Prensa CELAM. La 38ª Asamblea General del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) iniciará este 18 de mayo de manera virtual. El Cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua y segundo vicepresidente del Celam, conversó con ADN Celam para ampliar detalles de este evento.
Uno de los puntos neurálgicos será la reformulación del plan de reestructuración y renovación del Celam, encomendado en 2019 por última Asamblea de Honduras, por ello el purpurado aseguró que este proceso “no es utópico, sino que es una realidad que vamos viviendo con sus imperfecciones”.
“Pienso que el Espíritu Santo que anima nuestra labor pastoral nos ha ido guiando verdaderamente a esta Iglesia” y “ha sido un trabajo muy hermoso hay más de 150 reuniones realizadas de marzo del año pasado hasta ahora y ha sido un trabajo de los laicos, religiosos, obispos. Yo diría que esto es una obra del Espíritu Santo”, acotó.
La 38 Asamblea decidirá
Pregunta.- ¿Qué lectura hace del proceso de renovación y reestructuración del Celam de Cara a esta 38 asamblea general?
Respuesta.- “Es un mandato de la Asamblea General 37 que se desarrolló en Honduras y este proceso de renovación y reestructuración ya la anterior presidencia venía trabajando, porque los obispos presentaban esa inquietud de que había cosas que debían renovarse.
Es así como en Honduras todos los participantes dieron prácticamente un mandato a la nueva directiva de que se trabajara en la renovación y reestructuración del Celam. Ha sido un trabajo arduo, pero vamos adelante. En esta 38 edición la misma asamblea será la que dé ese mandato, que valore y apruebe todo lo que hemos venido trabajando”.
Un trabajo arduo
P- ¿Cómo ha incidido la pandemia en este proceso de renovación y de reestructuración del Celam?
R.- “Nosotros estuvimos trabajando de forma presencial hasta marzo de 2020 y prácticamente hasta última hora había una reunión que se suspendía, finalmente el modo presencial se suspendió en marzo, en ese entonces cerraban los aeropuertos.
Diría que a partir del 17 o 18 de marzo comenzamos a trabajar de forma virtual y ha sido una experiencia muy positiva, porque ahora nos estamos reuniendo una vez al mes con la presidencia y también con todo el esquema que veníamos trabajando desde la presidencia a la cabeza de Monseñor Miguel Cabrejos,
A pesar de las limitaciones del trabajo virtual, ya tenemos el documento que se va a presentar la próxima semana a los obispos delegados de las diversas conferencias, presidentes de las conferencia episcopales y el obispo delegado del Celam”.
La Iglesia al frente de la pandemia
P.- ¿Qué balance puede hacer de la labor que la Iglesia de América Latina ha realizado en el contexto del Covid-19?
R.- “Sin duda alguna, creo que la Iglesia en América Latina ha ido a la vanguardia de la salud en comunión con el Santo Padre que ha dicho que la salud es lo más importante. Es muy interesante ver cómo desde las diócesis o en el pleno de Conferencias Episcopales, también en las parroquias se ha estado trabajando y asumiendo con una gran responsabilidad.
Hemos visto cómo la Iglesia ha sido la primera en salir adelante y estar apoyando cada una de las acciones que algunos gobiernos propusieron, aunque otros gobiernos no estuvieron a la altura, siempre la Iglesia tuvo la iniciativa de cuidar la vida.
Creo que de las 22 conferencias episcopales por unanimidad, en un primer momento, dijimos no a las aglomeraciones grandes, cerramos nuestros templos y comenzamos a hacer un trabajo pastoral a través del Facebook, la evangelización de forma virtual.
En ese sentido la Iglesia ha estado muy cercana a las personas que han sido afectadas por el Covid y apoyado a las familias que han perdido a sus miembros y cómo lo dice el Papa Francisco no han tenido la oportunidad de poder enterrarlos y darles cristiana sepultura.
Al servicio de todas las conferencias episcopales
P.- ¿Qué tan lejos está el camino sinodal para que sea una convicción y no una concesión como ha demandado en Papa Francisco?
R.- “Desde la renovación y reestructuración del Celam, nosotros hemos trabajado como en seis grandes momentos; en primer lugar toda la cuestión de sinodalidad y colegialidad. Es lo que el Santo Padre, en septiembre, en la reunión que tuvo con la presidencia, él insistió muchísimo en la sinodalidad y la colegialidad. Eso está dentro del proyecto de renovación y reestructuración.
El segundo momento, son los cuatro sueños del Papa, presentar el documento que se ha venido trabajando desde la Amazonía. Creo que vamos trabajando poco a poco. Además parte de la identidad de la Iglesia, es un trabajo del caminar juntos y ese caminar juntos lo llevamos desde las conferencias episcopales y también lo estamos haciendo desde el Celam
A manera de anécdota. Cuando salió Aparecida en la cual más de 200 obispos estuvimos presentes. Recuerdo que yo le obsequié a un político el documento. Entonces lo leyó y me decía ‘qué hermoso ese documento’, ‘qué unidad hay en ese documento’, ‘¿quién lo hizo?’.
Cuando yo le dije que era producto de más de 200 o 300 obispos, me respondió: ‘¿Cómo se ponen de acuerdo? Nosotros en la asamblea a veces somos 50 o 60 y no nos podemos poner de acuerdo’.
Entonces yo le dije: ‘A ustedes le falta algo y ese algo es el Espíritu Santo’. Y, en efecto, creo que es el que va conduciendo toda la renovación y toda la restructuración del Celam. Decimos que el Celam no es una conferencia episcopal, es un organismo de servicios a todas las conferencias episcopales.
El Cardenal Leopoldo Brenes: “El proceso de reestructuración no es utópico, es una realidad”
