuestra amada Nicaragua y reina, establece su reinado y hunde su cruz en el corazón de Nicaragua, espantando a los demonios, porque reina en cada uno de nuestros corazones y hunde también su cruz en el misterio de la fe en cada uno de nosotros para reinar y para que nada, ni nadie nos haga daño”, dijo el Prelado.

 

Mons. Álvarez Lagos expreso que “ -Abrimos de par en par nuestro corazón -como nos invitaba insistentemente San Juan Pablo II, le decimos:  ¡Ven!, reina en él, reina en mi corazón, Señor y, Cristo inunda totalmente nuestra vida”, animó.

 

Cristo llena completamente nuestro corazón.

“Esa experiencia estamos llamados a realizarla, a saber y a sentir con las fibras del corazón en lo más profundo de nuestra intimidad, de nuestra interioridad, que… no obstante, nuestros pecados y más allá de nuestros pecados, debilidades y limitaciones, Jesucristo establece su reinado en cada uno de nuestros corazones”, alentó.

“Reina Cristo en nuestros hogares y le abrimos de par en par las puertas de nuestras casas, de  nuestros matrimonios, de nuestras familias para que Él se instaure con su reinado en nuestro hogar. El hogar de cada nicaragüense debe también experimentar que el Señor llega y abriéndole la puerta de nuestras casas se instaura como Rey Supremo de ellas. Cristo está reinando ahí en tu lugarcito de trabajo, ahí donde te ganas el pan de cada día, ahí está Cristo con cada uno de ustedes, amadísimos, con cada uno de nosotros, reinando el Señor, ahí sin dejarnos un solo segundo, un solo momento, Él está como Rey!”, sostuvo el eclesiástico.

Experimenten como su cruz nos traspasa; esa cruz donde Él reina. Cristo reina en Nicaragua

“La cruz que es su trono nos traspasa para reinar en cada lugar, en cada situación que vivamos, donde vayamos y donde estemos; por eso es que Cristo Reina en nuestra amada Nicaragua y establece su reinado con el trono del Rey que es la cruz, sumergiéndola, hundiéndola en el corazón también de Nicaragua, somos de Él, es de Cristo la nación”

“Es de Cristo nuestro trabajo, es de Cristo nuestro hogar, es de Cristo nuestra familia, son de Cristo nuestros matrimonios, son de Cristo nuestras casas, somos nosotros de Cristo Rey. Y este reinado, nos invita, amadísimos al servicio, a servirnos unos a otros, a lavarnos los pies unos a otros”, dijo.

¿Cuántas veces hemos platicado en nuestra Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora del Rosario en esta Eucaristía de establecer lo que ahora voy a llamar un reinado de servicio? Interpeló a los presentes y a quienes lo ven y escuchan por TV, radio y plataformas digitales.

“Una gran fraternidad de solidaridad, donde las manos se unan, las manos de los de abajo, las manos del pueblo, las manos de los peregrinos, de los caminantes, de los andariegos, las manos de los trabajadores, las manos de nosotros, las manos encallecidas, las manos de las mujeres que trabajan en su hogar, en la oficina, en la empresa, en el campo, los jóvenes en sus colegios, en sus universidades, una gran red de fraternidad solidaria, un reinado de servicio entre nosotros”

“Ahí es donde la esperanza para nosotros nicaragüenses, donde la esperanza para Nicaragua se concretice, es visible, porque la esperanza que para nosotros es Dios siempre se manifiesta, si es de Dios se concretiza y ahora en este llamado que el Señor nos hace también, mirándolo a la cruz, mirando como lava los pies a sus discípulos para que nosotros hagamos lo mismo unos a otros y establezcamos entre nosotros, unos con otros el reinado del servicio”

“Que nuestra vida sea para servir al prójimo, al que está más cerca de mí en cada momento, solo el que sirve en la vida es el que sabe vivir, solo el que vive para servir es que sirve para vivir, el servicio es nuestro reinado, no conocemos otro afán, no conocemos otra manera de reinas más que servir”, recomendó .