Su Exc. Rev. Mons. Francisco Tigerino Obispo de la Diócesis de Bluefields, dijo en  su meditación de este domingo que “Jesús pone su mirada en esta viuda, que ha depositado dos moneditas en la alcancía del templo –lo único que tenía para vivir-, o sea, más que depositar lo que le sobra se ofrece al Señor; y nos enseña el verdadero culto, el culto agradable a Dios, es el ofrecimiento de uno mismo a Dios, para que el Señor nos transforme y nos haga creaturas nuevas”, luego de agregar que la  “La promesa no es simplemente de que –No se va acabar el pan o que va a haber aceite– , la promesa es más allá, no se trata de un acto, la promesa es para todo el pueblo de que ha llegado el fin de la sequía, de que el Señor se ha acordado de su pueblo”, sostuvo.

“Qué significado tenía esto de las viudas, porque estaba mandado por la ley de Moisés, que los huérfanos, las viudas no podían pasar necesidades dentro del pueblo israelita; y si quedaba viuda, alguien, y sin hijos, quedaba completamente desamparado, lo único que le tocaba era pedir limosna, lo mismo los huérfanos, no tenían nada, ni nadie que los amparara”, mencionó el eclesiástico.

“Entonces la palabra – viuda -, representa a todas aquellas personas que han sido excluidas de la sociedad, que no tienen ningún derecho,  refiriéndose en general no a la persona en particular,  las dos son viudas, en el antiguo testamento, una que no es del pueblo judío, una que está en la ciudad esto es importante y Jesús, Elías fue mandado a una viuda no del pueblo de israelita, si no que una viuda que no pertenecía al pueblo de la alianza”

“Lo que es imposible para nosotros, para Dios no es imposible. Y el texto sagrado continúa a partir de este momento -Ni la tinaja de harina se vacío, ni la vasija de aceite se agotó –; porque los campos empezaron a producir, trigo y el fruto del olivo. Es la primera viuda que aparece en los pasajes, insisto es una viuda que no pertenece al pueblo israelita; pero confía en Dios”, recalcó Mons. Tigerino.

El obispo de Bluefields explicó  el Evangelio proclamado que “Dentro de la gente que iba al templo y esta segunda imagen que vemos en el evangelio, dentro de la gente que iba al templo hay judíos; pero había un grupo que se llamaban prosélitos; los prosélitos eran las personas de origen pagano; que creían en el Dios de Israel; entonces iban año con año hasta el templo desde Jerusalén a pagar tributo, se imagen ustedes el alboroto, la cantidad de gente  hacia el lugar  y en todo, como el mismo Jesús lo va a decir en otra oportunidad, anunciamos  y ahí está su recompensa”.

“-Yo les aseguro que esta pobre viuda ha echado en la alcancía más que todos, porque en su pobreza ha echado todo lo que tenía para vivir -, ha puesto su confianza en el Señor, no en sus cosas materiales, a pesar de que no tenía prácticamente nada y se lo dice al profeta: -No tengo nada,  voy a hacer un pan para darle a mi hijo y voy a comer yo y nos preparamos a morir -, no tengo absolutamente nada compartir con el profeta y de esta manera Dios actúa, no solamente en ella, si no que actúa en todo el pueblo de Dios y restaura”